Imagínatelo: eres un probo ciudadano de Hiroshima (Japón) que vuelve a su casa tras una ardua jornada laboral. De repente, en la oscuridad de la noche, ves un extraño bulto que se acerca a ti a toda pastilla por la carretera... y que resulta ser un gato gigante con doce patas y una enorme sonrisa en el rostro. En ese momento, tienes dos posibilidades: o piensas que ha llegado el fin del mundo y que los mutantes radiactivos nos van a matar a todos, o bien conoces la obra de Studio Ghibli y Hayao Miyazaki. Entonces identificarás al Gatobús de Mi vecino Totoro, recreado en la vida real por uno o varios fans misteriosos.
Según Kotaku, que recoge varios tuits sobre el bicho en idioma nipón, no se trata de un auténtico híbrido de gato gigante con autobús (qué pena), ni tampoco un autobús tuneado. Podría ser, más bien, un artilugio a pedales construido con vete a saber qué intenciones. En cualquier caso, la recreación es maravillosa, y a nosotros nos da ganas de irnos por ahí a correr aventuras con Mei, Satsuki y cierto entrañable ser peludo y barrigón.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios