'Criminal': Carmen Machi y Eduard Fernández, bajo sospecha en la serie más claustrofóbica de Netflix

Eduard Fernández asegura que nunca podría interpretar a un pederasta, “porque lo juzgo. Y lo que no puedo, cuando hago un personaje, es juzgarlo. Si no, no eres capaz de mostrar todos sus colores, su cariño, su amor, su desgracia”.

Por su parte, Carmen Machi crea personajes observando lo que pasa a su alrededor: “Me da mucho pudor investigar dentro de mí. A veces, lo que se queda en la retina es más poderoso que lo que uno mismo siente, pero también es una cosa mía, de no querer arañar dentro”.

Los actores protagonizan Criminal, el thriller de George Kay (Killing Eve) para Netflix, que traspasa fronteras desde el escenario más claustrofóbico posible: una sala de interrogatorios policiales. Son 12 episodios, cuatro países (España, Francia, Alemania y Reino Unido) y ese único escenario en común.

Fernández y Machi son sospechosos en dos de los tres episodios patrios dirigidos por Mariano Barroso. “Es una maravilla cuando te pasan no sé cuántas páginas de un guion en el que está retratado un personaje, ¡y en un interrogatorio!”, recuerda Machi. "Yo salía fuera a respirar, y decía: '¡Es de día!", rememora Fernández sobre el rodaje de Criminal en un solo lugar.

Él se mete en la piel de un buscavidas llamado Carmelo, que se define como árabe y catalán, pero ni integrista ni independentista. Ella, Isabel, es una “solterona” con un dálmata. “Comparten una soledad apabullante. Son dos supervivientes, aunque de perfiles distintos. Hay algo triste y patético en ellos. Yo no sé si mi personaje es una criminal, pero la vida le puede llevar fácilmente a ello”, afirma la actriz de Aída sobre los protagonistas del proyecto con el que regresa a la pequeña pantalla. Al otro lado de la mesa, los agentes de Emma Suárez, Álvaro Cervantes y Jorge Bosch.

Estamos ante un proyecto internacional, con David Tennant o Hayley Atwell en el elenco, pero de cuya envergadura no se han percatado sus protagonistas españoles hasta la promoción, confiesa el actor: “Ocurre una cosa muy curiosa. Cuando haces una película, estás seis semanas, siete. Criminal fue algo muy bonito, que nos apetecía mucho, pero su rodaje duró cinco días de nuestras vidas. Hoy tiene ya un valor distinto. Te vuelves a acordar de aquello con el placer que te produjo rodarlo, pero pilla todo otra dimensión”.

Al fin y al cabo, Criminal es un paso más en el fortalecimiento y la expansión de la cada vez menos pequeña pantalla. “Llegó un momento en el que en TV todo era A, B o C”, explica Fernández sobre este cambio de paradigma, “pero ahora hay mucha creatividad”. ¿Se apuntarían a un spin-off de Carmelo e Isabel? “Proponedlo. Imagínate la vida de estos”, responde el actor. “Que se crucen en Alcalá Meco”, añade Machi entre risas. “No, no. Se conocieron una noche en un bar. Se liaron”, contraataca su compañero. “Hay un material explosivo detrás”, remata ella.