'Daredevil' 3T: Así se rodó en una sola toma la pelea en plano secuencia

¿Cuáles son las mayores aficiones de Matt Murdock? Pues, dejando los cómics aparte y centrándonos solo en lo que hemos visto en Daredevil, podemos decir que combatir el crimen disfrazado de demonio, sufrir crisis de fe, enamorarse de ninjas griegas y psicópatas… y pelearse en pasillos. Desde su primera temporada, el show de Marvel-Netflix ha establecido la tradición de poner al personaje de Charlie Cox en peleas monumentales situadas en espacios angostos y llenos de recovecos que la cámara recorre sin descanso. En la primera y segunda temporadas del show, estas escenas incluyeron alguna trampa que otra… pero la tercera etapa ofreció por primera vez un festival de tollinas de 10 minutos ininterrumpidos y rodados en una sola toma.

Erik Oleson, showrunner de Daredevil, y el argentino Álex García López (responsable de dirigir el episodio) han hablado largo y tendido de esta proeza técnica, rodada en una prisión abandonada cerca de Staten Island. Según declaran ambos en una entrevista para Vulture, la idea fue del director, quien al leer el guion del cuarto episodio tuvo claro lo que había que hacer con esa escena: "Mientras lo leía no podía parar de pensar: 'Esto hay que hacerlo en una sola toma'. Así que terminé de leerlo, llamé a Erik y le dije, literalmente: 'Tío, aquí tenemos la ocasión de hacer algo fantástico", resume el director. "Lo rodamos de tal manera que pudiéramos editarlo sin que se notara en el caso de que algo saliera mal", explica Erik Oleson, "pero en lugar de eso, en postproducción, insistí en usar una sola toma y en iluminar el pasillo de modo que el público pudiese ver que no hay cortes". 

Según señalan ambos, Oleson y García López tuvieron sus roces (el segundo quiso interrumpir la golpisa para incluir un pequeño diálogo de Matt con un preso, algo a lo que el showrunner se opuso, pero que finalmente se rodó). Y también necesitaron negociar las cosas con sus jefes en Disney. Según el showrunner: "Tuve que llamar a los contables y decirles: '¿Sabéis qué? Vamos a parar el rodaje durante todo un día para que así el equipo pueda ensayar. En la producción de TV, eso puede crear un zafarrancho". Una vez obtenido el permiso, y con el trabajo de Alfonso Cuarón en Hijos de los hombres bien presente, se pusieron manos a la obra. Momento en el que quedó claro que, si bien Charlie Cox estaba entusiasmado con la idea, solo podía hacer alrededor del 80% de la escena.

Según García López, el recurso usado para sustituir al actor fue el llamado 'Texas switch', una técnica de especialista mediante la cual un actor desaparece del encuadre para así ser sustituido por su doble (en este caso Chris Brewster). "Por ejemplo, cuando [Cox] está en el pasillo donde los policías se lanzan a por él y empiezan a darle con sus porras, ahí es Brewster. Entonces recibe unos cuantos golpes, se cae, da una patada, y la segunda patada la propina Charlie, que está tumbado a su lado. Entonces es Charlie el que se levanta". Por otra parte, como una pelea de Daredevil no es lo mismo sin su protagonista sangrando como un cochino, el equipo de stunts recurrió a otra técnica de veteranos: esconder vasos de sangre (falsa) en los rincones del decorado. "Así Charlie podía beberlos y, cuando le pegaban, empezar a soltar sangre por todas partes". 

Para colmo, esto tuvo que ser realizado en tiempo récord: "Teníamos 12 horas de rodaje, que no eran realmente 12 horas porque los especialistas solo podían repetir la coreografía cuatro o cinco veces antes de que el cansancio pudiese con ellos", recuerda el director. Menos mal que todo salió bien y la primera toma de la escena fue correcta: "Hubo pequeños deslices aquí y allá, pero todo fue muy inspirador porque nos pusimos en plan '¡Dios, podemos hacerlo!". Tras dos intentos más, el jefazo de Marvel Tom Lieber recibió la buena nueva mediante un whatsapp de Charlie Cox: "Toma tres, 11 minutos y 25 segundos". "Me puse a gritar '¡Lo han hecho, lo han hecho!", recuerda el mandamás. "Parecía Janine la de Los Cazafantasmas". 

Tras completar la escena (11 páginas de guion, que se dice pronto), Charlie Cox acabó tan baqueteado como el Hombre Sin Miedo, pero muy satisfecho de la proeza. Pero el resultado, recuerda Erik Oleson, mereció la pena. Y no solo por el resultado en la pantalla, sino también por haber provocado una plaga de absentismo laboral en las oficinas de Marvel. "Al día siguiente, cuando llegaron los copiones, nadie trabajaba: estaban todos viendo el plano secuencia una y otra vez y chocándose los cinco".