Como toda creación colectiva, la historia de Star Wars es una de compromisos, negociaciones y componendas entre distintos creadores. Sin ir más lejos, entre J. J. Abrams y Rian Johnson. En una entrevista con Entertainment Weekly, el director de Los últimos Jedi ha desvelado que le pidió a su colega un pequeño favor relacionado con el final de Star Wars: El despertar de la Fuerza. ¿De qué se trató?
Pues de una cuestión con un par de droides. Según Johnson, el primer guión terminado de El despertar de la Fuerza mostraba a Rey partiendo hacia Ach-to (el planeta de exilio de Luke Skywalker) acompañado por Chewbacca y BB-8. Pero él tenía otras ideas para su secuela. "Le pedí [a Abrams] que R2-D2 se fuera con Rey, y que BB-8 se quedase con la Resistencia", cuenta el cineasta.
No sabemos si Rian Johnson tiene algún prejuicio contra el droide-pelotilla, pero (como explican en io9), su decisión tiene sentido. Para empezar, BB-8 es el compañero de Poe Dameron (Oscar Isaac), mientras que R2 y Luke Skywalker han vivido muchas cosas juntos. Además, teniendo en cuenta que el astromecánico se pasó El despertar de la Fuerza tirado en una esquina, seguro que los warsies de la vieja escuela agradecen oír de nuevo sus "bips" y sus "bops" en el nuevo filme.
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