'Juego de tronos': George R. R. Martin pide disculpas por el último capítulo de la serie

[SPOILERS] "Siento que haya resultado inquietante por las razones equivocadas", declara el escritor a propósito del momento más polémico de la historia del 'show'. Por YAGO GARCÍA
'Juego de tronos': George R. R. Martin pide disculpas por el último capítulo de la serie
'Juego de tronos': George R. R. Martin pide disculpas por el último capítulo de la serie
'Juego de tronos': George R. R. Martin pide disculpas por el último capítulo de la serie

"Innecesaria y despreciable" (Jezebel), "Perpetúa la idea de que un 'no' sólo indica que no has insistido bastante" (Flavorwire), "Son ideas como esta las que amparan una cultura de la violación" (Vulture). Palabras mayores, y críticas muy serias incluso para una serie tan aficionada a jugar con la tolerancia del espectador como Juego de tronos. En el tercer capítulo de su cuarta temporada, el culebrón medieval-fantástico de HBO se las ha apañado para poner de uñas a muchos críticos y la mayoría del fandom mostrándonos [SPOILER] el coito forzoso al que Jaime Lannister (Nokolaj Coster-Waldau) somete a su hermana Cersei (Lena Headey) [/SPOILER]. Por si la escena no fuera lo bastante desagradable con este planteamiento, se produce durante el velatorio de Joffrey (Jack Gleeson), el hijo incestuoso de ambos y seguramente el personaje al que los fans de la serie tenían más ganas de ver morder el polvo.

¿Hacía falta algo más para alimentar la controversia? Pues parece ser que sí, y además por partida doble: por un lado, los lectores del meganovelón original, Canción de hielo y fuego, recuerdan que dicha escena se produce en el texto de George R. R. Martin, con el 'pequeño' matiz que en ella el sexo es consensual, si bien grimoso. Lo cual les lleva a recordar cómo otros momentos eróticos de los libros (por ejemplo, el primer encuentro de la khaleesi Emilia Clarke y su bárbaro esposo Jason Momoa) se convirtieron en violaciones al pasar a la TV. Para colmo, Alex Graves -director del episodio- formuló una explicación más bien poco afortunada en una entrevista con HitFix: "Al final se convierte en sexo consentido", apuntó Graves, "porque [a Jaime y Cersei] les excitan las luchas de poder". Tras esta salida por la tangente, el director indica que los ensayos de la escena fueron extremadamente largos y difíciles, pero que tanto él como los actores acabaron satisfechos con los resultados. Algo que no ha caído nada bien entre una gran mayoría de críticos y espectadores.

Así las cosas, hacía falta que alguien se pasara a poner paz. Y nadie más autorizado para ello que el propio George R. R. Martin, quien ha roto su costumbre de hablar lo justo sobre Juego de tronos en su no-blog. Algo comprensible, por lo demás: aparte de acusar a la escena de "decir mucho acerca de cómo esta sociedad trata a las víctimas, sobre todo a aquellas que no nos caen bien", el artículo de Jezebel señalaba que ésta arruina el arco argumental de Jaime Lannister, cuya transición de villano despreciable a antihéroe ha supuesto muchos elogios para la saga y para el escritor. Martin achaca el cambio a lo que él denomina "el efecto mariposa" (las alteraciones que se producen con la adaptación de sus textos a la pantalla) y lanza una pulla sutil a los showrunners David Benioff y Daniel B. Weiss: "La escena es la misma", comenta, "pero no se produce en el mismo contexto que en los libros, lo cual podría explicar que Dan y David hayan decidido mostrarla de forma diferente. Pero eso es sólo una suposición: nosotros nunca hablamos sobre ello, al menos que yo recuerde".

"Así mismo", indica Martin, "yo escribí esa escena desde el punto de vista de Jaime, así que el lector se encuentra dentro de su cabeza, oyendo sus pensamientos. En una serie, la cámara es forzosamente externa: uno no sabe lo se piensa o siente, sólo lo que se dice y se hace". "Escribí ese momento para que fuera inquietante, pero siento mucho que haya resultado inquietante por las razones equivocadas", remacha el escritor, antes de pedir a sus lectores que dejen de cargarle con el tema y le dejen hablar en paz de la programación del Jean Cocteau Cinema, la sala que regenta en su pueblo de Santa Fe (Nuevo México).

¿Qué podemos extraer de esto? Pues, para empezar, que Martin figura como "productor co-ejecutivo" en los créditos de la serie, y que por ello se le supone un mayor control sobre la adaptación de su obra. Aun así, puede dar algo de rabia el hecho de que el autor haya considerado necesario apaciguar a los fans por un patinazo ajeno. Por otra parte, pensemos en que tras una recepción crítica a veces hostil, por su pertenencia al género de fantasía, Juego de tronos había logrado hasta ahora ganarse el aprecio tanto de los medios como de muchos espectadores a priori no interesados en dicho género. Sería una pena (o, probablemente, lo sea ya) que una de sus subtramas más interesantes se vea arruinada debido a un error como este.

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