[SEFF 2017] Lucrecia Martel nos examina

‘Zama’, lo nuevo de la directora argentina se erige como el reto de la tercera jornada del festival de Sevilla
[SEFF 2017] Lucrecia Martel nos examina
[SEFF 2017] Lucrecia Martel nos examina
[SEFF 2017] Lucrecia Martel nos examina

¿De qué se habla hoy en Sevilla? De Zama, el examen que ayer nos hizo Lucrecia Martel (La ciénaga), un regreso diez años después tan conceptual, intelectual y exigente que es fácil sentir ante la pantalla que uno ha salido del cine para repetir la Selectividad. Una especie de Selectividad cinematográfica que midiese los visionados que llevamos, nuestros conocimientos, película que, como el libro que adapta (de Antonio Di Benedetto) fluye sin trama ni narración, o tal vez con una trama que atrapa al espectador, preguntándose constantemente en qué lugar de la historia está, si es que hay historia más allá de esa sucesión de imágenes misteriosas entre lo onírico y lo pesadillesco. “Dijo que hay un pez en ese mismo río que las aguas no quieren y él, el pez, debe pasar la vida, toda la vida, como el mono, en vaivén dentro de ellas, pero de un modo más penoso porque está vivo”, decía Di Benedetto en su novela existencial. Y así, en resumidas cuentas, es el protagonista de Zama, por decir alguna cosa, un funcionario español asentado en Asunción en el siglo XVII que, mientras espera su transferencia a Buenos Aires, se pierde. Y nosotros también, contemplando el rostro incauto de Daniel Giménez Cacho, su personaje kafkiano que, como el pez, debe vivir en vaivén, saltando del vodevil colonial a las tinieblas de Apocalypse Now. Pero, si bien aquel río Nung nos atrapaba hasta sumergirnos en sus lodos profundos, en Zama los sentidos desconfían. Es difícil dejarse llevar por la última película de Lucrecia Martel, pensar si quiera cuánto nos gusta, cuando la primera preocupación es si nosotros le gustamos a ella.

¿Qué hemos visto? Las guardianas, de Xavier Beauvois, una preciosista aproximación a la cara oculta de la guerra. En este caso, la de las mujeres que sacaron adelante a sus familias mientras los maridos estaban en el frente. El director de De dioses y hombres sublima este retrato a los márgenes de la Segunda Guerra Mundial poniendo el foco en el campo francés y en sus campesinas, con una fotografía bellísima, un vestuario y un arte al detalle y unas interpretaciones tan delicadas como los trigales que los protagonistas cultivan. Pieza contemplativa y pictórica –importa más el retrato de unas circunstancias que la anecdótica historia de amor apuntada–, Las guardianas construye sobre todo dos personajes femeninos –la necia matriarca y la huérfana honesta– repletos de matices y aristas. Clasicista, recreacional y pausada, un programa doble perfecto para la demandante Zama.

¿Qué te has perdido? Se agotaron las entradas para Nico 1988, biopic de la cantante durante los últimos días de su vida. En su lugar, vimos otro título musiquero, England is Mine, también biopic sobre el Morrisey adolescente y torturado. Buen look, pocas canciones y algunos clichés de más.

¿Qué esperamos de esta jornada? Será la última que pasemos en el festival hasta que Javier Cortijo nos tome el relevo. Tenemos muchas ganas de ver El mar nos mira de lejos y Corazón puro, competidoras ambas en la Sección oficial.

Giraldómetro: Western, Zama y Las guardianas le ponen las cosas complicadas al jurado presidido internacional de la XIV edición.

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