Todo lo que sabemos de 'Django Unchained', lo nuevo de Tarantino

El trabajo nunca se acaba. El látigo del capataz restalla sobre las espaldas de los esclavos, y estos se afanan de sol a sol en su agotadora tarea. Desde el porche de su mansión, el massa de turno contempla a sus sirvientes, poco más que animales para él, ignorando que ellos albergan ansias de libertad... Y de sangre. No, no estamos describiendo un día cualquiera en tu oficina, sino el panorama que Quentin Tarantino nos mostrará en Django Unchained, su próxima película. Un híbrido entre Lo que el viento se llevó y un salvaje spaghetti western, con un argumento con solera, y en el que el genio de la gran mandíbula dará rienda suelta a sus obsesiones de siempre: conflictos raciales, diálogos laberínticos, citas y guiños al cine clásico y violencia extrema.

Al igual que en los casos de Prometheus, Las aventuras de Tintín, Los Vengadores, El Hobbit y muchas otras más, CINEMANÍA no ha podido esperar al 25 de diciembre de 2012, fecha prevista para el estreno. Más que nada, porque estando Quentin al timón, seguro que el filme acaba retrasándose unas cuantas veces. Acompáñanos en este viaje por la plantación del infierno.

Tarantino comenzó a dar pistas sobre Django Unchained en 2007. En una entrevista para el diario The Daily Telegraph, Quentin declaró su intención de rodar lo que él llamaba un southern. Es decir, un western trasplantado de las praderas a las plantaciones del Sur de los EE UU, antes de la Guerra de Secesión. "Quiero explorar el horrible pasado de América, con la esclavitud y todas esas cosas, pero quiero hacerlo de una forma divertida, como un spaghetti western, sin echar sermones", dijo. La consigna estaba clara: restregar por la cara de su país de origen cosas "que nadie aborda, porque resultan vergonzosas". "Los directores de otros países no se atreven, porque piensan que no tienen derecho, pero yo sí lo tengo y no me asusta", remachó. Según los primeros rumores, el título del filme sería The Angel, the Bad and the Wise, en homenaje a cierta película de Sergio Leone con un bueno, un feo y un malo.

Pasaron los años. Pasó Malditos bastardos (que no es poco). Y Quentin, aparte de sus habituales promesas de una continuación para Kill Bill, no se hacía oír demasiado... Hasta que dos importantes factores confluyeron para probar que Django Unchained estaba en marcha. El primero: una indiscreción del actor italiano Franco Nero, veterano del spaghetti western, quien reveló el título definitivo del filme. El segundo indicio fue un guión filtrado de las oficinas de la Weinstein Company, que mostraba la inconfundible (y tortuosa) caligrafía de Quentin en su portada. La sinopsis que le acompañaba rezaba así: "Django es un esclavo liberto que, con ayuda de un cazarrecompensas alemán [Christoph Waltz], parte al rescate de su esposa, que está en manos del malvado dueño de una plantación". Y todos estuvimos de acuerdo en que aquello prometía mucho.

Lectores, toca hacer un poco de historia. Porque, estando Tarantino en el ajo, está claro que un nombre tan poco ortodoxo (y más aún para un esclavo negro) como "Django" tenía que ser una referencia cinéfila. Resulta que Django es el título de un spaghetti western dirigido por Sergio Corbucci en 1966, y que goza de un crédito entre los aficionados comparable al de las obras de Leone. En el filme, un pistolero encarnado por Franco Nero (vaya...) lucha contra las hordas racistas del Klu Klux Klan. Un viejo amigo de Tarantino, Takashi Miike, se marcó un delirante homenaje al filme con su Sukiyaki Western Django.

Una de las cosas por la que los tarantinistas hiciésemos palmas con las orejas al saber sobre Django Unchained fue la presencia del actor austríaco, el inolvidable coronel Landa de Malditos bastardos. Una de las primeras cosas que supimos sobre el proyecto es que Waltz encarnaría al Doctor King Schulz, un mercenario alemán que, por avatares de la vida, se convierte en el mentor del esclavo protagonista, enseñándole cómo cobrarse su venganza contra sus antiguos amos. Waltz, que parece llevarse a las mil maravillas con Tarantino, se está tomando muy en serio su papel: la semana pasada, nos llegó la noticia de que se había dislocado la cadera (¡ay!) en un accidente de equitación mientras ensayaba una escena.

