"Hemos hecho de la señora española una 'Working Girl": Hablamos con 'los Javis' sobre la 2T de 'Paquita Salas'

Qué pequeñas se le han quedado Acacias o El secreto de Puente Viejo a la hija pródiga de Navarrete en los clips promocionales que nos han ido llegando de la segunda temporada de Paquita Salas. Desde que la webserie de Javier Ambrossi y Javier Calvo aterrizara en Flooxer hace ya dos años, la representante de actores más analógica de la TV ha pasado de lamentar la marcha de Macarena García a ganar tres premios Feroz, fichar por Netflix y codearse con los niños de Stranger Things.

La segunda entrega de la serie, que llega el 29 de junio a la plataforma de VOD, promete mantener la frescura y el desparpajo de la anterior, pero sin ser una repetición de la misma. A Brays Efe, Belén Cuesta o Anna Castillo se suman los cameos de Verónica Echegui, La Terremoto de Alcorcón y Ana Obregón. Tras cinco años de llamadas, Larios y torreznos, 'los Javis' se han convertido en la voz millennial que la ficción española necesitaba, aún sin saberlo. Hablamos con la pareja creativa más prometedora de la industria española.

Cinco nominaciones a los Goya con La llamada, Paquita Salas en Netflix... ¿Si hace un año os hubieran dicho todo lo que ibais a conseguir estos meses, os lo habríais creído?

Javier Calvo: La verdad es que no. En el evento See What's Next en Roma conocimos a todo el mundo, a gente de series que admiramos, e incluso a personas que mandan muchísimo en Netflix, y yo pensaba: "Es increíble a dónde hemos llegado con una serie tan pequeñita que hicimos entre amigos para pasárnoslo bien". En los Premios Platino, en México, todos conocían Paquita Salas, nos felicitaban, los medios querían hablar con nosotros porque les gustaba la serie.

¿Da vértigo este momento en el que parece que todo lo que tocáis se convierte en oro?

Javier Ambrossi: Ninguno de los dos sentimos vértigo. Primero porque somos un poco inconscientes, y segundo porque no hemos tenido el tiempo de parar y pensar. Rodamos La llamada, empezamos con la promoción, con los festivales, luego OT, ahora de nuevo Paquita… Se ha solapado un proyecto con otro. No siento ningún miedo, la verdad. Estamos muy convencidos de lo que hacemos.

¿Cómo lleváis la exposición que trae consigo el haberos convertido en personajes públicos?

J. C.: Lo llevamos muy bien porque vamos por la calle y la gente nos da cariño, nos da las gracias. Nos dice: "Enhorabuena por lo que os está pasando". Sí que es verdad que cada vez eres más conocido. Javi se fue de Twitter porque empiezas a recibir más odio. Pero sobre todo recibimos cariño.

J. A: La gente de verdad es majísima. De momento todo bien.

¿Y cómo os ha recibido la industria?

J. C.: Nosotros lo hemos hecho todo muy a nuestra manera, como nos ha dado la gana. Hemos podido demostrar con hechos. No hemos tenido que ir pidiendo permiso a nadie.

¿Se ha notado la entrada de un gigante como Netflix a la hora de encarar la nueva entrega de Paquita Salas? 

J. A.: Hemos tenido la misma libertad, es increíble. Porque claro, una de las cosas que piensas es que cuando vas a entrar con un producto audiovisual en una plataforma tan grande, habrá en juego otras cosas, otras opiniones. Pero todo lo contrario, no nos han cambiado ni una coma. Hemos tenido absoluta libertad en el rodaje, el guion, el acabado de la serie, el casting... Lo cual es maravilloso.TODOS SOMOS PAQUITA

¿Cómo ha sido el reencuentro con Paquita dos años después de la primera entrega?

J. C.: La temporada uno fue bastante conclusiva y la primera vez que nos reencontramos con ella en el papel fue un proceso intenso. Es difícil volver a conectar con la historia, encontrar otro camino… Nosotros siempre queremos escribir si tenemos algo que contar y lo difícil después de estos dos años ha sido encontrar algo nuevo que contar. Estos guiones tiene un salto cualitativo respecto a la anterior entrega y estamos muy orgullosos de ello. También fue muy bonito ver cómo Brays se volvió a transformar, se volvió a teñir, se volvió a depilar, se volvió a poner los trajes...

J. A.: Han pasado dos años, pero nunca hemos desconectado del todo de Paquita. Siempre hemos estado pensando: "¿Qué le podría pasar después?". Ha seguido en nuestra cabeza.

J. C.: Y yo creo que en la cabeza de todos. Paquita Salas se estrenó hace dos años pero sigue siendo actualidad. Paquita todavía está en todo el mundo.

Los hashtags "Paquita me representa" o "Paquita somos todos" se repiten en redes...

