En el corazón del mar

En el corazón del mar
En el corazón del mar
En el corazón del mar

Los esfuerzos inútiles generan melancolía, dijo el lobo de mar. Y podía referirse tanto a la empresa del ballenero Essex de Nantucket como a gran parte de la filmografía del artesano Ron Howard, que suele tener la capacidad (nada desdeñable) de despertar la nostalgia de otros lugares, otros ámbitos. El problema es cuando ese poder de su cine nos lleva a evocar otras películas en detrimento de la suya propia.

De antemano cabe señalar que no es ésta una película de ballenas en puridad, ni tampoco exactamente un filme de barcos, como las expectativas apuntan. Quiere ser más bien una película de supervivencia, más cerca de Náufrago que de Moby Dick. La obsesión casi sobrehumana por la ballena blanca de la magistral novela y sus adaptaciones, la gran epopeya norteamericana, la lucha entre el hombre y el monstruo queda aquí reducida a un encuentro edulcorado, que el guión de Charles Leavitt (K-Pax, Diamante de sangre) convierte anacrónicamente en un nada sutil alegato animalista, como si una historia de comienzos del siglo XIX pudiese ofrecer claves ecológicas actuales de entender el mundo en general y una sensibilidad contra la caza de ballenas en particular.

Añadir a eso una postura contra el corporativismo y el ultracapitalismo de las navieras de aquel tiempo en el que la grasa de las ballenas daba cera para las velas que iluminaban (la mejor imagen de la película) el mundo no mejora el libreto. Y acaba dejando poco espacio para la épica que para sí reclama la historia real del origen de Moby Dick, novelada por Nathaniel Philbrick (National Book Award de 2000 en EE UU), quizá el requiebro narrativo más interesante del filme. Vamos a ello: descontada una pinturera, pero cargante (le pasa al toque Howard en las adaptaciones de Dan Brown, y también sucedía en Rush) imaginería digital, y unos referentes estéticos que oscilan entre las marinas de Turner y El rayo de la medusa y la rutilante, aunque cegadora presencia (y vozarrón) de Chris Hemsworth, en su particular Leyendas de pasión, más allá de la aventura descafeinada (desballenizada, más bien) queda el eco del mito.

Lo que mejor funciona del filme es la hilazón de la trama con la intrahistoria de cómo se escribió Moby Dick, quizá el reto más agudo del filme, en el encuentro entre Ben Whishaw y Brendan Gleeson, Herman Melville y un superviviente del Essex, con la sombra (nunca mejor dicho) de Hawthorne completando la escena. Nota mental: la película deja más que apuntada que hay material suficiente para una película sobre la relación entre Nathaniel Hawthorne y Melville, los dos peces gordos de la literatura norteamericana del XIX, responsables de gran parte del sustrato del imaginario de la ficción universal y de que le pidamos más al filme. Si por momentos En el corazón del mar es de esas películas que nos devuelve a la zona rutinaria de la filmografía de su director, en este punto apunta lo que podría haber sido y no fue este filme competente y recargado que acaba evocando películas mejores. Morriña del capitán Ahab, nostalgia de Master and Commander.

Valoración:

FICHA TÉCNICA

  • Director:

    Ron Howard

  • Género:

    Acción, Aventuras

  • País:

    EE UU

  • Sinopsis:

    En el invierno de 1820, Owen Chase (Hemsworth) y otros marineros de la tripulación del Essex sobrevivieron en alta mar en durísimas condiciones después de que el barco chocara con una enorme ballena blanca. Owen, obsesionado con la idea de dar caza al cetáceo, se enfrentó a las tormentas, al hambre y a la desesperación. Inspirada en la historia real en la que se basó Herman Melville para escribir el famoso relato 'Moby Dick'.

  • REPARTO: Ben Whishaw, Brendan Gleeson, Chris Hemsworth, Cillian Murphy

  • VEREDICTO: El barco y la ballena, Melville y Hawthorne; las parejas que pudieron haber sido y no fueron.

  • DURACIÓN: 121 min.

  • DISTRIBUIDORA: Warner

  • ESTRENO: 04/12/2015

  • imdb: https://www.imdb.com/title/tt1390411

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