'Juego de tronos': Esta es la verdadera razón por la que Drogon hizo ESO en el último capítulo

[ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DE JUEGO DE TRONOS]

El último episodio de Juego de tronos no ayudó a suavizar las reacciones negativas que había ido despertando la temporada hasta entonces, pero al menos sí entregó unos cuantos planos y escenas para el recuerdo. Daenerys (Emilia Clarke) transformada en una dictadora con ecos nazis y alas de dragón a la espalda, Tyrion (Peter Dinklage) solucionando en un segundo el gobierno de Poniente o, en especial, la escena en la que Jon (Kit Harrington) decide asesinar a su amada Targaryen por el bien mayor.

Esta última secuencia contenía un momento algo ridículo, pero muy potente en términos visuales: una vez presenciada la muerte de su madre Drogon, el último de los dragones vivos, enloquecía de furia y dirigía sus llamas contra el Trono de Hierro, destrozando el objeto que tanta muerte había causado. Un ataque de simbolitis aguda que gustó a muchos fans, pero que ahora el guión del episodio (colgado en Internet para celebrar su nominación al Emmy por Mejor Guión de Serie Dramática, entre cientos de nominaciones más) ha ayudado a matizar.

Según recogen medios como IndieWire, gracias al libreto sabemos que la destrucción del Trono de Hierro fue puramente casual, fruto del comportamiento desesperado de Drogon. Según se puede leer en él, "Drogon mira a Jon. Vemos el fuego salir de su garganta, y Jon lo ve también. Se prepara para morir. Pero la llamarada no es para él. Drogon quiere quemar el mundo pero no matar a Jon. Dispara fuego contra el muro (...) vemos cómo el fuego ha alcanzado el Trono. No era el objetivo de la ira de Drogon, sólo un espectador alcanzado por accidente".

Dicha explicación es algo más creíble que pensar que Drogon, antes que matar al asesino de su madre, prefirió destruir el objeto que causó su perdición. Por ello, contrariamente a verlo como una nueva pifia de los guionistas (que ya bastante tienen con lo que tienen), puede entenderse como una forma de respaldar la narrativa de la serie, y de aclimatarse al título que, en los libros, tenía originalmente la historia: Canción de hielo y fuego. Porque el fuego es indomable y arbitrario, pero a veces quema lo que debe quemar.