La cosa comenzó con Harvey Keitel, siguió con John Travolta y se confirmó con Brad Pitt: Tarantino es especialista en escoger actores que, a priori, no tienen nada que ver con su estilo... Y sacar petróleo de sus interpretaciones. Por ello, a nosotros se nos hace la boca agua pensando en lo que puede dar de sí Leonardo DiCaprio como villano en esta película, interpretando a un sádico terrateniente de nombre Calvin Candle. Recordemos, por otra parte, que 'Leo' fue el primer escogido para hacer de Hans Landa en Malditos bastardos: estamos seguros de que su interacción con Christoph Waltz (cubierto de premios gracias a ese papel) echará chispas...

Otra golosa promesa que ofrecía Django Unchained era la posibilidad de ver a Will Smith dirigido por Tarantino: el nombre del ex Príncipe de Bel Air fue el primero en barajarse para el papel principal, pero todo quedó en agua de borrajas. Después fue Idris Elba, el Stringer Bell de The Wire, quien se postuló para encarnar a Django. Un nuevo planchazo, al igual que el rumor de que Chris Tucker se haría cargo del papel. Finalmente, el 4 de mayo surgió el nombre definitivo, que fue el de Jamie Foxx. Nosotros, admiradores de Jamie desde que le vimos en Collateral, nos alegramos mucho. Y más aún pensando que, tras su Oscar por Ray, su carrera parecía un poco vacilante.

Era demasiado bonito para ser verdad: el autor de Bailando con Lobos, el 'papá enrollado de América', sacudiéndose de encima su reputación de buen chico para interpretar a Ace Woody, el capataz que entrena a los esclavos de la plantación para que luchen como gladiadores. Máxime pensando en lo mal que le salió su anterior visita al lado oscuro (Mr. Brooks) y lo revalorizada que parece su carrera desde que le ficharon para prohijar a Superman (Henry Cavill) en Man of Steel. Pero Costner renunció por problemas de agenda, dejando así el campo libre para un tremendo sustituto.

Tenía que pasar. Te gustase o no Death Proof, esa película dejaba claro que el marido de Goldie Hawn había encontrado a un director capaz de sacarle partido de una manera que ni John Carpenter en Rescate en Nueva York. Hace ocho días escasos, el nombre de Kurt Russell comenzó a sonar como posible rostro del capataz Woody. Según iMDB, la presencia del actor en la película aún está sin confirmar, pero nosotros cruzamos los dedos.

No es el único, ni el más importante, pero un signo para reconocer a un gran director suele ser la presencia estable (y rentable) de grandes actores en sus repartos. De ahí que la incorporación de Samuel L. Jackson a Django Unchained no nos sorprendiera tanto... Pero sí su papel. Porque, como decía Malcolm X, en tiempos de la esclavitud había "negros de campo" (los que hacían los trabajos pesados, y tenían más ganas de bronca) y "negros de casa", que convivían con sus amos, recibían mejor trato y, por tanto, estaban menos prestos a la rebelión. Si Jamie Foxx encarna aquí al primer tipo de esclavo, el inolvidable Julius de Pulp Fiction estará a cargo del papel de Stephen, el siervo de confianza del massa DiCaprio.

Entre los nombres que se rumorean para Django Unchained están los de Kerry Washington (El último rey de Escocia) como la mujer del prota (llamada, y no es broma, Broomhilda) y M. C. Gain (Loca obsesión) como otro sádico capataz. El rodaje aún no tiene fecha, pero sabemos que tendrá lugar en Nueva Orleans (dónde si no). Además, y como remate, podemos decir que es posible un cameo de... Lady Gaga. Habéis leído bien: según el fansite djangounchained.org, Tarantino es fan de la aspirante a 'Reina del pop', y le ha escrito un papel a su medida. Descubriremos cuánto de verdad hay en esto, y en lo demás, en las navidades del año que viene.