'Emily en París' no es la 'Sexo en Nueva York' de Netflix

Lily Collins produce y protagoniza esta comedia romántica de Darren Star (‘Sexo en Nueva York’) en la París más chic y romántica. La actriz y el creador nos desvelan sus claves.
'Emily en París' no es la 'Sexo en Nueva York' de Netflix
'Emily en París' no es la 'Sexo en Nueva York' de Netflix
'Emily en París' no es la 'Sexo en Nueva York' de Netflix

Darren Star lleva años tratando de sacar adelante Emily en París. "Quería captar en una serie mi tiempo en esa ciudad, reflejar la experiencia que supondría vivir y trabajar allí", nos cuenta el prolífico creador detrás de series como Melrose Place, Sensación de vivir y, por supuesto, Sexo en Nueva York. 

Ese proyecto tan ansiado llega ahora a Netflix con Lily Collins colocándose la boina parisina de Emily Cooper, una joven ejecutiva de marketing de Chicago que consigue el trabajo de sus sueños cuando su empresa es comprada por una multinacional francesa y se traslada a su sede en París.

El cometido de Emily consiste en modernizar la estrategia de redes sociales de la empresa, aunque sus nuevos compañeros franceses tienen un modo de encarar el trabajo diferente al de ella. "Lo que me interesaba mostrar con las redes sociales es que el marketing tradicional, al que aquí se aferran los compañeros franceses de Emily, no es democrático, e Instagram lo democratiza", asegura Star.

'Emily en París' no es la 'Sexo en Nueva York' de Netflix

En la Ciudad de la Luz, además de tratar de hacerse un hueco profesionalmente, la protagonista también entablará amistades y vivirá nuevos amores. En palabras del showrunner, Emily en París es "una comedia romántica clásica con esteroides" que le ha permitido mostrar el choque cultural entre Francia y EE UU. "El show celebra las diferencias, es interesante exponerlas. Por ejemplo, mis amigos franceses entienden la corrección política de una forma diferente a la nuestra", nos explica.

Para mostrar esas diferencias inevitables entre dos culturas, Star ha contado con la colaboración de un "maravilloso" equipo local. "Había mucha camaradería", asegura, y añade sobre los trabajadores galos: "Son muy artísticos, tienen una herencia cinematográfica bestial, son apasionados y trabajan duro". 

Emily en París es ante todo el viaje de autodescubrimiento de una joven ambiciosa (y muy a la moda) que trata de encontrar su lugar en el mundo. Sin embargo, no os confundáis, esto no es Sexo en Nueva York, insiste el creador: "Sexo en Nueva York iba sobre mujeres de aquel momento que se expresaban con franqueza, sin verse limitadas por los hombres. Esta serie trata sobre vivir en un país extranjero y encontrarte a ti mismo, experimentar diferentes culturas. Esta serie es un intercambio cultural, Sexo en Nueva York no lo era".

Entrevista a Lily Collins

'Emily en París' no es la 'Sexo en Nueva York' de Netflix

¿Qué te atrajo del proyecto y de Emily, una ejecutiva de marketing recién llegada a París?

Me encantó el guion, poder trabajar con Darren y Patricia Field [diseñadora de vestuario], experimentar París como una local y aportar mi granito de arena a este personaje increíble que trata de encontrarse a sí misma en el extranjero. Este tipo de oportunidades no llegan muy a menudo. Además, es mi primer trabajo como productora, he podido probar otra voz y aprender mucho.

La serie es una comedia romántica.

Sí, es el tipo de historia que antes solías ver en cines. Ya no se hacen esas películas y era mis favoritas de niña. Para mí, ha sido como coger lo que más me gustaba ver, alargarlo como serie y darle visibilidad otra vez, pero ahora en Netflix, donde se convierte en algo global. Es maravilloso.

'Emily en París' no es la 'Sexo en Nueva York' de Netflix

Emily también es toda una instagramer. ¿Te ha ayudado la carrera de Periodismo a preparar esta faceta del personaje?

Sí, definitivamente. Hice Periodismo y sigo escribiendo siempre que puedo. El periodista es el ser humano curioso: preguntamos, nos gusta relacionarnos con la gente... Esa soy yo. Como alguien que ahora usa las redes sociales para dar a conocer mi vida personal y profesional, interpretar a un personaje que es más experta en este mundo que yo me ha enseñado mucho sobre cómo comunicar de diferentes formas. Y yo, que soy periodista y alguien que ama escribir, creo que he podido aportar esa parte de mí al personaje.

¿Te has sentido como una Carrie Bradshaw millennial con los diseños de Patricia Field?

¡Me encanta la moda! Trabajar con Patricia ha sido un sueño. Pude colaborar con ella, elegir la ropa, jugar con los colores, las texturas, el estampado… Estoy segura de que Emily creció amando a Carrie Bradshaw, que vio Sexo en Nueva York y se sigue inspirando en ella porque fue una de sus ídolos. Pero Emily es bulliciosa, valiente, y su forma de vestir representa eso. No queríamos hacerla la segunda versión de nadie porque merece más que eso. Por otro lado, Carrie es irrepetible.

Emily en París se estrena el 2 de octubre en Netflix.

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