'Alita: Ángel de combate': ¿la película que romperá la maldición del anime en Hollywood?

Tras 20 años de trabajo, el proyecto más esperado de James Cameron llegará al cine. ¿Será capaz esta cyborg de arreglar la relación de Hollywood con la animación japonesa?
'Alita: Ángel de combate': ¿la película que romperá la maldición del anime en Hollywood?
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'Alita: Ángel de combate': ¿la película que romperá la maldición del anime en Hollywood?

A Hollywood le gusta adaptar. Es un hecho. Y aunque menos común, también le gusta adaptar aquello que provenga del extranjero. Sean películas u obras de cualquier otro medio surgidas en otro país, en Hollywood son conscientes de que, si algo ha funcionado previamente en otro país o en otro formato, es probable que también funcione para ellos. Que dé como resultado una buena película de Hollywood.

Eso no quita para que las adaptaciones del manga y el anime nunca les hayan funcionado demasiado bien. Como si hubiera algo en esas obras que se les escurre entre los dedos. ¿Será Alita: Ángel de Combate la excepción? Eso es lo que vamos a preguntarnos ahora, recordando los orígenes de la obra de Yukito Kishiro y analizando qué tal pinta su versión a cargo de James Cameron Robert Rodriguez. 

'Alita: Ángel de combate': ¿la película que romperá la maldición del anime en Hollywood?

Alita: Angel de Combate nació en formato manga allá por 1990, con el título original de GUNNM, un juego de palabras en japonés con las palabras "arma" y "sueño". Con nueve tomos a sus espaldas, su historia transcurre en un mundo post-apocalíptico donde la lucha de clases ha llevado a volver al antiguo sistema de castas: a nivel de suelo, en la montaña de basura, viven los pobres, en las alturas, en la ciudad flotante de Tiphares, viven los ricos. Pero allí abajo, entre la basura que arrojan desde Tiphares, un día, el cibermédico Daisuke Ido encuentra la cabeza y el pecho de una cyborg. Tras revivirla, descubrirá que la chica no tiene memoria y, decidiendo hacerse cargo de ella, le dará un nombre en honor a su difunta gata: Alita (o Gally, de "Galatea", en japonés).

Entre abandonos motivados por problemas de salud y disputas con sus editores, Kishiro ha prolongado la saga de Alita a lo largo de las décadas con dos secuelas en cómic. Y, como mandan los cánones en Japón, la saga también ha generado un videojuego (para la primera PlayStation, y nunca publicado en Occidente), así como un anime publicado en forma de OVAs, o películas de animación directas a vídeo.

De nombre Battle Angel y dividas en dos episodios de media hora, las OVAs (dirigidas por el veterano Hiroshi Fukutomi) son más una golosina para el completista que una obra por sí misma, ya que sólo adaptan los dos primeros tomos del manga. Algo que no se debió a la falta de interés del público, sino al desinterés del autor: Kishiro afirmó estar muy ocupado como para supervisar sus guiones, lo cual acabó lastrando la producción hasta dejarlo en nada más que esos dos episodios.

Pero que Kishiro no demostrara interés alguno en el anime no significa que éste carezca de aspectos interesantes. Con una banda sonora compuesta por Kaoru Wada (Ninja Scroll, Princess Tutu) y una animación resultona, si bien no especialmente llamativa, la hora resultante condensa bien el espíritu del manga. Lo cual convierte a estos dos breves episodios en un buen aperitivo cara a la película para todos aquellos que no quieran enfrentarse a las viñetas.

'Alita: Ángel de combate': ¿la película que romperá la maldición del anime en Hollywood?

Ahora bien, ¿cuál es el argumento de Alita? Es la historia de cómo la protagonista busca sus recuerdos perdidos mientras intenta alcanzar la ciudad de Tiphares. Entre combates a muerte con otros cyborgs y cataclismos sentimentales (a la pobre, los novios le duran menos que la carga a tu smartphone) Alita tiene tiempo para trabajar como cazadora de recompensas, como mercenaria e incluso como deportista, en peligrosos duelos de motorball, un deporte extremo que, efectivamente, tiene mucho que ver con el que practicaba James Caan en Rollerball. 

Con todo, no acabará ahí la historia. Una vez concluida la serie original, Kishiro continuaría las historias de Alita en Last Order, un manga de diecinueve volúmenes (2000-2014) que narra las aventuras de la antiheroína en la ciudad de Tiphares. Posteriormente llegó Mars Chronicle, considerado el último capítulo de la franquicia, que lleva publicándose desde 2014 y tiene cinco volúmenes hasta el momento.

