William Friedkin vuelve a luchar contra el Diablo

El director de 'El exorcista' vuelve a un paisaje conocido con su documental sobre el hombre más importante de la Iglesia Católica en la lucha contra Satanás.
William Friedkin vuelve a luchar contra el Diablo
William Friedkin vuelve a luchar contra el Diablo
William Friedkin vuelve a luchar contra el Diablo

“No creo que mis películas muestren la tensión entre el bien y el mal o entre Dios y Satanás. Creo que más bien muestran la tensión entre la ciencia y lo sobrenatural” decía William Friedkin hace unos meses en La Mostra de Venecia, cuando se presentaba a la prensa The Devil and Father Amorth, su esperadísimo documental sobre el exorcista más famoso de la historia y uno de los hombres más legendarios del Vaticano a sus 81 años.

Amorth ha sido desde hace casi seis décadas la primera línea de defensa (si podemos llamarlo así) contra el Maligno. Nacido en Módena, este cura que ha dedicado toda su vida a la Iglesia, afirma haber realizado "decenas de miles de exorcismos" y su sola figura es suficiente para mirar el documental (que dura solo 68 minutos) con ojos como platos.

“Más de 500.000 italianos han pasado alguna vez por el rito del exorcismo”, cuenta Friedkin en voz en off, que hasta se permite el lujo de grabarse a sí mismo en las legendarias escaleras que él hizo famosas en su clásico El exorcista. Friedkin vuelve así al mismo temario que le hizo uno de los tipos más buscados en Hollywood, eso sí, cocinando todo el producto en clave low-cost como si le importara poco el armazón visual y mucho el asunto tratado. “Cuando filmé El exorcista, yo era un escéptico y así he seguido hasta que en 2016 el padre Amorth me invitó a ver el rito, en vivo y en directo”, explica el realizador.

William Friedkin vuelve a luchar contra el Diablo

Han pasado 45 años desde que la historia de Linda Regan y el padre Karras irrumpiera en el imaginario colectivo. Friedkin adaptaba la obra de William Peter Blatty, un escritor estadounidense. Blatty se obsesionó en la universidad por un caso de posesión demoniaca del que informó el Washington Post: una niña de 14 años que en 1949 sufrió varios exorcismos después de que un nutrido grupo de médicos fueran incapaces de determinar que la afectaba. Este episodio acabó generando la novela, publicada en 1972, que vendió 13 millones de ejemplares solo en Estados Unidos y disparó la asistencia a los servicios religiosos en todo el continente.

Siguiendo la misma fórmula, en The Devil and Father Amorth, Friedkin recurre también a la ciencia y la medicina para establecer el imprescindible contraste entre ese (sub)mundo de fervor religioso que a veces parece tan aterrador como el propio Satanás y la mirada fría y escéptica de los que deben aplicar a su trabajo criterios que nada tienen que ver con la presencia de lo sobrenatural. Los resultados sorprenderán a propios y ajenos, que además tendrán dificultades para discernir qué parte del documental ha sido ‘guionizada’ en el sentido más ortodoxo del termino y en qué momento el director se dedica –llana y simplemente- a improvisar.

El resultado, crudo y a veces visceral, parece ser hijo de dos necesidades: una, la de contar una historia que va contra natura porque apela a miedos que no parecen reales pero que aun así (o quizás por eso) resulta desazonante; dos, la realidad que atañe a su proyecto. Un proyecto extremadamente personal y que debe realizarse con un presupuesto ajustado hasta decir basta.

William Friedkin vuelve a luchar contra el Diablo

Así llega Friedkin hasta el propio exorcismo (no vamos aquí a revelar spoilers, digamos que es una mujer y que no es su primer rito) que asustará en la medida que uno haya sido presa de la emboscada del realizador. Una emboscada a las creencias y al contexto religioso en el que cada uno haya sido criado. Para algunos/as, resultará simplemente astuto; para otros/as, una pequeña boutade de un realizador que sabe muy bien cómo asustarnos. Y para muchos/as, un catálogo de imágenes que producen algo similar al pánico.

William Friedkin no dirigía una película desde 2011 cuando –también en La Mostra- se presentó Killer Joe. The Devil and Father Amorth no representará su vuelta a la primera división, pero seguro que el demonio sonreirá satisfecho.

A continuación, podéis ver el tráiler:

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