12 dosis para superar el síndrome post 'True Detective'

La serie de la HBO ha dejado un vacío difícil de llenar, pero os ofrecemos una docena de alternativas para salir adelante. Películas, series, juegos y libros para ahondar en el lado oscuro del ser humano o dejarse atrapar en atmósferas de pesadilla. Por PABLO GONZÁLEZ TABOADA.
12 dosis para superar el síndrome post 'True Detective'
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12 dosis para superar el síndrome post 'True Detective'

Una serie de televisión tiene la posibilidad de transformarse, de mutar, de convertirse en algo más que una simple ficción episódica. Se explica así que decirle adiós a Los Soprano tras seis temporadas acompañando a sus personajes no fuera fácil en absoluto. Lo mismo era aplicable a otras series de larga duración y calidad superlativa, como The Wire o Breaking Bad. Incluso a aquellas que fueron canceladas fulminantemente porque sus directivos no sabían lo que tenían entre manos, como ocurrió con Firefly o Carnivale. Sin embargo, True Detective se fue en un plazo de tiempo muy pequeño. Apenas dos meses (y en concreto nueve semanas, contando una de parón), pero dejó un vacío tan grande como el de Tony Soprano o Walter White. Rustin Cohle (Matthew McConaughey) y Martin Hart (Woody Harrelson) ya forman parte de la historia reciente de la (mal llamada) pequeña pantalla.

HBO lo volvió a hacer y True Detective se convirtió, desde el estreno de su primer episodio, en un excelente ejercicio de intriga bien calculada, pasando de ser un supuesto policiaco más, a un estudio de personajes metódico y ejecutado con precisión de cirujano. Con dos enormes interpretaciones principales, docenas de referencias literarias y filosóficas ("el tiempo es un círculo plano"), además un trabajo excelso –y puramente cinematográfico- tras la cámara. Las armas de la serie se han analizado en múltiples frentes pero lo que pretendemos ahora es aliviar un poco la espera hasta una segunda temporada (que, recordemos, contará con nuevos personajes y se desarrollará en un escenario diferente) nos hemos propuesto buscar alternativas interesantes, de forma que si os gustó la creación de Nic Pizzolatto y Cary Joji Fukunaga, tengáis algo a lo que hincarle el diente en los próximos meses.

Twin Peaks (1990-1991)

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Responsable(s): David Lynch y Mark Frost

No por obvia es menos importante, porque podríamos decir sin miedo al ridículo que sin la existencia de Twin Peaks, True Detective no habría pasado de embrión hipotético. La creación de Lynch/Frost está considerada por muchos como el verdadero despertar de la 'edad dorada' que aún le dura a la televisión en lo referente a experiencias puramente cinematográficas, y no es para menos si consideramos que el ya mítico episodio piloto fue dirigido por David Lynch en plena posesión de sus facultades (90 extraordinarios minutos), llegando a estrenarse en pantalla grande. ¿El resto de la serie? Un thriller con elementos de comedia y algún deje sobrenatural, un estudio de lo onírico como complemento y sobre todo, un muy buen trabajo de guión para definir a personajes multidimensionales. ¿El mcguffin? La muerte de una joven, Laura Palmer. ¿El truco del éxito? El recién llegado Dale Cooper y su personalidad. ¿La imagen icónica? La sala roja... y el enano bailarín. La influencia de la serie (homenajeada incluso en Los Simpson, en el excelente doble episodio ¿Quién disparó al Sr. Burns?) llega -indudablemente- hasta nuestros días.

Memories of Murder (2003)

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Director: Boon Joon-ho

Si a finales de los 90 vivimos la explosión del J-Horror (The Ring, La maldición, etc.), la primera mitad de los 2000 supuso la 'nueva ola' del cine coreano. Autores como Park Chan-wook (Old Boy) y Kim Ki-duk (Hierro 3) consiguieron impactar a nivel global con producciones de altísima calidad, y otro de los nombres clave de aquel movimiento fue Boon Joon-ho. Memories of Murder (Crónica de un asesino en serie) sigue siendo su mejor película, a pesar de haber facturado trabajos tan notables a posteriori como The Host o Snowpiercer, esta última con fecha de estreno para el próximo mes de mayo. También es, de lejos, el film que más de acerca a True Detective de toda su corta (pero notable) filmografía: ambientada en los 80, se iniciaba con la violación y asesinato de una joven llevada a cabo por un asesino sin identificar, y cómo meses más tarde de aquella acción volvía a actuar dejando nuevas víctimas. Un policía y un detective debían hacer equipo para localizar al culpable. Cocinado a fuego lento, más de dos horas de intensa investigación para uno de los thrillers más brillantes de los últimos años. Como bonus, también asiático pero de nacionalidad japonesa, no es menos recomendable Cure de Kiyoshi Kurosawa, que apuesta por una vertiente más psicológica. Tanto ésta como Memories of Murder están perfectamente editadas en DVD en nuestro país.

