"¿Por qué las lesbianas tienen que morir siempre?"

¿Harto de que los personajes gays siempre acaben estirando la pata en cine y TV? La muerte de Lexa en 'Los 100' impulsa una campaña contra el estereotipo.
"¿Por qué las lesbianas tienen que morir siempre?"
"¿Por qué las lesbianas tienen que morir siempre?"
"¿Por qué las lesbianas tienen que morir siempre?"

Es posible que, de puro acostumbrados a este tópico, apenas nos demos cuenta de él. Pero aseguramos que es un hecho cierto: si en una serie aparece un personaje que se identifica como LGBT (gay, lesbiana, bisexual o transgénero), tiene todos los números para que su existencia de ficción sea un calvario, y también es muy probable que ni siquiera llegue vivo al final. Una costumbre que viene de muy, muy lejos en el tiempo, que sigue resultando una solución fácil para guionistas sin deseos de calentarse los cascos (o de ofender a los sectores más pudibundos de su audiencia)... y que podría tener las horas contadas, si todo va bien. Y no lo decimos sólo porque los fans gays y lesbianas sean cada vez más proclives a protestar, que también, sino porque se están dando movimientos de rechazo dentro de la propia industria.

El último de estos movimientos se deriva de un hecho que ha puesto en pie de guerra a buena parte del fandom de la ciencia-ficción televisiva. Y, concretamente, del fandom lésbico: la muerte de Heda Lexa (Alycia Debnam-Carey), de la serie Los 100. Después de que esta líder bárbara y postapocalíptica pasase a mejor vida, muchos y muchas espectadoras se preguntaron por qué, y después se cabrearon mucho. Lexa tenía los matices suficientes como para convertirse en un pilar del show, y encima acababa de enrollarse con la protagonista Clarke (Eliza Taylor), creando la que podría ser la primera pareja lésbica en protagonizar una serie juvenil. ¿Por qué, pues, quitársela de enmedio?

La respuesta más sencilla para esa pregunta sería "para hacer avanzar la trama". Pese a ello, muchos artículos (tanto en medios LGBT como en prensa generalista) señalaban la dolorosa realidad: desde la óptica de los guionistas de Hollywood, los personajes gays y, sobre todo, las lesbianas, son sacrificables. Más allá de la reflexión histórica aportada por James McConaughy en The Mary Sue, o de la sentida queja de Maureen Ryan en Variety, destaca el experimento llevado a cabo por la web lésbica Autostraddle: tras examinar un total de 182 ejemplos, las responsables de esta página se encontraron con que 153 lesbianas de ficción habían muerto (de forma más o menos horrible) en el transcurso de sus shows, entre ellas algunas tan famosas como Tara (Buffy, cazavampiros), Marisha (O.C.) e incluso Silvia de Los hombres de Paco. Por comparación, el número de chicas que preferían estar con chicas y que sobrevivían hasta el fin de la historia se quedaba en unas escuetas 29.

Aparte de otras muestras de enfado, la iniciativa más interesante provocada por la muerte de Lexa en Los 100 fue una campaña de donativos para The Trevor Projectorganización de asistencia a los jóvenes LGBT. Y, tras el cierre de dicha campaña, sus responsables (incluyendo varias profesionales del mundo televisivo) han organizado otra todavía más ambiciosa. Con el nombre de LGBT Fans Deserve Better ("Los fans LGBT se merecen algo mejor"), este proyecto pide a los guionistas de cine y series la firma de una declaración de apoyo (apodada 'juramento Lexa') cuyos signatarios se comprometen a una serie de cosas. Aquí traducimos su texto:

1.- Nos aseguraremos de que los personajes LGBT principales y secundarios tendrán buenas historias y arcos argumentales con sentido.

2.- Cuando escribamos esos arcos argumentales, nos documentaremos con fuentes como nuestros compañeros de trabajo y amigos LGBT, o con asociaciones cívicas.

3.- Reconocemos que la comunidad LGBT está poco representada en TV, y que la muerte de un personaje gay o lesbiana tiene implicaciones profundas.

4.- Nos negamos a matar a un personaje LGBT solamente para que avance la historia de un personaje hetero.

5.- Reconocemos que el tópico de 'enterrar a los gays' es dañino para la comunidad LGBT en general, y para los jóvenes gays y lesbianas en particular. Así pues, nos negamos a usarlo.

6.- Prometemos no manipular o confundir a los fans usando las redes sociales o cualquier otro medio.

7.- Sabemos que aún queda mucho para que la comunidad LGBT se vea propiamente representada en TV. Nos comprometemos a comenzar ese viaje hoy.

La productora Noelle Carbone, una de las redactoras del manifiesto, ha hablado con The Mary Sue explicando la importancia de los medios de comunicación en la vida de muchos jóvenes gays ("Crecí en una familia católica y en un barrio obrero: shows con temas lésbicos como Las chicas Gilmore y Es mi vida fueron mi salvación") y recuerda cifras claras: "Sólo un 11 por ciento de las series que se emiten actualmente tienen algún personaje LGBT". Y Gina Tass, otra de sus responsables, añade: "Los espectadores, sobre todo los más jóvenes, se merecen ver personajes LGBT retratados con respeto, sin tener que preocuparse por si acabarán muertos para impulsar un giro de guión o como artificio dramático".

Las peticiones de este 'juramento Lexa' pueden parecer ingenuas, pero también deberían dar a entender otra cosa. Si como han señalado informes sobre la representación gay y lésbica en Hollywood, la diversidad sexual en TV es muy superior actualmente a la del cine. Y eso no se refiere sólo a los personajes de las series, sino también a unos espectadores que acuden a éstas, precisamente, por el hecho de que se ven representados en sus historias y sus repartos. Sumemos a ello que el fandom LGBT de la ciencia-ficción y el fantástico es ahora tan grande como siempre, y más dado a hacer oír su voz que nunca, y es posible que estemos en vísperas de un cambio a mejor. Sólo hace falta, como siempre, que sus voces lleguen a los despachos.

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