J. C.: Es que todo el mundo se identifica con ella. Paquita ya está en el imaginario de la gente. Ya tiene vida propia.

J. A: Después de la primera temporada, con cinco capítulos, parecía que la gente sabía más del personaje que nosotros. Nos decían: "El personaje es así, es asa… Debería pasarle eso, debería pasarle lo otro". Cuando, después de tres años en el teatro, empezamos a escribir el guion de La llamada, nos pasó algo parecido y lo que hicimos fue justo lo que hemos hecho con Paquita, intentar volver al origen y preguntarnos: "¿Qué quiero contar? ¿Qué es lo que a mí me gusta de este personaje? Más allá de lo que quieran los demás o de lo que haya gustado. ¿Cómo puedo hablar de mí a través de Paquita?".

¿Cómo se crea un personaje con el que espectadores de todas las edades, géneros y orígenes se identifican?

J. C.: Mucha ropa de Paquita se ha sacado del armario de mi abuela de Murcia. Tenía un armario gigantesco. El personaje tiene parte de mi abuela y tiene parte de las señoras que nos fascinan: las vecinas de Valencia, Mila Ximénez, Terelu... No hay señoras como las de España.

J. A.: Y no habían sido representadas en sitios de los que nos apetecía mucho hablar. Nos apetecía hablar de la vida profesional de una señora, no hacer una serie de la vida de una mujer en función de un hombre, sus hijos, su expareja, sus amoríos… Sino una serie profesional, de una mujer en relación con su trabajo. Algo muy novedoso.

J. C.: Estamos acostumbrados a ese personaje que es la vecina cotilla y nosotros hemos hecho de la señora española una Working Girl, una heroína trabajadora, como en Armas de mujer.

J. A.: Algo universal que tiene Paquita es su fuerza, cómo cada vez que cae se levanta. Todos hemos sido Paquita alguna vez, todos hemos sentido que nos va mal en la vida, hemos estado perdidos, nos han abandonado y hemos tenido que decir: "Venga no, yo puedo". Y luego hemos tenido que reinventarnos. Yo creo que conecta mucho con ese espíritu de héroe que tenemos todos en el fondo.

Hablabais de la protagonista como una heroína trabajadora. Paquita Salas es una serie muy feminista.

J. C.: Es una serie absolutamente feminista. Tenemos muchísimas actrices de todas las edades, de todos los físicos, y es una cosa que nos encanta. No dependen de ningún hombre, dependen de ellas mismas, de su trabajo, de sus emociones, de sus sueños… y de las cosas que les pasan a ellas por sí mismas.

J. A.: Hemos intentado mostrar lo que yo veo cuando voy por la calle, cómo son mis amigas, mi familia. Hemos tratado de reflejar la verdad, con sus imperfecciones. Eso es lo que hace a la serie única. Y feminista claro, no hay otra opción en la vida.MÁS CRISIS, MÁS CAMEOS Y MÁS TORREZNOS

Hablando de mujeres fuertes, el de Ana Obregón promete ser uno de los cameos más comentados de la nueva temporada...

J. C.: La invitamos al estreno de La llamada y le encantó. Después, quedamos con ella para comer, le contamos la idea que teníamos para el personaje y le gustó mucho. Ha sido maravilloso contar con ella. Nos hemos meado de la risa, hemos improvisado mucho, ha sido genial.

J. A.: Para mí, poder dirigir a Ana Obregón, que ha sido uno de los iconos de mi adolescencia, ha sido todo un privilegio. Verla con Brays ha sido magia, un sueño cumplido.

J. C.: Digamos que este año hemos podido dirigir a los niños de Stranger Things con Paquita y a Ana Obregón. Pues no está mal.

¿Cómo se gestó ese crossover entre Paquita Salas y Stranger Things?

J. C.: Nos lo propuso Netflix. Son supercreativos, hacen unas promos maravillosas y les gusta mucho un crossover.

J. A.: Fue muy impactante, muy loco. Todo lo que nos está pasando con La llamada, con Paquita Salas, todo en general... En cinco años ha sido todo muy salvaje. Y todavía quedan cosas fuertes por salir.

J. C.: Esta temporada quedan muchas sorpresas. No es porque la hayamos hecho nosotros, pero de verdad, esta entrega es una locura. Yo creo que corre riesgo la salud de la gente que la vea del tirón porque le va a dar un telele. Esta temporada es de lo que más orgulloso me siento de todo lo que he hecho. Por los lugares a los que hemos ido, por lo que contamos, por cómo lo contamos.... Yo estoy orgullosísimo.

¿Qué nos podéis adelantar de los nuevos episodios? 

J. A.: La segunda temporada es la continuación lógica de la primera. Ha pasado un tiempo y lo que podemos contar es que Paquita Salas está en una crisis que le afecta a todos los niveles. Ella sigue en su Madrid, con su nostalgia.

J. C.: Lo que pasa con Paquita es que estuvo muy arriba en los 90, pero ahora está tan abajo que solo puede crecer y crecer, pero de momento vamos paso a paso. Esta entrega el viaje de Paquita tiene su parte dura.

Tras un año tan intenso, ¿ya estáis pensando en próximos proyectos?

J. C.: Estamos muy volcados en Paquita Salas, al 100% con esto, pero sí, también estamos escribiendo nuestra próxima película.

La segunda temporada de Paquita Salas (que ya tiene tercera entrega confirmada) se estrena en Netflix el 29 de junio.