Superhéroes de segunda división

Algunos superhéroes llegan al cine en protagonizando superproducciones. Otros... no tanto.
Superhéroes de segunda división
Superhéroes de segunda división
Superhéroes de segunda división

ARGOMAN (Roger Browne en Argoman, 1967)

Identidad secreta: El hipnotizador y aristócrata Sir Reginald Hoover, vividor londinense con una propensión fatal al requiebro de mozas. "Fatal", decimos, porque el poderoso Argoman pierde sus poderes temporalmente tras haber cohabitado con una chica...

Poderes y demás: Su fuerza sobrehumana y su velocidad supersónica son, al igual que su capa, un 'préstamo' descarado de Supermán. El visor modelo 'qué pasa neng' que luce su apijamado uniforme nos remiten, sin embargo, a Cíclope, de los X-Men.

Antagonista: La malvada Jenabell (Dominque Boschero), mujer fatal sobrada de desparpajo hipster: al fin y al cabo, esta es una película de los sesenta.

Cutrez irredimible: Aprovechando la coyuntura (el Batman colorista de Adam West había llegado a la gran pantalla en 1966), el currante de la serie B italiana Sergio Grieco tiró de un buen número de tópicos de Marvel y DC para dar forma a este superhéroe-megamix. Pese a su parquedad de medios, Argomán resulta sin embargo bastante entrañable, fruto de una época en la que un filme sobre superhéroes estaba condenado irremediablemente al bajo presupuesto.

LOS TRES SUPERHOMBRES (Luciano Stella, Brad Harris y Aldo Canti en Tres superhombres, 1967)

Identidades secretas: Más de cuarenta antes de Kick-Ass, los acróbatas Tony (Luciano Stella) y Nick (Aldo Canti) tuvieron la misma idea que Aaron Johnson: vestirse con trajes de dudoso gusto para luchar contra el crímen. El cachimán del FBI encarnado por Brad Harris (habitual en todo tipo de maniobras con presupuesto tendente a cero) se les unirá, dando forma al trío titular.

Poderes y demás: Además de su habilidad para los saltos y los volatines, el trío está equipado con trajes blindados de insólita resistencia. Ahora bien, nada de habilidades sobrenaturales como volar y demás, que los efectos especiales están muy caros.

Antagonistas: Su primera aventura (1967) enfrentó a estos muchachotes con el mad doctor de guardia, interpretado por Charles Tamblin (nombre auténtico: Carlo Tamberlani). Las posteriores secuelas les depararon un villano de postín en un filme cuyo título se explica por sí solo: Los tres superhombres contra El Padrino (1979). Esta última película fue rodada en Turquía, y ninguno de sus actores se parecía a Marlon Brando.

Cutrez irredimible: El muy espabilado director Gianfranco Parolini (creador de la mítica saga spaghetti western de Sabata, con Lee Van Cleef) recicló el argumento de su películaTres invencibles (1963) para esta producción destinada por naturaleza a los cines de barrio. La cosa salió tan bien que los Tres Superhombres (también conocidos como 'Tres Supermanes') acabaron protagonizando una saga de ocho títulos que les haría viajar a lugares exóticos (Los tres superhombres en Tokio, 1968) e incluso al Far West (en Los tres supermanes en el Oeste, 1973) para, tras su enfrentamiento con la famiglia (la ya citada Los tres superhombres contra El Padrino), desembocar en los terrenos del video doméstico.

SUPERSONIC MAN (Richard Yestaran en Supersonic Man, 1978)

Identidad secreta: Un alienígena llega a la Tierra huyendo de la destrucción de su planeta, se dedica a la lucha contra el mal y acaba enfrentándose contra un científico loco... ¿De qué nos suena? Pues eso: el Superman de Richard Donner había llegado a los cines un año antes, y el cine español (sí, español) no podía ser menos. Por si eso fuera poco, el lema de Supersonic Man es... "¡Que la fuerza de las Galaxias sea conmigo!". De las galaxias. Sí. Menos mal.

Poderes y demás: Además de poseer superfuerza, visión de rayos-x y demás habilidadeskryptonianas, el héroe made in Spain encarnado aquí por Richard Yestaran (real name:Ricardo Ayestarán) puede prescindir de la tradicional cabina de teléfonos para cambiarse de ropa: sólo con pulsar un botón de su reloj digital (con calculadora) se queda hecho un pincel entre una bruma de colores psicodélicos.

