La filosofía de ‘La casa de papel’

La serie de habla no inglesa más vista en la historia de Netflix. Se dice pronto. La Casa de Papel es una serie sobre un atraco a la Casa de moneda y timbre. Así de sencillo. Una idea brillante, un tipo muy listo llamado ‘El profesor’ que pone en marcha el plan, un equipo de atracadores con carisma y personalidades dispares para que cualquiera pueda sentirse identificado y un guión donde el atraco y el drama romántico se entremezclan para dar a luz una serie terriblemente adictiva. La casa de papel es una droga  y de las duras… Por eso en Antena 3 no funcionó tan bien como en Netflix, porque el espectador necesita ver un capítulo tras otro, devorarla sin piedad… Es la serie perfecta para consumir en una plataforma de vídeo bajo demanda.

Su creador Alex Pina está en estado de gracia y debe de estar henchido de orgullo tras parir la primera serie de la historia sobre un atraco. Sin embargo, a pesar de todas las virtudes de esta ficción, hay también numerosos errores que vamos a enumerar antes de meternos definitivamente en materia y deshilvanar todas las cuestiones tanto filosóficas como sociales o políticas que se encuentran en La Casa de Papel.

-La voz en off es insoportable. Más que nada porque ni sabemos desde donde habla, ni tiene sentido que sea omnipresente, ni dice cosas que no se puedan entender sólo con las imágenes.

-Hay errores de guión muy obvios que cuesta imaginar que se hayan podido pasar por alto teniendo en cuenta el meticuloso desarrollo del atraco.

-La serie en muchas de sus tramas roza lo irreal provocando que la verosimilitud se vea afectada.

-El casting es irregular. Hay aciertos y descubrimientos maravillosos, sí, pero también interpretaciones muy malas.

-Los que vean la serie en España tendrán que enfrentarse a capítulos de más de una hora… ¡El piloto dura una hora y media! Por otro lado, el resto del mundo puede disfrutarla en 22 cómodos episodios de 45’

Pero todo esto no importa demasiado porque estamos ante la mejor serie española del año: es puro espectáculo, tiene una producción excelente y además está llena de interesantes tesis sobre las que el espectador podrá discutir largo y tendido con familia o amigos.

Esta es la filosofía de La Casa de Papel:

LA DELGADA LÍNEA ENTRE EL MAL Y EL BIEN

Todo, absolutamente todo lo que consumimos tanto de forma audiovisual como en literatura, habla de lo mismo:

-Alguien conoce a otro alguien.

-El bien y el mal.

En cuanto a lo primero La Casa de Papel no aporta gran cosa. Dos se conocen, se enamoran, la cosa se pone fea, hay un conflicto que superar y por último un remate que puede ser feliz o no. Hay tres historias de amor importantes en La Casa de Papel y todas aportan algo a la trama pero ninguna enseña nada que no se haya visto antes. De hecho su única peculiaridad es que dos de ellas son historias de amor express. El atraco dura unos cinco días y en esos cinco días hay personajes que se conocen, se gustan y acaban dejando todo por amor.

Pero en cuanto al estudio del bien y el mal, sin embargo, La Casa de Papel profundiza y mucho sobre la ética de los buenos que deberían ser los policías y los malos que deberían ser los atracadores, que al fin y al cabo son los que cometen un crimen, los que tienen a decenas de personas encerradas como rehenes y los que se han metido armados hasta los dientes en la Casa de Moneda y timbre a fabricar ingentes cantidades de billetes de cincuenta sin marcar. El dinero que hay en juego no te lo podrías gastar ni en tres generaciones.

Es la historia de Robin Hood, pero es que encima ni siquiera roban al Estado o a la gente rica (hacer billetes de la nada sin marcar no hace daño a nadie al menos directamente). Estos tipos con máscaras de Dalí lo único que van a robar es tiempo: El tiempo que van a perder las autoridades, los policías detrás del caso, la inspectora o el gobierno intentando detenerles.

