Kick-Ass: Listo para machacar

La película que cambiará la vida de los chavales que se atrevan a verla.
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HASTA QUE ‘KICK-ASS’ NOS HA DEJADO KO a mamporros, el cine había intentado, sin conseguirlo según el que esto emborrona, trasladar el efecto y las sensaciones (la magia dirían los repipis) del cómic a la pantalla. Las películas comiqueras se alejaban de su original, convirtiéndose en otra cosa: buen cine, con suerte, en las mejores (Batman Begins, algún Spider-Man, Watchmen, según los días); o pastiches varios las más de las veces. Matthew Vaughn consigue, redondeando la filmografía más rara (y con más bisílabos) que se recuerda (Layer Cake, Stardust) convertir el cine en cómic. Partiendo de otro cómic, ojo, que eso era lo complicado. Y pervirtiendo gran parte de los presuntos logros logrados en el género antes conocido como ‘películas de cómics’ (comic flicks). Que eso ya es la órdiga. Kick-Ass ha dejado el panorama hecho unos zorros, destrozando los parámetros en los que se movían los héroes de capa en pantalla, quién sabe si revolucionando para siempre el cine teen, gracias a la mezcla perfecta con la comedia adolescente. Para ello ha rebuscado en ese clásico instantáneo que es Supersalidos, referencia que le sirve para reírse hasta de la sombra de los cómics, en un quiebro magistral que no deja títere con máscara. Incluso el rediseño de McLovin (Bruma roja) está a la altura del mito.

La caricatura de un superhéroe es la engañosa base alrededor de la que se surgen los elementos del mejor cine de entretenimiento cachondo, rayano a la provocación, con retranca (¿es gay?) y un deje británico (en el acento y la esencia) inusual que le acerca más al tono de los gamberros de Guy Ritchie que a las trampas de Hollywood. Sí, este Kick-Ass de Aaron Johnson (una mezcla de Mika y Harry Potter tomando batido en un burger) recuerda al Spider-Man de Tobey Maguire

(aunque su poder es un guiño a Lobezno), pero es más bien un Peter Parker sometido a una melbrooksación delirante. Una escena marca la inflexión: Kick-Ass se encuentra al fin a solas con su amada y en lugar del beso casto de siempre, con toda seriedad, acaricia las tetas a su chica (¡y no se lleva el bofetón!). Algo ha cambiado para siempre. Y luego está el tema de la violencia, rodada con una pericia que oscila entre John Woo y los 88 locos de Kill Bill, y ¿excesiva? Quizás para el que salga de un encierro de 30 años sin acceso a una sola experiencia audiovisual. Nadie más se rasgará las vestiduras por ver a una niña, el colosal personaje de Hit Girl, disparar y ser

disparada hasta por su padre, un genial Nic Cage sólo a la altura de sus sombrías prestaciones en Leaving Las Vegas. ¿Peligros? En los 80 las madres advertían del peligro de las películas de superhéroes: varios niños se tiraron por el balcón con el traje de Superman. El resto seguimos aquí. Recomendando Kick-Ass como la película que cambiará la vida de los chavales que se atrevan a verla. Ojalá la hubiésemos descubierto antes.

CARLOS MARAÑÓN

Valoración:

FICHA TÉCNICA

Kick-Ass: Listo para machacar
  • Director:
  • Género:
  • País:
  • Sinopsis:

    Dave es un adolescente obsesionado con los cómics. A pesar de que no tiene motivos, poderes ni el entrenamiento adecuado, un buen día que decide convertirse en el primer superhéroe de carne y hueso.

  • RESUMEN: La película que cambiará la vida de los chavales que se atrevan a verla.

  • ESTRENO: 04/06/2010

  • EE UU / 2010 / UNIVERSAL. DIRECTOR: MATTHEW VAUGHN ACTORES: AARON JOHNSON, NICOLAS CAGE, MARK STRONG, CHLOE MORETZ GUIÓN: MARK MILLAR

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