Antagonista: El doctor Gulik (Cameron Mitchell), mad doctor de guardia dedicado a ´"romper el equilibrio del Universo".

Cutrez irredimible: Hizo falta toda la habilidad de Juan Piquer Simón (autor de joyas como Mil gritos tiene la noche -1982-) para poner en marcha este delirio, lleno de méritos inapreciables. Además de contar en su reparto con Frank Braña (habitual en los filmes de nuestro Jess Franco) y con Diana Polakov (pareja por entonces de Ramoncín), y sumado a sus efectos especiales de juzgado de guardia, Supersonic Man cuenta con una banda sonora cuyo poder disco resulta, cuanto menos, hipnótico. Si no te lo crees, dale al play del video y ríete de John Williams y sus fanfarrias.

SUPERMEN (Tayfun Demir en Süpermen doglu, 1979)

Identidad secreta: No sabemos lo que quiere decir "Tayfun" en turco, pero bien podría significar "No soy Clark Kent".

Poderes y demás: Derrumbar una pared de un golpe es muy sencillo, siempre que dicha pared esté compuesta por paneles de contrachapado. Así mismo, el poder de Supermen (que no "Superman") para resistir los disparos de sus enemigos bien puede deberse a que éstos parecen usar balas de fogueo.

Antagonistas: El mafioso Alev (Güngor Bayrak), un nombre que seguramente quiere decir "No soy Lex Luthor".

Cutrez irredimible: La falta de distribución de filmes de Hollywood en Turquía, combinada con la más bien laxa legislación del país euroasiático en materia de derechos de autor, condujeron a la aparición de filmes como Supermen, que compensaban sus espartanos medios birlando algunas escenas (a veces, secuencias enteras) y sus bandas sonoras a producciones estadounidenses de moda. Si quieres más, prueba con Dunyayi kurtaram Aram (1982) conocida (y con razón) como "el Star Wars turco".

DARKMAN (Liam Neeson en Darkman, 1990)

Identidad secreta: Peyton Westlake, un científico brillante pero mentalmente inestable, cuyas investigaciones acabarán dejándole muy quemado.

Poderes y demás: Aunque su rostro original se haya convertido en un amasijo de carne calcinada, Darkman es capaz de adoptar la identidad de cualquier persona gracias a su mayor invención: un compuesto sintético parecido a la piel que emplea para ocultar sus desfigurados rasgos. El problema es que sus máscaras sólo aguantan durante cien minutos antes de deshacerse.

Antagonista: El hampón Robert Durant (Larry Drake) no sólo robó las fórmulas de nuestro héroe, sino que también provocó el incendio que arruinó su rostro. Esto clama venganza...

Cutrez irredimible: A diferencia de otros ejemplares, Darkman no aparece en esta lista por su pobreza de medios: se trata de una producción modesta pero solvente, con el gran Sam Raimicomo director, que pese a su pobre acogida inicial acabó generando cuatro secuelas directas a video. Vamos, lo que se dice una película de culto. Lo realmente lastimoso de este aventurero enmascarado es... Su vida: además de tener la cara hecha un asco y de vivir en las alcantarillas, el pobre Peyton Westlake vive separado para siempre de su novia Julie (Frances McDormand) y está, para qué negarlo, como una grandísima regadera.

CONDORMAN (Michael Crawford en Condorman, 1980)

Identidad secreta: Woodrow Wilkins, un dibujante de cómics aficionado a las historias de espionaje y obsesionado con el realismo de sus viñetas. A veces, demasiado.

Poderes y demás: Al igual que Kick-Ass, Condorman compensa su falta de superpoderes con una imaginación portentosa y una inhumana capacidad para meterse en líos. Los avatares de la historia le harán propietario de un uniforme con casco picudo y un 'condormóvil' (léase "deportivo tuneado por los técnicos del estudio"), entre otros gadgets inspirados, como poco, en los de Batman.

Antagonista: Por si los efectos especiales y la dirección no dejasen claro que esta producciónDisney escoraba hacia la serie B, el papel del villano Krokov fue interpretado por Oliver Reed,etílico actor inglés que haría su última intervención ante las cámaras en Gladiator.

Cutrez irredimible: Los años setenta, y sobre todo los ochenta, fueron una temporada de vacas flacas para Disney, y Condorman es la prueba. Dirigido por Charles Jarrott (cuya Horizontes perdidos -1973- es seria candidata a peor película de la historia) y rodado con medios mínimos y un reparto de saldo, el filme fue nombrado por el crítico Roger Ebert como la película con menos fuste de 1980. No obstante, su popularidad es considerable, y en 2008 la productora lo reeditó en un dvd de edición muy, muy limitada.

