7 personajes DC que deberían tener serie

Llevar casi 80 años en el candelero, es lo que tiene. Si hay algo que no le falta al Universo DC son personajes. Muchísimos personajes, creados a lo largo de décadas y décadas de tebeos… que apenas han tenido versiones en imagen real. Aunque su universo animado tuviese un censo kilométrico, los filmes y las series del estudio siempre se han fijado en sus 'tres grandes' (Batman, Superman y Wonder Woman) antes que en personajes con menor reconocimiento, pero también con un gran interés.

Ahora que las películas (con Liga de la Justicia a la cabeza) y las series de The CW (Arrow, The Flash, Supergirl y Legends of Tomorrow) han dinamizado el cotarro, nosotros proponemos más de media docena de personajes que se merecen un espacio en la parrilla televisiva. Entre ellos hay espacio para lo cómico, lo terrorífico, lo excitante y lo sencillamente extraño. Porque, desde 1938 hasta hoy, ha habido espacio para ideas de todo tipo.

Steve Ditko, coautor de Spider-Man, concibió a este héroe sin rostro en 1967 como forma de dar rienda suelta a sus ideales de extrema derecha. Algo que Denny O'Neill (guionista insigne) deshizo en los 90, convirtiendo al personaje en un rojeras. Pero, ante el interés narrativo, las ideologías palidecen: bien se esconda tras la máscara el periodista Vic Sage, bien la detective Renée Montoya (a la que hemos visto en Gotham con los rasgos de Victoria Cartagena), Question es uno de los aventureros más extremos de DC. Su afición por los bajos fondos y su galería de enemigos, en la que hay más políticos corruptos que supervillanos, convertirían su show en una estupenda réplica a Daredevil.

A veces, los superhéroes con menos glamour son los que tienen más gracia. Véase el caso de Buddy Baker, creado por Dave Wood y Carmine Infantino en 1965 y resucitado por Grant Morrison en 1988. Tras un encuentro alienígena, Buddy es capaz de emular las habilidades de los animales que le rodean (vamos, que, si hay peces cerca, puede respirar bajo el agua). Y, gracias a esas habilidades, puede ganarse el pan como especialista de cine, porque estamos hablando de un padre de familia que le tiene más miedo a quedarse en paro que a Darkseid, y cuyo sueño dorado es ingresar en la Liga de la Justicia. Materia prima ideal para una serie sin alardes visuales, pero con mucho humor y mucho surrealismo.

Uno es un don nadie del siglo XXV que viajó a nuestra época porque quería ser un superhéroe. El otro, un millonario inventor para el cual combatir el crimen es más fácil que combatir el aburrimiento. Juntos, son el par de desastres vivientes más inmaduro y descacharrante del Universo DC. Aunque aparecieron en uno de los últimos capítulos de Smallville, y aunque Gregg Berlanti (el máximo responsable del 'arrowverso') ha expresado sus intenciones de llevar a Booster al cine, la idea de una serie de humor protagonizada por dos superhéroes patanes nos parece demasiado buena como para desperdiciarla.

En el planeta Rann, allá por Alfa Centauro, Adam Strange es un héroe con pistola de rayos y mochila a reacción (y una novia despampanante, también). En la Tierra, es un pringao. Y, como los cómics son así, se teletransporta al azar entre los dos mundos, pasando de aventurero interplanetario a arqueólogo en paro sin solución de continuidad. Si esta premisa no te parece lo suficientemente atractiva, añadamos que las historias de este personaje siempre han tenido un look retro extremadamente entrañable, lleno de guiños a Flash Gordon y otros clásicos de las aventuras espaciales. Hay peores excusas para escatimar presupuesto...

Poderes extraños, marginación social, un mentor en silla de ruedas... Efectivamente: la Patrulla Condenada llegó a los quioscos en 1963, el mismo año que los X-Men, despertando desde entonces severas polémicas sobre si fue antes el huevo o la gallina. Eso sí: cuando Grant Morrison los tomó por banda en 1990, les hizo ganarse a pulso su título de 'héroes más extraños del mundo'. Con protagonistas como Crazy Jane (una chica con 64 personalidades, y 64 superpoderes), secundarios como Flex Mentallo (¡el superhéroe cachas!) y villanos como la Hermandad Dadá, esta serie sería todo un desafío para guionistas y showrunners. Pero, después de haber visto Legión, llevarla a la pantalla no nos parece tan difícil.

Atención: no estamos hablando del personaje creado por Neil Gaiman y que Joseph Gordon-Levitt ha intentado (sin éxito) llevar al cine. Este Sandman, que llegó a las viñetas en 1939 (y que fue rescatado en los 90 por el guionista Matt Wagner) fue la inspiración para dicho antihéroe, y resulta casi igual de siniestro que él. Los casos del detective Wesley Dodds, con su máscara y su pistola de gas somnífero, transcurren en los EE UU de la Gran Depresión, y resultarían la premisa ideal para una serie de intriga con ambientación de época. ¿Un crossover con la Sociedad de la Justicia que ya apareció en Legends of Tomorrow? Pues molaría, claro que sí.

Las noticias sobre la muerte del policía Jim Corrigan fueron muy exageradas. Es cierto que unos malosos lo acribillaron a tiros, pero, en lugar de pasar al otro barrio, fue revivido por una misteriosa voz (¿la de Dios? ¿o la de su vecino de abajo?) para convertirse en un instrumento de su venganza. Es decir, que este personaje se dedica a ejecutar criminales de formas crueles a la par que irónicas, algo que le convierte en uno de los personajes más políticamente incorrectos de DC. Llevarlo a la TV sería complicado, pero si queremos una inmersión en el lado paranormal de su universo, se nos ocurren pocos personajes mejores.