Lecciones de sexo gay en el plató de 'American Gods'

En su adaptación de la novela de Neil Gaiman, Bryan Fuller quiso hacer la escena de cama entre chicos más intensa de la historia de la TV. Conseguirlo le costó lo suyo
Lecciones de sexo gay en el plató de 'American Gods'
Lecciones de sexo gay en el plató de 'American Gods'
Lecciones de sexo gay en el plató de 'American Gods'

Adivina, adivinanza: ¿qué ocurre cuando se juntan un director de series abiertamente gay, como Bryan Fuller, y un escritor tan gay friendly como Neil Gaiman? Pues lo que tiene que ocurrir, claro. En American Godsel show con el que adapta una novela del autor británico, Fuller no sólo quería seguir adelante con esa senda experimental y tenebrosa que inició en Hannibal, sino que también quería rodar la escena de sexo entre chicos más intensa de la historia de la TV. Dada la repercusión que el momento de marras ha tenido en las webs anglosagonas, parece que lo ha conseguido… pero, según Vulture, tuvo que darles lecciones a sus actores para lograrlo.

Empecemos por el principio: la escena en cuestión nos muestra un momento íntimo entre un djinn (es decir, un genio como el de Aladdin, pero más peludo) y un vendedor de Omán, ambos perdidos en Nueva York. Literariamente hablando, esto le sirvió a Gaiman tanto para introducir la mitología árabe en su libro como para recordar que, en ella, el amor entre personas del mismo sexo ocupa un espacio nada desdeñable. El escritor, eso sí, reconoce que le costó darle realismo a la escena, dada su falta de conocimiento práctico. Pero sus tormentos creativos no fueron nada comparados con la que les cayó encima a los actores, Omid Abtahi Mousa Kraish, y al director David Slade, cuando Fuller vio su primera toma de la escena.

"Bueno, a no ser que él tenga el pene con la forma de un bastón de caramelo, le mida 30 centímetros y pueda doblar esquinas con él, ahí no está pasando nada", fue el comentario de Fuller cuando vio dicha primera intentona. Rematado con un contundente: "Chicos, lo vais a tener que repetir, y esta vez haceos a la idea de dónde está el agujero". Amigos en la vida real, Abtahi y Kraish se lo tomaron a pecho, y volvieron al trabajo tras haberse documentado un poco: "Era como si estuviésemos rodando una película de acción: queríamos que fuese realista y que se notase que los personajes se quieren", señala el segundo.

Según ha detallado Fuller, llevar la escena a buen término no sólo requirió de estas lecciones. También hubo un trabajo intensivo en el departamento de maquillaje, y ciertos detalles anatómicos fueron añadidos a posteriori vía CGI. El momento se ha ganado menciones a mansalva en la prensa de EE UU, y ya se empieza a comentar que podría suponer un antes y un después en la historia del medio. Fuller, sin embargo, lo ve de otra manera: "Salim [el personaje de Omid Abtahi] viene de un país en el que tiran a la gente de los edificios por ser gay", recuerda el director. Y remacha: "Me gustaría pensar que habrá chavales en Oriente Medio que usen esa escena para masturbarse". 

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