'Avatar, la leyenda de Aang': La serie de imagen real de Netflix se queda sin sus creadores originales

La emisión vía Nickelodeon de Avatar, la leyenda de Aang entre 2005 y 2008 obtuvo el éxito suficiente como para ser considerada una de las grandes series animadas de lo que llevamos de siglo, y dar pie a una sucesión de expansiones del fenómeno algo desiguales. La película que dirigió M. Night Shyamalan a partir de ella (Airbender, el último guerrero) es la principal fuente de traumas para el fandom, pero lamentablemente se divisan nuevos disgustos en el horizonte.

Cuando en septiembre de 2018 Netflix anunció que produciría una adaptación en acción real de Avatar, la leyenda de Aang en compañía de Nickelodeon, los seguidores de la ficción respiraron aliviados: la principal característica de esta nueva serie era que iba a tener como showrunners a Michael Dante DiMartino y Bryan Konietzko, los mismos que había sacado el proyecto adelante originalmente.

Con los creadores a bordo, Avatar, la leyenda de Aang tenía grandes posibilidades de distanciarse del descalabro de Shyamalan, pero de repente ambos guionistas han anunciado que ya no trabajarán en el proyecto. A causa de las temidas decisiones creativas, tanto DiMartino como Konietzko le han dicho adiós a la nueva serie de Netflix, explicando vía Internet las razones de su marcha.

"En junio de este año, tras dos años de trabajo, Bryan Konietzko y yo tomamos la difícil decisión de abandonar la producción", explicaba DiMartino en su blog. "No podíamos controlar la dirección creativa de la serie, pero sí cómo responder. Así que decidimos dejarlo. Ha sido la decisión profesional más dura que he tomado (...) pero era necesario para mi felicidad e integridad creativa".

Konietzko, por su parte, ha dado sus motivos con un largo post en Instagram donde describía un ambiente hostil y en el que sus ideas no eran respetadas por la directiva.

El rodaje de Avatar, la leyenda de Aang aún no ha comenzado, y aunque Netflix haya decidido seguir adelante con la serie, la pérdida de Konietzko y DiMartino supone un gran golpe para sus fans, que en el fichaje de ambos guionistas veían las posibilidades de que la serie saliera bien. Ahora no queda otra que sumirse en la incertidumbre, y desear que Netflix encuentre a alguien para sustituir a los creadores sin que el resultado se resienta.