RALPH HINCKLEY (William Katt en El gran héroe americano, serie, 1980-1983)

Identidad secreta: La ingenuidad de este profesor de instituto metido a héroe es digna de estudio: unos alienígenas le confían un supertraje que le confiere poderes extraordinarios... Y a él ni siquiera se le ocurre adjudicarse un supernombre como Jack Kirby y Stan Lee mandan.

Poderes y demás: Dado que El gran héroe americano nació en buena medida como una parodia de Superman (por entonces en pleno auge fílmico), sus poderes se corresponden en buena medida con los del último kryptoniano. Eso sí: Ralph no tiene ni idea de cómo manejarlos, dado que en el primer episodio del serial pierde el libro de instrucciones de su uniforme. Como bien saben su novia (Connie Selleca) y el agente del FBI Maxwell (el recientemente fallecido Robert Culp), las incursiones aéreas del protagonista suelen acabar en aterrizajes forzosos, y jocosos.

Antagonistas: El presupuesto de la serie ya tenía bastante con hacer creíbles los poderes del prota, con lo que nada de supervillanos esta vez. Los enemigos de Maxwell son criminales corrientes y molientes.

Cutrez irredimible: Al crear esta serie, el productor Stephen J. Cannell (uno de los creadores de El Equipo A y descubridor de Johnny Depp en Nuevos policías) la concibió como una parodia adulta del género de superhéroes, con argumentos realistas. Sin embargo, el show no sólo triunfó entre el público infantil, sino que su sintonía (Believe It or Not, compuesta por Mike Post) acabó resultando más famosa que el programa en sí. ¿Barrido del mapa por una canción? Lo sentimos, Ralph, pero eres un pringao con pijama rojo.

ABRAXAS (Jesse Ventura en Abraxas, el guardián del universo, 1990)

Identidad secreta: Si eres un policía cósmico (?) de diez siglos de edad (??) procedente del planeta Sardacian, y además te llamas igual que un disco de Santana, ¿crees de verdad que hace falta inventar un seudónimo chorras para hacer justicia?

Poderes y demás: Además de una longevidad que haría palidecer a un corredor de seguros de vida, Abraxas dispone de una 'Caja de respuestas', artefacto que le permite viajar de un punto a otro del Cosmos a través de lo que parece un tubo de plástico gigante.

Antagonista: El pérfido Secundus (Sven Ole Thorsen), otro policía espacial cuyo objetivo es fecundar a una mujer humana para engendrar un vástago superpoderoso.

Cutrez irredimible: Algo más que inspirada en los cómics del pionero del cómic Jack Kirby (en concreto, los desarrollados en el llamado Cuarto Mundo), Abraxas nació como vehículo de lucimiento para su protagonista Jesse Ventura, un luchador de catch apodado 'El Cuerpo' que había debutado en cine acompañando a Arnold Schwarzenegger en Depredador (1987). El único factor que hace destacar al filme sobre otros miles de títulos straight to video es la fugaz presencia en él de James Belushi.

LOS HOMBRES MISTERIOSOS (Ben Stiller, Hank Azaria, William H. Macy y otros en Mystery Men, 1999)

Identidades secretas: Las vidas privadas de estos aventureros enmascarados están a la altura de sus poderes. Es decir, dan vergüenza ajena: en las filas de los Hombres Misteriosos hay desde oficinistas frustrados a basureros.

Poderes y demás: Este lamentable grupo es a nuestra lista de héroes cutres lo que The Avengers al Universo Marvel: entre sus filas se hallan titanes como el Rajá Azul (Hank Azaria, el futuro Gargamel de The Smurfs), capaz de convertir tu cubertería de Ikea en un arma mortal, Míster Furioso (Ben Stiller), con la habilidad de enfadarse muchísimo cuando no le hacen caso, y El Excavador (William H. Macy), virtuoso en el manejo de la pala. Nosotros le tenemos un cariño especial al Chico Invisible (Kel Mitchell), que afirma ser capaz de desaparecer sin dejar rastro. Sólo lo afirma.

