'Starfighter': cuando el 'remake' es imposible

¿Crees que, en su afán de maximizar beneficios y minimizar riesgos, Hollywood es capaz de resucitar cualquier película del pasado con un lavado de cara actual? Pues esta no.
'Starfighter': cuando el 'remake' es imposible
'Starfighter': cuando el 'remake' es imposible
'Starfighter': cuando el 'remake' es imposible

Starfighter: La aventura comienza se estrenó en EE UU a comienzos del verano de 1983. La taquilla cumplía su sexta semana dominada por Los cazafantasmas y Gremlins y esta película de aventuras y ciencia-ficción espacial dirigida por Nick Castle —quien venía de debutar con la aún mucho más olvidada Tag: El juego asesino (1982) tras coescribir 1997: Rescate en Nueva York (1981) con John Carpenter— se quedó en el tercer puesto, llegando a reunir 28,7 millones de dólares durante su andadura completa. Era una producción humilde —pero no tan modesta: su presupuesto fueron 15 millones de dólares— y medularmente ochentera que contaba la historia de Alex Rogan (Lance Guest), un adolescente que vive en un parque de caravanas y pasa los ratos muertos jugando a una máquina recreativa. Su vida cambia cuando es contactado por una raza de extraterrestres con el fin de reclutarlo para su guerra interestelar tras detectar los excelentes resultados que obtenía en el videojuego.

Aunque Starfighter no fue ningún éxito en los cines, tenía la típica sinopsis que te hacía coger la cinta de la estantería del videoclub y, con el paso del tiempo, ha pervivido como una discreta integrante de la clase media de los fenómenos de culto, bien rebozada en varias capas de nostalgia. Teniendo en cuenta ese estatus, sus componentes pop y el potencial que da el argumento a los efectos digitales del cine actual —en su momento fue una de las primeras películas en seguir la senda de TRON con grandes cantidades de CGI—, ¿no parece que estemos ante el típico recurso de última hora para el cargo ejecutivo de un estudio que debe ir a la reunión de mañana con la propuesta de una nueva película como sea? Totalmente. Sin embargo, resulta que la idea de hacer un remake de Starfighter, incluso en el Hollywood de hoy en día, es imposible. Y no es precisamente porque haya poca gente interesada.

En Slashfilm se han hecho eco de la discusión que han mantenido al respecto en Twitter algunos ilustres talentos hollywoodienses que han intentado levantar ese proyecto en los últimos años: Gary Whitta —guionista de El libro de Eli, After Earth y el futuro spin-off de Star Wars que dirigirá Gareth Edwards— y Seth Rogen. El primero afirma que muchísimos guionistas han ido detrás del proyecto; el segundo llega a decir que el propio Steven Spielberg le confesó que fue incapaz de conseguir los derechos para rehacer el filme. Derechos que, al parecer, no están en manos de la productora —es difícil imaginar a Universal Pictures negándose a hacer una película de guerra espacial con Spielberg—, sino al guionista original de Starfighter: Jonathan R. Betuel. Según quienes han luchado por comprarlos, el escritor —cuyo currículum incluye otras gemas de la ciencia-ficción juvenil como Mi proyecto científico (1985) y Dino Rex (1995)— se niega en redondo, y ante cualquier cifra, a venderlos o cederlos, bloqueando así todas las insistentes propuestas de remake hasta la fecha.

¿Crees que es para bien que Betuel apueste por defender la integridad de la obra negándose a su actualización mediante una versión contemporánea? ¿O que incluso nos está defendiendo ante la posibilidad de aguantar un estruendoso remake sin ton ni son de un producto ochentero semiolvidado más? El caso es que la conversación entre Rogen y compañía surgió a raíz del siguiente tráiler fan made, donde Tim Gonzales ha utilizado su pericia con la edición para imaginar cómo habría sido promocionada Starfighter según las tendecias de los tráilers modernos. ¿Crees que un remake podría funcionar? Si Betuel mantiene su postura, lo más probable es que nunca lo sepamos.

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