[SEMINCI 2016] Día 1: Las tribulaciones de un vallisoletano en Seminci

Intensidad familiar y claustrofobia política con 'Las furias' y 'Clash'
[SEMINCI 2016] Día 1: Las tribulaciones de un vallisoletano en Seminci
[SEMINCI 2016] Día 1: Las tribulaciones de un vallisoletano en Seminci
[SEMINCI 2016] Día 1: Las tribulaciones de un vallisoletano en Seminci

Por lo redundante, siempre me llamó la atención el título de aquella novela de Julio Verne, Las tribulaciones de un chino en China, en la que después de contratar su propia muerte, el protagonista viaja por todo el país para intentar evitarla. Es el argumento también de una apreciadísima película de Aki Kaurismaki y la metáfora que todavía no se muy bien por qué utilizo para inaugurar de nuevo esta serie de crónicas sobre el Festival Internacional de cine de mi ciudad, que en esta ocasión celebra su 61ª edición, con un Javier Angulo al frente más atribulado que nunca, pero también reforzado, por eso de haber sabido aplicar a su trabajo la máxima benedictina del ora et labora, ajena a las controversias, para ofrecer a los vallisoletanos, y a los que no lo son, una nueva entrega de la Seminci en la que abundan los platos gourmet –cinematográficamente hablando-, y los amuletos, no ya solo por la cantidad de artistas y cineastas fetiche que pasarán por el festival, sino además por el nuevo diseño de los galardones (desde el 2016 la Espiga de Oro y la “Alondra” llevarán la firma del joyero Kiko Contreras), y por la grafía capicúa del affiche escogido para esta 61ª edición que, como dice su director, esta vez mira hacia el futuro.

¿Qué hemos visto?

Con Raúl Arévalo como padrino y Ana Morgade de maestra de ceremonias, asistimos a una gala bien llevada y continuada con la proyección de Las furias, debut cinematográfico del dramaturgo Miguel del Arco del que daremos buena cuenta en el próximo número de Cinemanía. Decir aquí, que su elección como película inaugural es espléndida: por su intensidad dramática, por contener un reparto generoso en nombres propios –muchos de ellos ya premiados en el Festival, como José Sacristán, Emma Suárez o Alberto San Juan-, y por tratarse de otra destacada muestra de la riqueza y de la variedad genérica que ahora luce el cine español.

Clash (Eshtebak) es un claustrofóbico relato ambientado en un furgón policial durante las revueltas callejeras del verano de 2013 en El Cairo. La película empieza cuando dos periodistas son arrestados y arrojados dentro del furgón: no serán los únicos, ya que la policía leal a Mohamed Morsi irá atestando el camión de activistas y reaccionarios, miembros de los Hermanos Musulmanes o simple población civil que pasaba por allí. Narrada en tiempo real con un inquebrantable punto de vista desde el interior del camión (un poco como el Lebanon de Samuel Maoz, o como Là- bas, de Chantal Akerman), la película de Mohamed Diab (reconocible por su anterior filme, 678) funciona como metáfora y fresco de la sociedad egipcia y de todas sus irreconciliables diferencias. Y también como thriller.

Contraprogramando un Valencia- FC Barcelona (en el que se lesionó Iniesta) asistimos a todo un Bertrand Tavernier hablando y analizando las películas de su vida del cine francés. A la manera de los viajes personales de Martin Scorsese a través del cine norteamericano y del cine italiano, en Voyage à travers le cinéma français el director de La vida y nada más o La carnaza repasa su biografía cinéfila apoyado en unas imágenes excepcionalmente restauradas para la ocasión: son más de 190 minutos que ya han podido disfrutarse en Cannes y San Sebastián, y que llegarán a las salas comerciales españolas de la mano de Sherlock y A Contracorriente. Subjetiva, desbordante, proselitista y clarividente, tanto como para desentrañar el misterio del travelling en profundidad de campo de Jean Renoir, con el que pretendía distanciarse del estilo compositivo de su padre, o para reivindicar la figura de cineastas olvidados como Jean Sacha, Jean Delannoy o Edmond T. Gréville (no me detengo más y recomiendo recuperar el granado artículo de Borja Hermoso para Babelia).

Espigadera: El ex aequo para el reparto de Las furias parece una predicción cantada. También su director, Miguel del Arco, se postula como serio candidato al Premio “Pilar Miró” al Mejor Nuevo Realizador.

¿Qué esperamos de la jornada de hoy?: Risas inteligentes con El ciudadano ilustre y el sufrimiento de un convento de monjas ante el embarazo masivo de sus novicias con The Innocents.

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