¿Ayudó 'House of Cards' a la victoria de Trump?

No lo decimos nosotros: lo dicen los servicios de inteligencia de EE UU, según un informe desclasificado en enero de este año. Durante 2016, con vistas a las elecciones en EE UU, Vladimir Putin orquestó una campaña en internet para influir en la opinión pública de la superpotencia y facilitar la victoria de Donald Trump. Ahora bien, ¿qué recursos usó dicha campaña, y cómo se documentó para sus insidiosas maniobras? ¿Hablamos de un equipo de expertos en ciencias políticas, armados con sesudos volúmenes de Maquiavelo y Kissinger? Más bien no: a grandes rasgos, se trató de un batallón de trolls de internet metiendo cizaña a destajo en páginas y foros. Y, en cuanto al material que usaron para documentarse, pues... ¿te suena una serie titulada House of Cards?

El canal de TV ruso Rain (vía Yahoo!) emitió este domingo una entrevista con un presunto miembro de una 'fábrica de trolls' de San Petersburgo. El entrevistado se hace llamar 'Maksim', y afirma haber participado la campaña de propaganda pro-Trump. Según esta fuente, el adiestramiento de los trolls profesionales empleados por Putin incluyó auténticas maratones de la serie de David Fincher para Netflix. "Al principio, nos obligaban a ver [House of Cards] en inglés", señala 'Maksim'. "Lo necesitábamos para conocer los problemas más importantes de EE UU. Sus problemas fiscales, el problema de los gays y las minorías sexuales, el de las armas...".

Tras empollarse las malignas andanzas de Frank Underwood (Kevin Spacey), los trolls debían postear sus comentarios en una larga lista de páginas web (entre ellas, las de diarios influyentes como el New York Times y el Washington Post), siempre alentando las opiniones más reaccionarias y denigrando la imagen pública de Hillary Clinton. Para esto último, como podemos imaginar, les ayudó mucho fijarse en la pérfida Claire Underwood interpretada por Robin Wright. 

¿Hasta qué punto fue efectiva esta campaña? Saberlo es dificilísimo, y más aún si no se dispone de datos totalmente fiables ni se es un experto en la materia. Pero basta con ver las noticias que llegan desde la Casa Blanca para comprobar que no cayó del todo en saco roto. Ahora bien, como se preguntan en Vulture: ¿no podrían haberse visto también unas temporadas de El ala oeste de la Casa Blanca, para compensar?