Antagonista: En un mundo donde todo hijo de vecino tiene poderes (o eso parece), hace falta una amenaza del calibre de Casanova Frankenstein (Geoffrey Rush, antes de Piratas del Caribe y después de Shine) para movilizar a los Hombres Misteriosos.

Cutrez irredimible: Lamentables a causa de su concepto, no de la escasez de medios, estos antihéroes nacieron en un cómic de la editora Dark Horse (hogar de Hellboy). Igual de desgraciada que sus protagonistas, la adaptación al cine no se comió un colín en taquilla pero cuenta con detalles tan simpáticos como un cameo de Tom Waits.

EL CAPITÁN ORGAZMO (Trey Parker en Orgazmo, 1997)

Identidad secreta: Joe Young, un predicador mormón corto de fondos (y de luces), recibe una oferta para convertirse en el superhéroe protagonista de una saga de películas porno. Así como suena. Por supuesto, acepta sin saber dónde se está metiendo.

Poderes y demás: Una pistola de rayo capaz de provocar momentos inolvidables a todo varón que se cruce con sus rayos cachondos. Tan orgiástica arma es un invento de su ayudante, el siempre dispuesto Chodaboy (Dian Bachar).

Antagonista: Maxx Orbison (Michael Dean Jacobs), productor de cine pornográfico con pocos escrúpulos y mano larga con sus actrices. Por supuesto, los protas le darán una buena paliza, pero haciéndolo crearán un monstruo...

Cutrez irredimible: Históricamente, el cine porno carga a sus espaldas con un considerable volúmen de vergüenza ajena. Añadamos a eso la mirada venenosa de Trey Parker Matt Stone, creadores de South Park, y tendremos las claves de este divertido despropósito.

JOHN HANCOCK (Will Smith en Hancock, 2008)

Identidad secreta: ¿Ves a ese borracho que duerme la mona en un banco? Sí, ese que se parece tanto a Will Smith... Pues es uno de los seres más poderosos del planeta. Está claro que ejercer de superhéroe no es incompatible con en un despojo humano.

Poderes y demás: Invulnerable a cualquier arma conocida y capaz de volar, Hancock posee una fuerza sobrehumana que, combinada con su torpeza y su gusto por la priva, le convierten en una amenaza pública. Y no para los supervillanos, precisamente.

Antagonista: El pacífico agente de relaciones públicas Ray (Jason Bateman) está empeñado en lavar la imágen de Hancock y convertirle en un hombre de provecho. Su mujer (Charlize Theron) es una superheroína en el armario con la que el prota está condenado a entenderse, para su desgracia.

Cutrez irredimible: Además de que su guión no deja en muy buen lugar al gremio, Hancockpadece de notorios fallos de guión (¿es un drama, o una comedia?) y delata en exceso su condición de vehículo de lucimiento para su protagonista. El guión original, titulado Tonight, He Comes, prometía ser mucho más incorrecto y agresivo, pero Will Smith entró en escena y...

ALEX 'THE HOTNESS' y sus colegas (Nicholas Burns y otros en No Heroics, serie de TV, 2008)

Identidad secreta: En la Gran Bretaña alternativa donde transcurre No Heroics, los superhéroes son  currantes autónomos a los que el gobierno de Su Graciosa Majestad machaca a impuestos. En esas circunstancias, mantener una identidad secreta en condiciones resulta demasiado caro: estos chicos sólo se quitan las máscaras en su pubfavorito, el Fortress.

Poderes: Alex, protagonista titular de la serie, posee el don de la pirokinesis (encender fuegos con la mente), lo que le ha servido para reducir a cenizas la londinense National Gallery, entre otras 'hazañas'. Su mejor amiga, Electroclash (Claire Keelan) es una niña pija capaz de controlar a las máquinas (como, por ejemplo, un cajero automático), y la pobre She-Force (Rebekah Staton) es, para su desgracia, la mujer más fuerte del mundo.

Antagonistas: Además de los recaudadores de impuestos y los grupos neonazis anti-héroes, los protagonistas de No Heroics tienen un rival particularmente incordiante en Excelsor (Patrick Baladi). No se trata de un supervillano, sino del héroe más famoso de Londres. Todos le odian... Y le envidian.

Cutrez irredimible: ¿Qué ocurriría si Ricky Gervais (The Office) escribiera guiones de cómic? Pues que le saldría algo muy similar a No Heroics. Este serial de la cadena ITV aplica al género de superhéroes todo el peso del humor negro británico, llegando a unas cotas de mala leche que ríete tú de Watchmen.

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