'X-Men: Fénix Oscura' se ha olvidado de 'Apocalipsis' con este agujero de guion

No nos miréis así: vale que X-Men: Fénix Oscura se ha convertido en la percha de los golpes del cine de superhéroes tras su estreno la semana pasada, pero también es verdad que la película de Simon Kinberg se ha ganado a pulso algunos de sus titulares. Sin ir más lejos, el director y guionista del filme optó por hacerle un feo a X-Men: Apocalipsis, y eso le ha costado que medios como ComicBook le reprochen un presunto agujero de guion.

¿En qué consiste el supuesto olvido? Pues en la falta de continuidad entre la premisa de Fénix Oscura y su predecesora. Durante Apocalipsis, el profesor Xavier (James McAvoy) reconocía haber limitado los poderes de Jean Grey (Sophie Turner) para que esta no causara un pitote cósmico-psíquico. Sin embargo, durante la batalla final contra el villano Oscar Isaac, Xavier se veía obligado a liberar todo el poder de su discípula… y esta ya daba signos de estar poseída por la Fuerza Fénix. Incluyendo ese aura, similar a un pájaro de fuego, que los lectores de cómics conocemos y amamos.

Pero, llegada Fénix Oscura, ¿con qué nos encontramos? Pues con que los hechos de Apocalipsis son ignorados casi por completo. Si bien se mencionan los grilletes psíquicos colocados por el Profesor-X en la mente de Jean, se opta por contarnos una historia mucho más similar a la del tebeo original. Es decir, que en lugar de una doble personalidad de la telépata, el Fénix es un poder primigenio del universo que se instala en la mente de Jean durante un accidente en el espacio.

¿Es todo esto un motivo para que los fans se mosqueen? Lo dudamos. Para empezar, porque todos los implicados sabían que Fénix Oscura iba a ser la última película de los X-Men en el seno de Fox, con lo que el filme podía permitirse ignorar la continuidad en pro de narrar una buena historia. Otra cosa es que lo haya logrado, claro.

Por otra parte, eso de convertir al Fénix en una manifestación del subconsciente de Jean ya lo vimos en X-Men: La decisión final. Y todos (empezando por Simon Kinberg, que escribió el guion) sabemos cómo terminó aquello.