¡Cásate conmigo! Por favor

En 1978, la representación gay en el cine popular dio un salto sustancial con la comedia Vicios pequeños, de Édouard Molinaro. Hoy, claro, nos parece algo completamente desfasado. El problema de la nueva película de Boudali y Lacheau es que su concepción de la homosexualidad parece anclada en ese 1978, cuando Arévalo triunfaba con sus chistes de mariquitas. La película es el reverso homo del mundo heterosexual de su anterior alibi.com, pero si en esta, como durante toda su carrera, el dúo ha sido capaz de tantear los límites del humor (desde la comercialidad), su nueva gamberrada se queda muy lejos, con unos gays estereotipados. Los homenajes a los Farrelly (especialmente los gags del vecino ciego y su perro) saben a poco.