Y lo que hace que la balanza se incline a favor de los ladrones y que de manera objetiva se alcen como héroes populares a nivel mundial son las maniobras de las fuerzas del estado que velando por el bien común deciden actuar sin escrúpulos, mentir y poner en peligro real a los rehenes en favor de una sola vida cuya importancia reside en evitar un conflicto internacional que le daría mala prensa. De repente el bien común pierde toda importancia respecto al bien individual de los atracadores, ni a ti ni a mi nos llegaría nada de ese dinero pero da igual porque estos tipos funcionan como detonadores sociales, se rebelan ante el sistema que nos utiliza para enriquecer más a los más ricos y empobrecer más a los más pobres. ¿Cómo no vamos a estar a favor de su causa? Y esto sin entrar en la motivación de cada uno de los ladrones.

RÁPIDA CLASE DE ECONOMÍA PARA DEPRIMIRSE

Al final de la serie cuando todo está a punto de irse al traste la única oportunidad que tiene El profesor para reconducir el plan es, sencillamente, explicar a la inspectora su motivación.

“En el año 2011 el Banco Central Europeo creo de la nada 171 mil millones de euros. De la nada. 185 mil en el 2012 y 145 mil en el 2013. ¿Sabes a dónde fue a parar todo ese dinero? A los bancos. A los más ricos. ¿Dijo alguien que el banco central europeo fuera un ladrón? Inyección de liquidez lo llamaron y lo sacaron de la nada, Raquel. Yo estoy haciendo una inyección de liquidez pero no a la banca, la estoy haciendo aquí para este grupo de desgraciados que es lo que somos”.

Total, que el Banco Central Europeo puede sacarse de la nada centenas de miles de millones para ayudar a salir a flote a los bancos y así facilitar todo tipo de movimientos financieros que por problemas de liquidez (causados por ellos mismos concediendo alegremente hipotecas a personas de dudosa solvencia) habían dejado de hacer. Y por supuesto, como indica Noam Chomsky en el estupendo documental Requiem for American Dream, estos movimientos marginan los intereses de los ciudadanos que, claro, ya no importan porque hace tiempo que dejaron de ser importantes para generar la riqueza económica de un país.

Y en términos económicos y éticos los gobiernos que imprimen billetes para paliar este déficit fiscal están robando. Lo que roban es valor adquisitivo del cada cacho de papel al que llamamos dinero devaluándolo en manos de la gente que sí que tiene que trabajar para obtener sus ingresos. O sea que en estos casos donde dicen inflación dicen robo.

¿QUÉ ES LA JUSTICIA?

La definición de Justicia hecha por Berlín, probablemente el personaje mejor construido, más carismático y más complejo de La Casa de Papel.

SIEMPRE HA HABIDO CLASES

Uno de los conflictos que sobrevuelan la serie constantemente es la lucha de clases.

Tenemos a Arturo, el director de la Casa de Moneda y timbre, un tipo de clase media alta orgulloso de haberse hecho a sí mismo y orgulloso de pertenecer a un sistema que le ha llevado tan lejos.

Tenemos a Alison Parker, la hija del embajador británico y clave durante toda la serie al ser el salvoconducto de los atracadores. Las burlas y abusos de sus compañeros de colegio vienen cargadas de ese odio cuyo origen es el rencor de clase.

Tenemos a Moscú y su hijo Denver, los dos personajes más humildes de la serie. Origen obrero. Clase baja. Luchadores y conscientes de que sus aspiraciones no pueden ser muy altas. Para Moscú, un hombre de ideales comunistas, el sueño americano es una insoportable tontería.

En una escena Denver sufre una charla de su padre, que le aconseja huir de la mujer que le gusta por el simple hecho de ser de distinta clase social.

“Como soy un mierda tengo que soñar como un mierda ¿no? Es eso.”

Y Tenemos al Señor Torres, el encargado de hacer funcionar la rotativas para imprimir los billetes de 50€. Un hombre que ama su trabajo y que bajo el mando de Narobi, la atracadora interpretada por Alba Flores, es muchísimo más feliz que trabajando para Arturo. Y este vínculo es maravilloso y son las personas a las que representa el señor Torres las que dan sentido a la fiesta del 2 de mayo.