10 películas que te preparan para 'Tenet'

El estreno del año, y no un año cualquiera, merece una antesala a la altura: cine de espías, thriller, acción y paradojas temporales… ¿Será suficiente para prepararse?
10 películas que te preparan para 'Tenet'
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10 películas que te preparan para 'Tenet'

Muchos críticos ya la han visto. Unos dicen que es una película única y maravillosa, otros que es ininteligible… ¿Qué más da? Vamos a verla porque es el estreno del año. Quizá en un 2020 normal hubiera sido (solo) un gran hit, una película importante entre otras tantas… pero en este año que ha sido fin de todas las cosas y principio de otras bastante desagradables Tenet se ha convertido en LA PELÍCULA, el blockbuster que nos ha hecho salivar durante semanas.

Si encima hay polémica, si Christopher Nolan se ha puesto más autor que nunca, si la película va a ir acompañada de cientos de teorías… ¡mucho mejor! Cuanto más dure la resaca de Tenet mejor, porque no sabemos cuándo tendremos la siguiente fiesta importante en una sala de cine.

Así que con este panorama todo preámbulo es poco teniendo en cuenta la magnitud del evento. Y por mucho que a Nolan se le haya ido la cabeza más de lo normal, el argumento, el guion, la cámara o incluso (y aquí me estoy arriesgando) la narrativa que utiliza en Tenet tiene marcadas influencias que a nosotros nos van a servir para ir abriendo boca hasta que todos vayamos pasando por las salas de cine del futuro, las que solo cuentan con el 50% de afluencia.

Empecemos por el cine de espías:

En palabras del propio Nolan: “Este es definitivamente el periodo de tiempo más largo que he pasado en la vida sin ver una película de James Bond” “[...] Mi amor por el género de los espías proviene de la franquicia Bond, y específicamente del personaje de Bond”.

Así que Tenet podría ser lo más parecido que veamos nunca a un James Bond dirigido por Nolan. 

El director tiene una bonita tradición antes de empezar a rodar y es la de juntar a todo el elenco para ver una película (que suele ser un clásico) que sirva como inspiración para el proyecto. Por ejemplo, antes de filmar El caballero Oscuro vieron Heat y antes de Dunkerque vieron Sin novedad en el frente. Sin embargo, y a pesar de su pasión por Bond, esta vez Nolan se saltó la tradición por el simple hecho de que para él el género de espías está tan metido en la memoria cinematográfica de todos los espectadores que quería evitar acercarse a las trampas del mismo lo máximo posible.

Pero si les hubiera puesto una película antes de empezar el rodaje hubiera sido esta:

La espía que me amó (1977)

Uno de los James Bond que rodó Roger Moore y que no estará entre los mejor valorados por la crítica, pero da igual porque lo que a Nolan le interesa es transmitir esa sensación que abruma al espectador cuando se asoma por primera vez a la maravilla en una sala de cine.

“Creo que tenía unos siete años cuando la vi. Fui con mi padre al cine. Lo que recuerdo y lo que trato de retener de esa experiencia es la sensación de posibilidad… De que puedes saltar a través de esa pantalla e ir a cualquier parte del mundo para ver las cosas más asombrosas”, recordaba el director en unas declaraciones a Digital Spy.

La espía que me amó está dirigida por Lewis Gilbert y probablemente sea uno de los títulos más exóticos del agente 007. Barbara Bach interpreta a la agente de los servicios soviéticos que tendrá que ayudar a Bond en esta peliaguda misión bajo el mar. 

Skyfall (2012)

El último gran James Bond le pertenece a Sam Mendes y a Daniel Craig. Skyfall es, sin duda, una de las mejores cintas jamás rodadas basada en el personaje de Ian Fleming. Con mucha elegancia el director propone una reformulación del personaje (otra más) haciendo un thriller psicológico donde Javier Barden está desmesurado devorando de forma memorable al patidifuso de Daniel Craig.

Todo en esta película es operístico, grandilocuente, enrevesado y espectacular. Tenet ofrece algo parecido con doble ración de mareo argumental.

Tenet es también un thriller y hay dos que merece la pena revisar para ponerse a tono. Empezamos con el menos obvio:

Seven (1995)

¿Qué tienen en común Seven y Tenet? Nada en su argumento, en su fotografía, en su ritmo, ni en ninguno de sus actores. Y sin embargo ambas películas podrían definirse como cine inteligente o cine para cambiar la historia. Ambas tienen escenas de acción que funcionan a nivel comercial de la misma forma que funcionan a nivel narrativo.

Y aunque de Tenet es pronto para asegurarlo, al igual que Seven la película de Nolan está destinada a ser la más importante en su género durante mucho tiempo. Para los que prefieren el cine sombrío y desasosegante siempre será Fincher la mejor elección pero para los que buscan la perplejidad, Nolan es el amo y señor en ese caso.

Matrix (1999)

Nolan ha tenido que ver Matrix. Sus escenas de acción, sus persecuciones, sus conversaciones metafísicas beben de la obra maestra de las hermanas Wachowski a pesar de estar años luz en el concepto y origen de la película.

