'Star Wars': Muere Kenny Baker, el alma de R2-D2

El actor que manejó desde dentro al droide más protestón ha fallecido en su Inglaterra natal a causa de una larga enfermedad
'Star Wars': Muere Kenny Baker, el alma de R2-D2
'Star Wars': Muere Kenny Baker, el alma de R2-D2
'Star Wars': Muere Kenny Baker, el alma de R2-D2

La altura de Kenny Baker (1934-2016), que falleció ayer a causa de una larga enfermedad, nunca superó los 112 centímetros. Irónicamente, eso fue lo que lo convirtió en inmortal. En 1977, cuando ya tenía varias décadas de experiencia como artista de circo, este actor inglés fue seleccionado por George Lucas para intervenir en una película titulada Star Warsuna suerte de revival indie de los viejos seriales de ciencia-ficción cuya preproducción estaba siendo monstruosamente difícil, y a la que todos daban por un futuro batacazo en taquilla. El trabajo de Baker consistiría en introducirse dentro de R2-D2, un droide achaparrado y protestón, y operar la carcasa. El resultado, ahora lo sabemos, lo convertiría en el intérprete de uno de los personajes mecánicos más queridos de la historia del cine, en el cincuenta por ciento de una pareja cómica y robótica con Anthony Daniels, un locutor de la BBC que odiaba la ciencia-ficción y que las pasaba canutas enfundado en el estirado caparazón de C3-PO.

La vida de Kenny Baker es propia de una novela de Evelyn Vaugh o algún otro clásico de la picaresca británica: nacido en una familia de clase obrera, no sólo tuvo que padecer la Segunda Guerra Mundial y la cruda posguerra, sino también los prejuicios sociales derivados de su enanismo. Ahora bien, cuando Lucas le ofreció su oportunidad cibernética ya había alcanzado cierta fama como mitad de un dúo cómico llamado The Minitones, y tras la primera entrega de Star Wars  tuvo ocasión de intervenir en otros filmes a cara descubierta: podemos verle a las órdenes de David Lynch en El hombre elefante, y a las de Terry Gilliam en Los héroes del tiempo. También apareció en Willow y en Dentro del laberinto, pero su vinculación con la saga galáctica pareció no tener fin: en El retorno del Jedi hizo doblete como uno de los Ewoks (dándose el gustazo de robar una speeder bike del Imperio), y retomó su rol como R2 en las precuelas. Sus problemas de salud le impidieron participar en Star Wars: El despertar de la Fuerza, pero instruyó en el papel a su sucesor, Jimmy Vee.

Kenny Baker deja dos hijos (habidos con la actriz Eileen Baker, fallecida en 1993) que no han heredado su condición física.

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