TIFF 2016 - Día 6: La marea negra de Mark Wahlberg

De que hemos pasado el ecuador del Festival y el ambiente está muy tranquilo. Después de que La La Land nos dejara a todos en un estado de atardecer rosa permanente, y tarareando su tema principal, City of Angels, nos hemos quedado tranquilos. Ya hemos visto una buena peli, incluso varias (Manchester by the Sea, Jackie, Arrival…). Sin embargo, la industria no parece tan satisfecha. Según cuenta Variety, el mercado está bastante parado. Ha habido muy poca compra anunciada. Ni siquiera Netflix y Amazon se han animado como hicieron en Sundance, probablemente porque cada vez están más interesados en producir directamente.

La única gran noticia es que alguien ha comprado Colossal, la película de Nacho Vigalondo, para distribuirla en Norteamérica. ¿Quién ha sido? “Un misterioso comprador chino”. Sí, tal cual.

‘Deepwater Horizon (Marea negra)’. El actor Peter Berg, el productor Lorenzo di Bonaventura y el actor Mark Wahlberg sabiendo lo que mejor (¿lo único?) que saben hacer: honrar al americano trabajador, al currito, al hombre ordinario convertido en héroe en situaciones extraordinarias. El trío artístico y patriota se reúne de nuevo para llevar a la pantalla la explosión real de la plataforma petrolífera en altamar en 2010, un desastre natural con víctimas humanas. Berg sólo decide mencionar esta última parte, ni rastro de mensaje medioambiental. Le importan los hombres, los héroes. Lícito. El problema es que al resto no nos deja empatizar con ellos, porque la primera hora la pasan hablando de la maquinaria, la tecnología, etc. Lenguaje técnico incomprensible para la mayoría de los mortales. Y después ya empieza la explosión y un Berg en su salsa. La de siempre.

‘Moonlight’. Otra de las grandes películas del Festival. O eso decían. Su ruido había crecido tanto que tuvieron que añadir pases de prensa y el de hoy era en una sala de 45 personas a la que hubo que llegar más de una hora antes para ser uno de los 45 afortunados. La película merece el ruido, “obra maestra” la llaman los medios americanos, muy rápidos en decirlo siempre, pero si algo deja claro es que se come con patatas la otra gran película sobre la identidad negra: El nacimiento de una nación. Siendo una historia mucho más pequeña, íntima. Mínima. Es la historia de su guionista, y cómo creció en un barrio problemático de Miami con una madre yonqui y siendo acosado por sus compañeros. Como se transformó en un adolescente y un treintañeros problemático, sobre todo, por la lucha interna que mantenía consigo mismo por reconocerse incluso a sí mismo su homosexualidad. Aunque rodeada de algunos clichés, es un potente coming of age que merece más halagos que el filme de Nate Parker.

‘Justin Timberlake + The Tennessee Kids’. Jonathan Demme se puso detrás de las cámaras para grabar el último concierto del tour 20/20 en Las Vegas. Un gran espectáculo, por supuesto, pero dedicado a fans del cantante.

Vivan los junkets en hoteles de lujo con comida. ¡Vivan! Porque han venido a cuidarnos en estos días de malnutrición. Mac & cheese, pollo asado y ensalada de remolacha. De cena: alitas de pollo sin hueso (lo que vienen siendo nuggets) en el Hooters, un sitio al que nadie debería ir.

Con Sidse Babett Knudsen por La doctora de Brest, la película de inauguración en el Festival de San Sebastián. Con Adèle Exarchopoulos del miedo que pasó por rodar con Sean Penn, de tomarse más en serio a sí misma. Con Gemma Arterton, que se estrena en la producción. Con Emma Stone, Ryan Gosling y Damien Chazelle de musicales, de Los paraguas de Cherburgo, de Los Ángeles, de sueños…

Despedida y cierra de TIFF 2016 para la que esto escribe. Pero una despedida por todo lo alto, entrevistando a Anne Dorval, Justin Timberlake y al grandísimo Jim Jarmusch.

La La Land parecer ganar por unanimidad entre la prensa, pero no somos los que votamos. Tampoco hay un jurado profesional. Así que habrá que esperar al veredicto del público, que a priori parece también muy a favor de La La Land.