Si tú perteneces a la generación que vio Matrix en cine, seguramente saliste deslumbrado y obsesionado con cada uno de los fotogramas… Entenderás, entonces, las similitudes con Tenet. Lo que tendrás que preguntarte al salir de ver Tenet en el cine, la entiendas o no la entiendas, te guste o no te guste, es lo siguiente: ¿has visto antes algo parecido? La respuesta será no. Igual que con Matrix. 

Infiltrados (2006)

La forma en la que palpita esta película de Martin Scorsese es, en otro compás bien distinto, la forma en la que palpita Tenet. Dos horas y media de duración que se pasan como un suspiro, toda esa brutalidad, ese fragmento vital que Scorsese nos arranca para contarnos la historia de dos ratas interpretadas por Leonardo DiCaprio y Matt Damon, es la misma que utiliza Nolan para llevarnos al lado de su protagonista en una aventura mucho más grandilocuente donde tendrá que salvar el mundo, claro.

Curioso elemento el tiempo.  Aquí nos topamos con el quiz de la cuestión… El tratamiento del tiempo en Tenet. Inexplicable sería una forma suave de describirlo. Pero en peores plazas hemos toreado, y si no, echad un vistazo a la siguiente película de la lista.

Primer (2004)

La película más difícil de entender de la historia. Tan compleja que es exasperante. Pero tan fascinante al mismo tiempo que 16 años después todavía surgen nuevas teorías de estudiosos del filme que intentan dar con la clave de un guión que Carina Choano describió en su crítica de Los Angeles Times como “paraíso de los cerebritos”.

Que no os engañe la sencilla sinopsis de cuatro tipos que construyen una máquina del tiempo y que tras utilizarla comienzan a destruir sus relaciones. Su idea del espacio-tiempo y sus viajes al pasado es la perogrullada más inverosímil y adictiva jamás hecha.

Así que si no entiendes Tenet, piensa que aún hoy nadie entiende Primer.

La chica que saltaba a través del tiempo (2006)

La chica que saltaba a través del tiempo es una película de animación de carácter romántico y con un tono contemplativo y hermoso cuyo motor son los viajes en el tiempo. Es una obra maestra, para qué nos vamos a andar con rodeos, así que cualquier excusa es buena para verla si no la has visto, o revisar si ya has cumplido.

Su protagonista, Makoto, tiene un peculiar don que le permite ir atrás en el tiempo dando brincos. Algo así hace John David Washington en Tenet… Aunque no es realmente así y probablemente no tenga nada que ver. O sí, no sé, no lo tenemos claro aún.

En el ombligo de Nolan cabemos todos. ¿Cómo no va a mirar Nolan su propia filmografía cada vez que rueda algo? En este caso, aunque muchos apuntan a Origen, el comienzo de todo esto es Memento.

Memento (2000)

Memento termina donde empieza, es decir, el final de la historia es el principio y viceversa. El protagonista de esta película es un investigador cuya memoria reciente es un caos ya que todo desaparece de su mente en pocos minutos. Para poder investigar y así vengar el asesinato de su esposa recurre a la ayuda de una cámara y a unas notas que lleva tatuadas en el cuerpo.

Una absoluta obra de orfebrería en su estilo narrativo que la hace inolvidable y con la que Nolan sembró un estilo propio, el de un autor empeñado en sorprender al espectador constantemente. Quizá se haya pasado con Tenet pero negarle esa maravillosa intención sería de necios.

El caballero oscuro (2008)

Es la obra maestra de Christopher Nolan. El padrino de esta nueva generación de espectadores alimentados por el cine superheroico. Nada se le acercará nunca. Todo es perfecto en esta película, un superhéroe que Nolan desdibuja para que nos cueste darnos cuenta que en realidad es un fascista, y probablemente Gotham lo merezca, por supuesto. El mejor Joker posible con permiso de Joaquin Phoenix, y por supuesto el mejor Harvey Dent, que somos un poco todos nosotros viendo a ver cómo salimos a flote.

El caballero oscuro es, con sus diferentes lecturas, sus escenas ya míticas, su acción, banda sonora y el arco de sus personajes principales el lugar donde se mirará Christopher Nolan cada vez que ruede una película: ¿Lo he vuelto a hacer?

Y ya solo nos queda una última película para completar la lista. ¿Sabéis quién es John David Washington? Si no lo sabéis tenéis una cita obligatoria con la última película de Spike Lee.

Infiltrado en el KKKlan (2018)

John David Washington no es aún una estrella, en todo caso es una estrella en ciernes. Y aún así Christopher Nolan lo ha elegido a él para encarnar a su agente secreto, el tipo que deberá pelear por la supervivencia del mundo en una misión donde el tiempo se desdobla en dos líneas, una que va hacia adelante y otra que va hacia atrás.

Pero antes de este tremendo lío, John David Washington interpretó para Spike Lee a Ron Stallworth, el primer agente negro (y único en la historia) que consiguió infiltrarse en el Ku Klux Klan. Esta comedia dramática basada en hechos reales es de lo mejor de su año. Además de lo divertida, emocionante y provocadora que es, nos enseña algo clave: Es imposible no reírse de esa panda de catetos racistas.

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