Matthew McConaughey contra Bryan Cranston

Si tradicionalmente la categoría de Mejor actuación masculina en una serie dramática suele ser de las más reñidas en los premios Emmy, este año ya podemos anticipar que estará al rojo vivo. Y eso que todavía quedan muchos meses hasta que siquiera conozcamos las nominaciones de la 66ª entrega de los mayores premios de la ficción televisiva, cuya gala se celebrará el próximo 25 de agosto. A finales de año todo parecía mucho más decidido: Breaking Bad había cerrado su andadura de forma gloriosa y, seguimos pensándolo, se llevará de nuevo el galardón de Mejor Drama por su última temporada, mientras que Bryan Cranston parecía tener en el bolsillo un nuevo premio en reconocimiento a la despedida de Walter White. Entonces, empezó 2014 y llegó True Detective.

La historia detectivesca de Nic Pizzolatto entró como un huracán en el imaginario de las mejores series de televisión contemporáneas. Su fuerza más persistente fue Rust Cohle, el detective intenso interpretado por Matthew McConaughey. Tal fue el impacto y reconocimiento que generó, que hay quienes afirman que la emisión de la serie durante el periodo de votación de la Academia para los premios Oscar tuvo una gran influencia en que finalmente el actor se llevara el premio por su papel en Dallas Buyers Club. McConaughey estaba sensacional en la película de Jean-Marc Vallée, pero no suena descabellado pensar que algo de verdad hay en el razonamiento.

El caso es que True Detective también parece destinada a llevarse un baño de premios en los próximos Emmy —es la clase de producto serio, adulto y de apariencia cinematográfica que suele entusiasmar a sus votantes—, algo que se prevía para la categoría de Mejor Miniserie, en la que compiten otras series-antología como American Horror Story. Sin embargo, con la decisión de HBO de presentar a su niña bonita para la competición de Mejor Drama, el canal ha dado un golpe sobre la mesa que ha dejado trastocadas todas las predicciones. No es sólo que las previsiblemente nominadas Breaking Bad, Mad Men, Homeland o House of Cards se encuentren ante una rival contundente y muy de moda —factor de gran importancia—, sino que con esta incorporación en la categoría de Drama el premio de Mejor actor protagonista será una lucha asfixiante, ya desde la elección de los cinco nominados.

Contamos con que la nominación de Cranston es impepinable, pero claro, también la de McConaughey. Lucha a muerte entre dos titanes que puede dejar al tercero en discordia, un Jon Hamm que encara su recta final como Don Draper y nunca ha sido premiado, sin ninguna posibilidad. La competencia para estar en los otros dos puestos de nominación sigue siendo muy dura: Kevin Spacey sigue brillando en House of Cards, a los votantes les gusta mucho Damian Lewis y su despedida de Homeland seguro que no pasa desapercibida, si Jeff Daniels ganó el año pasado por The Newsroom nada le impide repetir nominación, Michael Sheen gustó mucho en Masters of Sex, Steve Buscemi lleva varios años dando lo mejor de sí mismo en Boardwalk Empire, incluso está la cuestión de qué pasa con Woody Harrelson, también sensacional en True Detective... Un panorama reñidísimo que, en cualquier caso, siempre quedará reducido a dos nombres: Matthew McConaughey vs. Bryan Cranston. Rust Cohle contra Walter White. ¿Quién se atreve a elegir a uno de los dos sin perder el juicio?

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