David Chase explica el final de 'Los Soprano'

"Es más sencillo de lo que la gente se cree", afirma el creador de la serie. ¿Nos lo creemos?
David Chase explica el final de 'Los Soprano'
David Chase explica el final de 'Los Soprano'
David Chase explica el final de 'Los Soprano'

Han pasado ocho años, pero el final de Los Soprano sigue siendo uno de los momentos más discutidos de la historia de la televisión. Recordemos: Tony y familia (salvo su hija Meadow, que llega tarde) se reunen en un restaurante y piden unos aros de cebolla para picar, el capo más famoso de la historia de la TV mira a cámara... y la escena, y por ende la serie al completo, finalizan con doce angustiosos segundos de negrura hasta que aparecen los créditos. Sobre dicha decisión se ha escrito de todo: que si el local está lleno de símbolos que explican la totalidad de la serie, que si el protagonista muere víctima de un asesino a sueldo y el corte a negro representa su tránsito hacia la nada, etcétera. Pero David Chase, creador del show, ha explicado la escena plano por plano en un artículo para el sindicato estadounidense de directores, y su versión no tiene nada que ver.

"Es mucho menos complicado de lo que la gente se cree", afirma el director y guionista. Según indica Chase, planos como el de ese hombre que mira a James Gandolfini por encima del hombro (y al que se identifica con el asesino) sólo pretendían jugar con la paranoia del protagonista, y con la del espectador. "Tony lleva una vida peligrosa, paranoica, que le obliga a estar siempre en guardia", comenta. "En un lugar así, lleno de girl scouts y fotografías de héroes del fútbol americano, debería sentirse a gusto. Pero eso no es posible, porque sabemos quién es y las cosas que ha hecho. Y él no puede estar seguro de que el enemigo no va tras él. Tiene que llevar siempre puestos los ojos en la nuca". El hecho de que el final de la serie transcurra en un restaurante, según Chase, no es accidental: está hecho a propósito para evocar la escena de El Padrino en la que Al Pacino comete su primer asesinato. Y, en general, todo fue planteado para poner al público de los nervios, en espera de un clímax que nunca llega.

¿Dónde está, pues, la clave del final de Los Soprano? Pues, explica David Chase, en Don't Stop Believing, la canción de los Journey que le sirve como banda sonora. "La vida y la muerte van y vienen, pero no hay que dejar de creer. Aunque sepamos que todo va a acabar, las relaciones que entablamos en nuestra vida valen la pena, y tenemos la suerte de experimentarlas. La vida es corta. Y es posible que la de Tony se acabe en ese momento, o más adelante. Pero, a pesar de todo, vale la pena. Así que no dejes de creer". Viniendo de un sujeto tan iracundo como Chase, y contando con sus explicaciones anteriores ("El público ha disfrutado viendo a Tony cometer crímenes, y no quiero que ahora se den el gusto hipócrita de verle morir", comentó en cierta ocasión), una explicación tan apacible sorprende. Pero, si lo dice él, tendremos que creerlo.

¿Tienes tú alguna teoría personal sobre el final de Los Soprano? Cuéntanosla en los comentarios.

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