Netflix quiere que 'Elige tu propia aventura' deje de ser marca registrada

Cuando Netflix estrenó Bandersnatch, el capítulo interactivo de Black Mirror, todos llegamos a dos conclusiones. La primera, que Charlie Brooker había dado con un formato novedoso que le ponía las cosas difíciles a los piratas mientras generaba titulares durante meses. La segunda, que la plataforma de VOD se había metido en un considerable embolado legal cuando Chooseco LLC, la editorial que publica los libros de Elige tu propia aventura, la demandó por plagio.

Ahora, tras haber perdido el juicio contra Chooseco celebrado en noviembre, Netflix ha encontrado otra línea de actuación en los tribunales. Hasta ahora, la plataforma alegaba (entre otros argumentos basados en el derecho de EE UU y el "uso legítimo") que Bandersnatch no le debe nada al formato de libros-juego creado por Edward Packard en 1976.

Ahora, según el Hollywood Reporter, Netflix se acogerá a la doctrina según la cual una marca registrada pierde su protección legal cuando su nombre pasa a ser de uso común. "La frase Elige tu propia aventura se ha convertido en una expresión habitual en el habla de EE UU", sostiene la defensa, añadiendo que dicha expresión describe "todo el género de la ficción interactiva".

Esta es la razón por  la que, sin ir más lejos, uno puede usar la palabra "aspirina" para referirse al ácido acetilsalicílico sin que la farmacéutica Bayer avise a sus abogados. Pero ¿servirá con Bandersnatch? En caso de que no cuele, Netflix tiene otros ases en la manga. Entre ellos, el hecho de que el espectador manipula a Stefan Butler (Fionn Whitehead) desde fuera, en lugar de adoptar su punto de vista.

Asimismo, Netflix sostiene que todos los finales posibles de Bandersnatch llevan a Stefan a la humillación, la locura y/o la muerte, por mucho que se esfuerce el espectador. Algo que, afirma, va en contra del uso habitual en los libros de Elige tu propia aventura. En el caso de que el juez encargado del caso sea un 'GenX' que jugara en su día a El misterio de Chimney Rock, por ejemplo, nos tememos que la plataforma va lista de papeles con esta defensa: en este y otros libros de la colección, los finales felices eran más la excepción que la norma.

Y es que, en el fondo, todo está inventado.