[Sitges 2015] Día 4: Gaspar Noé aterriza con su 'Love' 3D

El director de 'Irreversible' vuelve a no dejar indiferente a nadie con su último trabajo.
[Sitges 2015] Día 4: Gaspar Noé aterriza con su 'Love' 3D
[Sitges 2015] Día 4: Gaspar Noé aterriza con su 'Love' 3D
[Sitges 2015] Día 4: Gaspar Noé aterriza con su 'Love' 3D

¿De qué se habla hoy en Sitges? De Love 3D de Gaspar Noé, y no es tanto que se hable como que se grite en torno a ella, con opiniones completamente discordantes. También de los más de veinte minutos que ha estado hablando David Prowse -el mismísimo Darth Vader- al recoger su premio a toda una carrera, contando con pelos y señales sus inicios en esto del show business y su llegada a la saga. El premio no estaba programado para ese momento, así que desplazó más de media hora la película que iban a proyectar. Y no fue a más porque le dijeron que no había momento para una sesión de preguntas y respuestas con el público, claro.

¿Qué hemos visto? De todo un poco, así que vayamos por partes. Dentro de la sección oficial se ha presentado Miss Hokusaki, el nuevo largometraje del nipón Keiichi Hara, autor de un film de animación tan estimulante como Colorful. Aquí la cosa no llega tan lejos aunque es imposible negarle su corrección formal, su condición de película más pequeña e íntima, centrándose en contar la historia de una chica apuntando a pequeñas anécdotas. En este espectro funciona la mayor parte del tiempo, y aunque es cierto que se ve con agrado, es imposible negar que le falta un centro, o al menos desarrollar una de sus múltiples ideas hasta el final, en lugar de ir dejándolas caer. Al final la protagonista dice que su vida "no ha sido gran cosa" y la película se auto-refleja en ese comentario. No está mal, pero le falta algo.

También a concurso, El cadáver de Anna Fritz es otra de esas producciones de género que cada vez se hacen más en nuestro país, y como cabía esperar, a mayor cantidad... también hay un número mayor de obras que no dan en la diana. Si hace unos días aplaudíamos la modesta Summer Camp por ofrecer algo de interés, aquí podríamos ser benévolos y aplaudir que el film se aguante sobre sí mismo con apenas cuatro actores, que no se haga cuesta arriba en sus 80 minutos y que a nivel de realización tiene recursos bien aplicados. Siendo también honestos, el guión juega con las cartas marcadas y no son pocas las cosas que claman al cielo, además de tener una conclusión bastante cuestionable. No se recordará este film como uno de los mejores ejemplos de cine de género en nuestro país, pero las cosas como son: los hay mucho peores. Si tan sólo arriesgase un poco más y no se conformase con eso...

Ya en secciones paralelas, tocaron dos películas con la palabra "Love" en su título, aunque no podían ser más diferentes. Love & Peace de Sion Sono (sí, el mismo director de Tag, film del que hablamos ayer y que aún tiene un tercer largometraje este año en el festival) aborda la historia de un fracasado que es acosado en el trabajo y que tras comprar una tortuga verá como su vida cambia de forma radical. Ausente en todo momento de la violencia exagerada que caracteriza la carrera de su realizador, se trata de un film familiar no exento de algún dardo envenenado -en este caso al mundo de la música- que no consigue despegar del todo salvo en momentos contadísimos, muy puntuales. En realidad aquí hay dos films, y el que sobrevive por debajo de la historia central, un cuento de navidad con momentos dramáticos bien calculados y algún instante de cine estimable, merece bastante la pena. Sono no da con la tecla en este caso, aunque si os gusta el humor nipón más loco y sois capaces de soportar bien sus primeros treinta minutos, aún hay esperanzas.

Y claro, llego Gaspar Noé con su Love 3D, film vapuleado en Cannes y que pasa por ser desde ya mismo el trabajo más incomprendido de su realizador. Rechazado por sus imágenes eróticas abiertamente explícitas, en realidad Love funciona como un film de misterio en el que vamos descubriendo mediante una narración no lineal qué ocurrió con un personaje determinante para la trama. En este nivel, es un trabajo sensible y delicado, que pone a trabajar cada herramienta a su disposición, como una fotografía llena de contrastes y una música que sirve para potenciar la atmósfera, para crear una matrioska que se va replegando sobre sí misma. Si en Blow Up de Michelangelo Antonioni el misterio nacía de una fotografía, aquí lo hace de los recuerdos, fragmentados -cómo no- de un hombre atrapado en una vida que no deseó, como nos recuerda el plano que cierra el film y que al mismo tiempo refleja tristeza y algo de esperanza. Noé nunca ha sido un director de finales felices, y eso no iba a cambiar ahora. En resumen, una película valiente, no tan redonda como su anterior Enter the Void, pero sí más centrada que algunos de los films que hizo al inicio de su carrera.

¿Qué nos hemos perdido? Nowhere Girl de Mamoru Oshii, director de Ghost in the Shell entre otras, pero no temáis porque la recuperaremos para que podáis saber qué tal está. También, el western caníbal de dos horas y cuarto Bone Tomahawk, porque su hora de inicio era bastante tarde y aquí toca madrugar todos los días, claro. Tendremos el oído preparado para saber qué se dice de ella.

Termómetro: Si nos basamos exclusivamente en la ronda de aplausos que suele suceder en Sitges tras el visionado de una película, El cadáver de Anna Fritz tiene todo el palmarés en su bolsillo. Si obviamos que la mitad de la sala parecía estar repleta de su equipo técnico y artístico y nos ceñimos a la calidad de los films proyectados, seguimos como hace unos días, con The GiftEl nuevo nuevo testamento en las quinielas.

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