Deadly Premonition (2010)

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Diseñador: Hidetaka Suehiro "SWERY"

La etiqueta 'juego de culto' literalizada. Deadly Premonition es un juego muy justito a nivel de mecánicas, que no tiene miedo a hacer el ridículo y se lo juega todo a una sola carta: la historia. Y lo hace muy, muy bien, planteándose como un nada disimulado remiendo de Twin Peaks donde nuestro Dale Cooper particular (Francis York Morgan) cambia la grabaciones de Diane por conversaciones con Zach, una voz en su cabeza. Considerado uno de los juegos más polarizadores de la historia (sus críticas van de lo demencial a la excelencia), se iniciaba con un agente de la ley llegando a un pequeño pueblo para investigar la muerte de una joven, Anna Graham. Sí, como véis es un arranque muy común. Lo interesante en Deadly Premonition era su mundo semi-abierto, que simulaba bien esa sensación de comunidad entre los personajes que desarrollaron Lynch y Frost en Twin Peaks, además de -como ya hemos dicho- su propia historia. Un juego lejos de la excelencia pero también una parada obligada para todo gamer que se precie.

The King in Yellow

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Autor: Robert W. Chambers

El libro del que la propia serie bebe continuamente, se trata de una recopilación de historias de Robert W. Chambers publicado por primera vez en 1895 y que desde el estreno de True Detective ha multiplicado sus ventas en portales como Amazon. Diez historias variadas que inspiraron al mismísimo H.P. Lovecraft (según se sabe, el escritor leyó The King In Yellow en 1927) y que han sido determinantes para cultivar el imaginario de muchos otros autores a lo largo del tiempo. La editorial Dover publicó el libro en España en 2004, eso sí, en inglés. Aún hoy puede encontrarse en –entre otros comercios- FNAC.

Paranoia Agent (2004)

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Responsable(s): Satoshi Kon

Satoshi Kon fue un hombre adelantado a su tiempo (falleció en 2010, a los 46 años), responsable de algunas de las películas de animación japonesas más brillantes de los últimos años. La excelente Perfect Blue estaba dotada de una extraña poesía de lo siniestro, pero quizá Paranoia Agent sea su obra más terrorífica, partiendo de una anécdota para construir un relato de terror sobre lo cotidiano, ya desde sus títulos de crédito. La premisa imaginaba a una joven diseñadora que tras crear una mascota icónica, recibía un golpe por parte del llamado 'Chico del Bate', un muchacho misterioso con patines, gorra tapándole la parte superior de la cara y un bate metálico. Un par de detectives asumían el control de un caso que se expandía entre la población para terminar por encontrarse algo mucho más ambicioso. Kon no estaba muy interesado en la estructura de procedimental, utilizando cada episodio de los trece totales de la serie para ahondar en los personajes y crear una atmósfera malsana, que explotaba en un último bloque absolutamente desquiciante. Junto con Serial Experiments Lain, quizá el anime más rotundamente críptico -y psicológicamente intenso- desde el titánico Akira de Katsuhiro Otomo.

Mulholland Drive (2001)

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Director: David Lynch

Volvemos a David Lynch con (según a quién le preguntes) su obra maestra o, al menos, una de las últimas que facturó. Que no os engañe su nominación al Oscar, porque Mulholland Drive no es en absoluto el típico film que busca acaparar premios; es más, su origen es televisivo y sólo llegó a cine gracias a una inyección de capital en el último momento. Una joven actriz llamada Betty (interpretada por una pletórica Naomi Watts) llega a Los Ángeles con la intención de comerse el mundo como actriz. Allí conoce a una mujer amnésica llamada Rita (Laura Elena Harring) y ambas deciden investigar sobre el pasado de esta última. Nada es lo que parece en este intenso laberinto de pasiones e intrigas, con un club -Silencio- como eje de una trama que tiende hilos a lo onírico sin ningún pudor, que llega a aterrar por momentos, a inquietar en otros, y a atrapar en todos los demás. Cine atmosférico, una de esas películas controvertidas que pueden gustar mucho o poco, pero que genera debate, con un tercer acto extraordinario que (una vez más, según a quién preguntes) termina por redondear una joya o la confirma como tomadura de pelo. Sí, es un deja vú: lo mismo se ha dicho de True Detective y su epílogo.

Killer 7 (2005)

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Diseñador: Goichi Suda "Suda 51"

El considerado 'Quentin Tarantino de los videojuegos', Suda 51, debutó fuera de Japón con una aventura de acción con un planteamiento inquietante y un apartado técnico muy notable. La historia nos hablaba sobre los Killer 7, un grupo de asesinos que no eran sino las manifestaciones físicas de un mismo hombre, Harman Smith, que debía desenmascarar una conspiración política a caballo entre Japón y Estados Unidos. Recurriendo a un futuro hipotetico -pero cercano-, se planteaba así una distopia oscura y muy intensa, moldeada con gráficos aún hoy tremendamente llamativos. Según su creador, entre las inspiraciones del título se encuentra el cine negro, el cómic americano y la obra pictórica de Hiro Sugiyama. Si True Detective fuera anterior, seguro que tambien habría sido considerado como parte de estas referencias.

