Un paseo por la exposición 'Pixar. 25 años de animación'

Está destinada a ser el acontecimiento cultural más popular del año, a generar colas kilométricas, a convertirse en el plan ideal de familias, parejas, friquis y perros. Hablamos de la exposición Pixar. 25 años de animación, que acaba de aterrizar en el CaixaForum de Madrid tras un periplo mundial que comenzó en el MoMA de Nueva York en 2005.

El fin de la muestra es mostrar todo el arte que hay detrás de las obras maestras del estudio pero que no vemos en pantalla. Todos esos bocetos, diseños, pinturas y esculturas que son necesarios para crear el mundo de píxeles. A través de las 402 piezas reunidas recorremos, comprendemos y disfrutamos del fascinante proceso que ha convertido a Pixar en el líder actual de la animación. ¿Quién dijo que solo era tecnología?

La exposición está dividida por películas, desde la trilogía de Toy Story hasta Up, lo que nos parece una decisión muy acertada, ya que a partir de entonces todo fue cuesta abajo y sin frenos. Al final hay un anexo dedicado a los cortos.

Los materiales de cada título están agrupados según los tres aspectos que John Lasseter son la clave de su éxito: los personajes, el mundo y la historia. De los primeros hay sobre todo unas esculturas hechas con arcilla que son lo más llamativo y sirven para hacernos una idea de sus proporciones. A muchos les gustaría tener en una en el salón de su casa, sin duda. Del mundo encontramos sobre todos preciosos paisajes y concept arts hechos con técnicas como acuarela, óleo o pintura digital. Y en cuanto a la historia hay sobre todo story-boards.

El plato fuerte de la exposición es un zoótropo tridimensional de Toy Story que está inspirado en uno que hay en el museo Ghibli. Merece la pena ver cómo empieza a girar y de repente, ¡tachán!, los personajes de la película empiezan a cobrar vida. Una forma muy mágica de entender los mecanismos de la animación (y, bueno, del cine mismo).

El segundo plato fuerte es un espacio creado expresamente para la exposición de Madrid llamado Artscape, que es una pantalla súper panorámica en la que se proyectan concept art con simulación de movimiento. Elyse Klaidman, comisaria y directora del archivo de Pixar, nos la vendió muy bien y dijo que era su parte favorita, pero no deja de ser la típica sala oscura de proyección que hay en toda exposición.

¿Veredicto? Imprescindible para cualquier amante de Pixar, la animación, el cine y el arte (no necesariamente en ese orden). Quizá es un poco pequeña y se hace corta, pero cada una de las piezas están elegidas con mucho mimo y merece la pena detenerse al menos un minuto en ella. Hay verdaderas joyas, como un boceto en el que Mike y Sully son un cuadrado y un círculo hechos con rotulador negro de una simplicidad y una belleza deslumbrantes.

Se recomienda evitar días y horas en las que haya muchas aglomeraciones. El precio de la entrada es de 4 euros, aunque los clientes de la Caixa tienen acceso gratuito. La exposición se complementa con un ciclo de conferencias y proyecciones (consultar la web del CaixaForum). Y una vez que cierre sus puertas el 22 de junio viajará a Zaragoza y Barcelona.

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