'Juego de tronos': Emilia Clarke vio vídeos de Hitler para el discurso final

[ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DEL FINAL DE JUEGO DE TRONOS]

Ya es hora de que superemos nuestro estado de negación y lo asumamos: Juego de tronos ha llegado a su fin. El fenómeno de HBO se despedía el lunes rompiendo todos los récords de audiencia, aunque sin el apoyo de gran parte de su fiel fandom. Al fin y al cabo, esta octava y última temporada ha traído consigo críticas no muy positivas.

Entre los protagonistas, el arco de Daenerys ha sido seguramente uno de los que más ha indignado a los seguidores. La Targaryen se dejaba llevar por el odio y la locura en el penúltimo episodio, en el que acababa con todo ser viviente (niños, mujeres, soldados, ¿qué más da?) de Desembarco del Rey. En el capítulo final, justo antes de morir a manos de su enamorado/sobrino Jon Nieve (Kit Harington), la Madre de Dragones daba comienzo a su efímero reinado con un discurso dictatorial.

En una entrevista concedida a Variety, Emilia Clarke ha confesado ahora que se inspiró en discursos de dictadores como Hitler para esta escena en la que, además, hablaba en Dothraki: "Vi un montón de vídeos de, ahora suena raro, dictadores y líderes poderosos hablando en idiomas diferentes para ver si podía entender lo que decían sin conocer el idioma. ¡Y puedes! Puedes entender totalmente lo que Hitler está diciendo". Así, la actriz se propuso lograr lo mismo con su personaje: "Pensé: 'Si puedo creerme cada palabra que estoy diciendo, la audiencia no necesitará mirar mucho los subtítulos".

Esta toma en la que Daenerys pronuncia su discurso es una de las escenas clave del personaje no solo en esta entrega, sino también en la serie. Clarke, consciente de su importancia, confiesa haber sentido presión. "He tenido que aprender mucho Dothraki, Valyrian u otros idiomas falsos, y he tenido que dar muchos discursos, pero me presioné mucho con esta escena", ha asegurado, y añade: "Cualquier actor te dirá que los días en el set son largos, luego vas a tu casa y haces los deberes, que consisten en aprenderte el guion para el próximo día. Esto era aprender un idioma falso encima de todo eso. Casi me mató". 

Lo que más preocupaba a la británica era fastidiar una secuencia tan fundamental. Por eso, ensayó el famoso discurso durante meses: "Normalmente suelo aprender estas cosas con bastante rapidez, pero este discurso significaba tanto para mí. Estaba preocupada por si lo echaba a perder. Me desvelé hasta tarde cada noche durante dos meses. Se lo decía a mi fogón, se lo decía a mi frigorífico".

Incluso la noche antes de rodar la escena, la actriz pensaba que no podría hacerla: "Esa mañana, no había dormido nada porque estuve toda la noche despierta pensando entre lágrimas: 'No puedo hacer esto. No puedo hacerlo sin confundir mis líneas de guion". En el set, tenía a un coach porque estaba segura de que necesitaría ayuda con las frases, pero, sin embargo, el discurso terminó por salir a la primera: "Pasó lo más raro. Entré al set, no necesité ensayos, y conseguí hacerlo perfecto a la primera. El resto del día era como si Daenerys estuviera conmigo. Esa fue la única vez que dije el discurso sin cometer ningún error, cuando lo hice frente a cámara. Si me hubieras pedido que lo hiciera al día siguiente, ya lo habría olvidado".