El tío que dirigió a William Burroughs

Era amigo de Jim Jarmusch, trabajó con Madonna y dedicó su ópera prima al icono de la Generación Beat. Su sobrino Aaron Brookner documenta su vida en 'Uncle Howard'
El tío que dirigió a William Burroughs
El tío que dirigió a William Burroughs
El tío que dirigió a William Burroughs

Aquel fascinante biopic de William S. Burroughs se pudo ver por primera vez en el Festival de Nueva York de 1983. Luego se perdió. Pasaron 30 años antes de que unas latas de película con escenas eliminadas apareciesen en un sótano del Bowery neoyorquino al que el escritor de la Generación Beat, ex dueño de la propiedad, llamaba el Búnker porque era donde mejor escribía sin que nada le distrajese. Jim Jarmusch –¡moreno!– era el flamante sonidista de la película perdida y Tom DiCillo, el director de fotografía a las órdenes de un director muy joven, atractivo y algo tímido, llamado Howard Brookner. Burroughs: The Movie podría haberse perdido para siempre, enterrada en aquel subsuelo tan underground como la generación a la que pertenecía su director, la escena cultural neoyorquina de los 70 y 80 que acabó arrasada por el sida. Pero el versátil Howard Brookner, que igual se prodigaba en el Lower East Side para pincharse heroína que acudía ilusionado a una comilona familiar, tenía ya entonces, antes de morir víctima de aquella epidemia inclemente, un gran admirador de pequeño tamaño en quien el cineasta había inoculado un amor inmenso por el cine.

El tío que dirigió a William Burroughs

Howard Brookner dirigiendo a William S. Burroughs.

“La idea de hacer Uncle Howard surgió cuando empecé a buscar la película de Burroughs, en septiembre de 2011”, recuerda Aaron Brookner, sobrino de Howard y director de este documental que mezcla el retrato de una era con un emocionante viaje personal. “Comprendí enseguida lo interesantes que eran las historias alrededor de esa búsqueda y las personas con las que me encontraba, Brad Gooch, James Grauerholz, John Giorno, Sara Driver, Jim Jarmusch”, sigue contando sobre una investigación que, realmente, había comenzado mucho antes como muestran los vídeos familiares en los que el pequeño Aaron mira fascinado al tío cineasta y que Uncle Howard recoge dándole la misma importancia que a las apariciones de Warhol, Allen Ginsgberg o Madonna, a quien dirigió en Noches de Broadway (1989), su última película. La fascinación de un sobrino por su tío que no murió ni cuando Howard sucumbió en 1989 a la enfermedad. Una fascinación que no sólo se tradujo en su dedicación al cine, camino que tomó antes de cumplir los siete años, sino también en su acercamiento prematuro a la cultura. “Tuve la suerte de heredar su colección de música, así que descubrí a Tom Waits y a Nick Cave de esta manera… El primer Burroughs que leí fue la copia de Howard de Yonki. Ya había descubierto las películas de Jim Jarmusch, pero poco después me enteré de que había sido muy amigo de mi tío”.

Aaron Brookner con Jim Jarmusch en El Búnker.

El director de Flores rotas, Sólo los amantes sobreviven y Paterson, y su pareja, la también directora Sara Driver, fueron las primeras personas a las que el director de Uncle Howard recurrió para que le hablasen de su tío. Ya que el sobrino de su antiguo amigo estaba estudiando cine, también le ofrecieron una oportunidad. Así fue como Aaron Brookner trabajó en la producción de Coffee and Cigarettes o de Intimidades, de Rebecca Miller, antes de dirigir videoclips y su ópera prima, The Silver Goat, una película rodada en once días y pensada para ser “proyectada” directamente en iPad. Considerados como “familia”, Jim Jarmusch y Sara Driver figuran como productores ejecutivos en los créditos de este documental sobre sus propios inicios en el mundo del cine. “Yo admiro mucho a Jim –cuenta Aaron Brookner–, no porque sus películas sean geniales sino por todo lo que se esfuerza y lo dedicado que está a seguir haciendo las cosas a su manera”.

El tío que dirigió a William Burroughs

Howard Brookner con Jim Jarmusch (ya con pelo blanco) y Sara Driver en los 80.

Encontrar Burroughs: The Movie, cuya restauración ha producido el propio Aaron y que ha sido editada recientemente por Cameo, no fue nada fácil. “Había una copia en Australia, otra en Suiza y una que finalmente descubrimos en el MOMA, una que Brad Gooch –escritor y pareja de Howard– había olvidado que había donado. En El Búnker encontramos las tomas eliminadas pero el negativo sigue desaparecido. Es un misterio”, explica el director que se iba amoldando al material que tenía en cada momento (cintas de vídeo, bobinas de sonido, entrevistas a los amigos de su tío…) para construir su película. “El último proyecto de Howard fue Scary Kisses, una novela de Brad Gooch que quería convertir en película. Siendo realistas, nunca hubiese sido capaz de hacerla porque estaba ya muy enfermo pero grababa a amigos y a actores como Sean Penn o Tilda Swinton leyendo en alto partes del libro. Lo alucinante es que no actuaba como una víctima, sino que ponía todo lo que tenía a su alcance para seguir trabajando. Yo he querido mantener ese espíritu a lo largo del proceso de su documental”, argumenta.

Allen Ginsgberg y William S. Burroughs en Burroughs: The Movie.

Para el montaje de Uncle Howard, dada su complejidad, contó con Masahiro Hirakubo, montador de películas como Trainspotting pero cuyo trabajo Aaron admiraba desde que lo había visto trabajar en el pequeño documental de un amigo, Virunga. Obsesionados con dar con una narrativa que separase la película de los documentales para televisión y con Vivir, de Kurosawa, como referencia, decidieron que Howard debía morir a mitad de película. “No queríamos que la película fuese sólo su biografía porque además su final no mola nada, porque murió. Y además no es de lo que habla la historia. La historia habla de lo que haces en la vida, de cómo influencias a los otros, de la memoria”, explica. Porque, en el fondo, de eso hablaba ya la película que Howard Brookner dirigió sobre William S. Burroughs. El retrato de aquella figura de culto, escritor difícil y yonqui que había matado a su mujer jugando a Guillermo Tell. “Howard consiguió enseñar al Burroughs que nadie conocía, cálido, divertido… Consiguió cosas extraordinarias con un personaje muy esotérico”. Aquella era su oportunidad de inmortalizar al escritor Beat y lo consiguió. Igual que Aaron Brookner con su tío Howard.

Uncle Howard se estrena el 10 de marzo.

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