Galveston

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Autor: Nic Pizzolatto

El primer trabajo literario (en solitario) de Nic Pizzolatto (sobre el cual ya se prepara un largometraje) fue Galveston, una oscura novela que abordaba la historia de Roy Cady, un hombre autodefinido como ‘malo’, repleto de violencia salvaje. El viaje de Nueva Orleans a Gavelston (Texas) que llevaba acabo su protagonista era una excusa para mostrar la degradación del mundo que le rodeaba. Curiosamente aún no ha sido editado con traducción al castellano, pero puede comprarse –en inglés- en formato eBook a un precio bastante razonabke.

Zodiac (2007)

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Director: David Fincher

Si en los 90 David Fincher reinventó el thriller comercial con Seven (1995), la década siguiente trató de repetir la jugada con Zodiac (2007), consiguiéndolo sólo a medias al menos en lo que se refiere a crear un impacto y generar un nuevo modelo (masivo) a seguir: la crítica la puso bien, pero el público no terminó de engancharse con una historia que giraba en torno a la obsesión y que usaba al Asesino del Zodiaco como una excusa para explorar a sus personajes. True Detective es un perfecto alumno aventajado de su ritmo interno y de su capacidad para crear momentos de terror partiendo de lo cotidiano, amén de gozar de una dirección extraordinaria por parte de Fincher, como era de esperar. Zodiac no deja de mejorar con el paso del tiempo y lo que fue calificado entonces como debilidad ahora resulta ser todo lo contrario: sus armas para combatir contra el thriller ruidoso, de gran estudio, que busca sólo el impacto directo en lugar de ir sembrando ideas a lo largo de su metraje. Quien dude de la relevancia de esta película puede ojear la serie de Pizzolatto detenidamente o, por recordar otro film reciente y notable, ver Prisioneros de Denis Villeneuve.

Limbo (2010)

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Diseñador: Arnt Jensen

La propuesta independiente del estudio polaco Playdead está considerada (y no gratuitamente) una de las muestras más evidentes de los videojuegos como arte a la hora de crear unas sensaciones en el jugador a través no sólo de su apartado gráfico, sino también de sus mecánicas. Controlando a un joven muchacho, el objetivo es avanzar por escenarios en blanco y negro con una inspiración muy evidente en el expresionismo alemán o la pintura. Su mundo de tinieblas, como un cuento de hadas oscuro, lo emparentan perfectamente con True Detective y su forma de resolver los múltiples enigmas a los que se hace frente durante la historia. Sin dar miedo, se trata de uno de los títulos más intensos que se han sacado recientemente al mercado sin buscar crear esta sensación de terror como objetivo primario (algo que si ocurre con Amnesia u Outlast, por ejemplo). Limbo es una experiencia sensorial sobresaliente; y como la obra de Pizzolatto, está tan llena de vida y detalles que encuentra en su imaginería 'gótica' gran parte de fuerza expresiva.

The Courtyard

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Autor(es): Alan Moore (historia), Jacen Burrows (dibujos)

En 1994 Alan Moore escribió The Courtyard, una historia en prosa que fue publicada en la antología The Starry Wisdom. Sin embargo, más interesante es su traslación en 2003 al formato cómic, en forma de dos volúmenes dibujados por Jacen Burrows y adaptados por Antony Johnston. Aldo Sax, un agente del FBI especializado en teorías anómalas, era el protagonista. Un antihéroe que recordaba a Rustin Cohle en métodos y personalidad. Para terminar de redondear, en su búsqueda del origen de unas drogas topaba con Johnny Carcosa. Decir más sería destripar, pero las referencias son evidentes. Y Alan Moore, una apuesta segura.

Hannibal (2013-Actualidad)

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Resposable(s): Bryan Fuller (Creador) y David Slade (Productor)

Serie contemporánea, que adapta de forma muy libre los personajes de Thomas Harris que han dado de sí películas como la excelente El silencio de los corderos (Jonathan Demme, 1991). ¿Por qué Hannibal y no, por ejemplo, The Killing, en la que el propio Pizzolatto escribió algunos guiones? Sobre todo, porque su diseño visual es extraordinario. Como en True Detective, cada disposición de los elementos en pantalla tiene una razón de ser y aunque estructuralmente era algo simple en su primera temporada, la segunda se ha ido enrareciendo para convertir a las figuras principales (Hannibal Lecter y Will Graham) en la imposible pareja de una 'buddy movie' turbia, oscura. Ambos juegan una partida mental de proporciones casi épicas en torno a asesinatos de formas no muy comunes. El primer episodio de la serie, de hecho, se parecía -en su punto de partida- al arranque de True Detective. Así que si queréis algo menos cerebral pero igual de cuidado, con personajes bien perfilados y (como bonus) gore de diseño, la producción de Bryan Fuller es un caballo ganador.

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