Pero, más allá del manga y sus adaptaciones japonesas, la vida de Alita también ha sido turbulenta en lo que corresponde a su desembarco en Hollywood. Porque, si bien parece que este año veremos por fin su película, esta lleva nada menos que 18 años en la incubadora.

Los primeros rumores comenzaron en 2000, cuando un tal James Cameron registró el dominio de internet "battleangelalita.com". Resultó entonces que el canadiense llevaba enamorado del manga desde que se lo descubriera Guillermo del Toro. Cameron no confirmó su intención de dirigir la película hasta 2003, diciendo que estaba en lo más alto de su línea de proyectos. Pero justo por entonces decidió sacar adelante otro de sus proyectos: una trilogía llamada Avatar.

A partir de entonces Cameron volvió periódicamente a recordarnos que el proyecto existía y quería sacarlo adelante, si bien solo como productor. Pero, aunque afirmara haber concluido el guion en 2009, y a pesar de los recordatorios anuales en entrevistas de que la cosa seguía en pie, no fue hasta octubre de 2015 que se supo algo concreto sobre la película. Cameron produciría el filme junto a John Landau, mientras que Robert Rodríguez se pondría detrás de la cámara. ¿Cómo se las apañó el director de Abierto hasta el amanecer para hacerse con el encargo? Pues resumiendo de forma coherente, en forma de guion técnico, los materiales que le pasó Cameron: un libreto de 186 páginas y más de 600 páginas de notas.

Como es lógico, con el cambio de director también hubo un cambio de enfoque en el proyecto. Cameron quería hacer una mezcla de imagen real y CGI parecida a la de Avatar, con una Alita generada íntegramente por ordenador. Rodríguez, sin embargo, ha acabado optando por un enfoque más tradicional, aunque con controvertidas decisiones de diseño.

'Alita: Ángel de combate': ¿la película que romperá la maldición del anime en Hollywood?

Para que Rosa Salazar, la actriz protagonista, se pareciera lo máximo posible al dibujo de Kishiro, Rodriguez y Cameron decidieron agrandarle los ojos digitalmente. Algo que produjo una aberración estética que no sólo no recuerda al personaje del manga, sino que además resulta incomprensible. Los fans del original, de hecho, protestaron afirmando que Rodríguez no entendía los conceptos esenciales de aquello que estaba adaptando: en el cómic japonés, el gran tamaño de los ojos es un recurso empleado para poner de relieve sus emociones. Algo innecesario cuando la persona ya es un ser humano de carne y hueso.

Pero los problemas de Alita no terminaron con esta controversia. A pesar que su producción se anunció en 2015, en abril de 2016 aún no había llegado la luz verde de Fox: el estudio exigía que el presupuesto de la película no superase los 200 millones de dólares. En mayo de 2016 llegó, por fin, un acuerdo entre productora y directores qué fijó la fecha de estreno en julio de 2018. Pero un nuevo retraso, que tuvo lugar a finales de 2017, acabó llevándose el estreno al 28 de diciembre. 

'Alita: Ángel de combate': ¿la película que romperá la maldición del anime en Hollywood?

Y tras toda esta turbulenta sucesión de problemas, ¿cuál es la intención de Cameron a la hora de adaptar Alita? Centrarse en los primeros cuatro tomos del manga, haciendo especial hincapié en las carreras de motorball y en los temas del ecologismo y de los límites de la humanidad.  Ahora la gran pregunta es, ¿será eso suficiente para que funcione en taquilla? Y la respuesta es "depende". Depende de si Cameron y Rodriguez serán capaces de seducir no solo a los fans de la obra original, sino también al grueso de espectadores que no sabe nada del manga.

Dado lo tibio de la recepción de sus diferentes trailers, la polémica con los ojos agrandados y los consecuentes fiascos y polémicas alrededor de otras adaptaciones del manga reciente, como es el caso del Ghost in the Shell de Rupert Sanders o el Death Note de de Adam Wingard, resulta difícil ser optimista sobre la capacidad de Hollywood para llevar a buen puerto proyectos de esta clase. No cuando han demostrado en repetidas ocasiones no comprender las particularidades del medio que adaptan.

Al final todo dependerá si han entendido el material de base. Si a pesar de sus dimensiones gargantuescas y el fenómeno de culto que tiene detrás, los responsables de Alita: Ángel de combate son capaces de contar una historia satisfactoria que remita al original sin por ello intentar ser un calco de sus rasgos más superficiales. A fin de cuentas, Hollywood es la casa de las adaptaciones. Del convertir cualquier historia popular en una película. Y si hay una pareja en Hollywood que pueda llevar a buen puerto un proyecto como este, esos son Cameron y Rodríguez.

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