¿Son los 'spoilers' tan malos como los pintan?

Un estudio científico prende el debate: conocer elementos del argumento de una película no resulta perjudicial para disfrutarla. El público y los expertos lo dirimen para nosotros.
¿Son los 'spoilers' tan malos como los pintan?
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¿Son los 'spoilers' tan malos como los pintan?

 ¿Cuál es la mayor plaga de internet, en lo que al cine y la TV se refiere? Muchos de nuestros lectores lo tendrán claro desde el principio: los spoilers. Aunque a estas alturas todos sabemos que [SPOILERS] Darth Vader es el padre de Luke Skywalker, que Bruce Willis estaba muerto desde el principio y que Kevin Spacey es Keyser Sozé [/SPOILERS], entre otros giros de guión históricos, esos inoportunos pedazos de información que 'destripan' el argumento de nuestras películas más esperadas son temidos como la peste por muchos espectadores. Pero, ¿debería ser así?

Según un estudio de la Universidad de San Diego (California), rotundamente no. El ensayo, dirigido por los profesores de psicología Nicholas Christenfeld y Joseph Leavitt, tiene una base literaria (sus responsables emplearon relatos cortos), pero sus conclusiones son fácilmente extrapolables al cine, como ya han hecho nuestros compañeros de Slashfilm. Y es que los 30 sujetos de estudio, vulgo lectores, que participaron en el experimento, afirmaron no haber tenido problemas para disfrutar de 12 cuentos (de autores como John Updike, Anton Chéjov, Agatha Christie y Raymond Carver) cuyos finales les habían 'destripado' previamente. En la gráfica que podéis ver a continuación, las barras negras representan el 'nivel hedónico' (es decir, lo bien que se lo pasaron) los sujetos no spoileados.

¿Son los 'spoilers' tan malos como los pintan?

¿La conclusión de los profesores Christenfeld y Leavitt? Dos: "El argumento es una mera excusa para el arte narrativo" y "una vez desvelada la sorpresa, la asimilación cognitiva de las historias es más fácil, y procura una mayor comprensión de estas". En cristiano: los spoilers pueden ser beneficiosos. En CINEMANÍA no acabamos de picar el anzuelo, pero hemos querido conocer la opinión sobre el tema de espectadores y expertos. A continuación podéis leerlas en un reportaje con un 100 por 100 de información original... Y sin spoilers.

"Hay 'spoilers' y 'spoilers"

"Para mí hay dos clases de spoilers: unos que te avivan el interés por una película, y otros que te la revientan", comenta Bittor Ruíz de Azúa (30 años), ingeniero de telecomunicaciones y cinéfilo de pro. Bittor, que no se pierde un capítulo de Fringe, confiesa haberlas pasado canutas últimamente por culpa de un tal J. J. Abrams: "Cada vez que veo un tráiler de Super 8, pienso que van a dar una pista sobre el monstruo y esas cosas, quitándole un poco de misterio a la película". Como ejemplo de esos otros spoilers, los que pican el gusanillo e invitan a ver el filme, nuestro consultado cita a Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal: "Cuando se supo que en la nueva aventura saldrían alienígenas, me interesó mucho, por saber cómo encajarían eso en una historia de 'Indy'. Aunque luego la película me pareció nefasta", remacha.

¿Son los 'spoilers' tan malos como los pintan?

Desde la afición, Bittor Ruíz coincide con el crítico y periodista de cine John Tones, cuya actitud ante spoilers y 'destripamientos' es matizada: "En el fondo estoy de acuerdo con estas conclusiones, porque nunca me ha importado que me cuenten el final de una película", sentencia para nosotros este experto. Según prosigue Tones, una cosa es reventar el final de un filme y otra muy distinta desvelar detalles que (según nos afirma) son importantes, pero no tanto. "Todo depende de los géneros narrativos, de la calidad de la película y de si es una buena sorpresa o un truco barato", remacha.

Por contra, el crítico de CINEMANÍA y El País Toni García reacciona de inmediato cuando se le menciona este estudio: "Me parece una soplapollez", asevera. Y prosigue: "Si desvelas el giro final de Sospechosos habituales o de Se7en te estás cargando la película, y no hay forma de afirmar lo contrario". Por ello, este profesional asegura que siempre intenta permanecer al margen de todo lo que pueda desvelarle spoilers: "ni internet, ni televisión, ni revistas, nada de nada". En opinión de García, "de la teoría a la práctica hay un buen trecho, y equiparar la reacción de un lector con un libro y la de un espectador con una película es un gran error".

