[Seminci 2018] ‘The Guilty’, un trepidante thriller entre cuatro paredes

El agente Asger Holm no está contento con su nuevo puesto en la policía. Cuando arranca The Guilty no sabemos aún por qué pero intuimos su hastío en la manera que tiene de coger el teléfono y recibir las llamadas. A decir verdad, la línea de emergencias desde la que responde está colapsada por llamadas en falso: borrachos, robos sin trascendencia, etc. Razón de más para que se tome en serio la llamada de secuestro con la que arranca la película.

The Guilty te arrastra desde ese timbrazo telefónico hasta que acaba la película. Y lo genial es cómo lo hace: sin salir de una habitación. A saber, esa pequeña oficina en la que Holm y otros policías cubren el turno de la noche. Sin embargo, la ópera prima de Gustav Möller da la misma tregua que un thriller rebosante de localizaciones, personajes y efectos especiales. ¿Cómo lo consigue? Primero, con un guion preciso, sin agujeros. Segundo, fiándole toda la intensidad interpretativa a Jakob Cedergren, cuyos primeros y primerísimos planos copan la acción sin resultar repetitivos. Y, tercero, con una planificación esmerada que aprovecha todos los encuadres posibles dentro de la anodina oficina.

Pero si The Guilty consigue engancharte es gracias al minucioso trabajo de sonido. Es en la banda sonora, siempre funcionando en el inconsciente pero aquí en primer plano, donde sucede todo lo que Möller ha dejado fuera de campo: la mujer que llama aterrorizada porque ha sido secuestrada, la investigación de Holm para intentar averiguar dónde se encuentra y quién es su secuestrador, la información que lentamente nos es revelada sobre el propio policía, hasta ese inesperado y rotundo giro de guion que nos deja pensando en lo que el cine es capaz de hacer sin salir de una habitación.

The Guilty se estrena el 23 de noviembre.