Manteniendo las formas

Con una larga experiencia laboral en el cine (como productora), la titulada en Trabajo Social Jimena Martín (31 años) se declara a sí misma como una rara avis en el mundillo: "A mí los spoilers no me importan, soy de esas personas a las que no les molesta que les cuenten el final", comenta jocosamente antes de señalar un único caso que le hubiese importado conocer: "Si me hubiesen explicado el final de Testigo de cargo, de Billy Wilder, a lo mejor sí me hubiese enfadado". "Al final, una película es un juego entre el director y el espectador", apunta, señalando un nuevo tema de debate: ¿no serán las conclusiones de este estudio formalistas en exceso, dando demasiado a la teoría narrativa y poco al placer de un relato bien contado?

"Ir a ver un thriller conociendo el nombre del asesino tiene mucho más peso que saber que Indiana Jones huirá de una roca gigante", insiste John Tones cuando se le comenta este detalle. Y aún así, explica, hay excepciones: "Uno puede revisar Psicosis una y otra vez, sabiendo tras el primer visionado dónde está la clave del argumento, y pese a ello seguir disfrutándola". Toni García disiente de este punto de vista de forma radical:"El impacto de una revelación así sobre el visionado es absoluto", remacha, antes de avisar que "intentar crear lecturas genéricas sobre un tema como este es inútil".

¿Son los 'spoilers' tan malos como los pintan?

Formalismo, giros finales inesperados... No es nada raro que uno de los nombres más en boca de nuestros consultados para este reportaje (después del de Alfred Hitchcock) sea el de M. Night Shyamalan. Como cinéfilo de a pie, Bittor Ruíz declara que algunos spoilers "son poco importantes, porque la trama de la historia es un macguffin y lo gordo es lo que la rodea". Pero, comenta acto seguido, "saber de antemano un supergiro como el de El sexto sentido sí puede arruinarte la peli, aunque esos guiones tienen mucho de trampa". Sin embargo, John Tones cita la revelación final de El protegido como algo que "potencia el atractivo de la película, e incluso darte ganas de verla más de una vez" para captar mejor los detalles.

En busca de la sorpresa perdida

Hablemos claro: dada la secuelitis que nos invade, muchas veces huímos de los spoilers, no porque temamos que la película de marras pierda su encanto, sino porque es la única forma de mantener las pocas sorpresas que puede ofrecernos un remake, una entrega de una saga,una adaptacióno el colmo de los colmos: un reboot. Nuestra espectadora Jimena Martín opina que desvelar una referencia o un guiño no supone un spoiler grave ("Las más de las veces, no pasa de un juego: a veces llega al espectador, y otras no"), mientras que John Tones comenta que "en una película de superhéroes, por ejemplo, si hay un detalle que se salga del canon del cómic original el estudio se cuidará muy mucho de revelarlo". La presunta muerte de la innovación en Hollywood ha llevado, según este experto, a "la revalorización del detalle original".

¿Son los 'spoilers' tan malos como los pintan?

Toni García, por su parte, apunta un punto de inflexión para esta nueva búsqueda de la sorpresa: las series de TV, cada vez más largas, más complejas y más llenas de detalles que es mejor no conocer. "Si te desvelan el final de la tercera temporada de The Wire, puedes sobreponerte", apunta, "pero no es lo mismo ni de lejos que conocer de antemano el final de The Shield, algo que te arruina la serie entera". Según John Tones, esto se debe a una razón más bien prosáica: el presupuesto. "Al no poder sorprender con espectacularidad visual a gran escala, por cuestión de medios, muchas series emplean giros argumentales muy locos", apunta antes de aducir un ejemplo: "cuando Perdidos estaba aún en antena, contarte el final de un episodio era chafarte el capítulo entero".

"No sé si será un spoiler o un dato ya publicado", comenta Bittor Ruíz de Azúa, despidiéndose con un ejemplo extraído de una de sus series de cabecera, "pero el otro día ví una promoción de True Blood en TV, y en ella aparecía un personaje que oficialmente está muerto, lo que me dejó... muerto". Puede que los profesores Christenfeld y Leavitt tengan razón, y los spoilers no sea para tanto, pero alguien tendrá que explicárselo primero a los espectadores.

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