SEFF 2016: Lo que no te puedes perder

La XIII edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla o SEFF comienza su andadura en un año complicado en el que otros certámenes anteriores parecen haber programado algunos de los filmes que habitualmente se asociarían con la cita sevillana. Tanto mejor, porque eso ha permitido que los programadores se esfuercen más en conseguir títulos que quizás se habrían quedado fuera de la selección en favor de otras obras más vistosas o populares. Al final, no sólo la Sección Oficial –cuyos integrantes pelearán por el Giraldillo de Oro– parece tan potente como en ocasiones anteriores, sino que las paralelas y las proyecciones fuera de competición se han fortalecido de tal forma que varias de sus propuestas son las obras más apetecibles del festival.

A continuación presentamos una lista nada exhaustiva, estrictamente personal y algo precipitada de lo que nos parecen las proyecciones más apetecibles del SEFF 2016, combinando unos títulos más seguros y comerciales de grandes autores consagrados del cine europeo con incitaciones a la exploración de los senderos menos transitados de la programación. Para más información, consulta la programación completa en la web del festival.

Olivier Assayas dirigiendo de nuevo a Kristen Stewart en una película de fantasmas sería suficiente para sentarnos en primera fila después de Viaje a Sils Maria. Que la recepción en Cannes de esta incursión en el fantástico contemporáneo fuera realmente virulenta entre la crítica no hace más que incrementar nuestras ganas de experimentarla de primera mano.

Philippe Grandrieux es el mayor exponente de cierto extremismo y cine anatómico, mucho más inspirado recientemente que Bruno Dumont (cuyo último filme, Ma loute, también compite en Sevilla). Su último largometraje llega con retraso, pero el haberlo incluido en la Sección Oficial podría compensarlo, o dar a entender que este regreso del francés al cine narrativo después de sus últimas piezas conceptuales combinadas con instalaciones (White Epilepsy, Meurtrière) implica cierta domesticación. De entrada, la promesa de 150 minutos de escena musical parisina, desapariciones y "porno autodestructivo" hace pensar que, bueno, quizás no.

Quizás la película más estimulante de la Sección Oficial: el último trabajo del portento Eugène Green (que también tiene el documental Hitza egin/Faire la parole en la sección Las nuevas olas. No ficción), con Mathieu Amalric y Maria de Medeiros como secundarios de lujo. Una historia de venganza familiar con la habitual ligereza de tono apoyada en absoluto rigor formal del director.

Dejando a un lado la Sección Oficial, donde todavía faltan por mencionar contendientes tan potentes como Alain Guiraudie, Xavier Dolan, Ulrich Seidl, Whit Stillman, Andrea Arnold o las Mimosas del gallego Oliver Laxe premiadas en la Semana de la Crítica de Cannes, pasamos a las proyecciones fuera de competición, donde destaca la última película de Paul Vecchiali. Injustamente olvidado cineasta francés que el año pasado gozó de un reivindicativo foco en Sevilla, puede que con este filme Vecchiali logre el candor del público que merece gracias a contar con leyendas como Catherine Deneuve, Françoise Lebrun y Edith Scob. Ellas son las distintas mujeres que irán desfilando para despedirse por última vez del protagonista, encarnado por el propio director.

Jóvenes preparando un ataque terrorista con bombas en París: una película que quizás estaba llamada a escandalizar más de lo que lo hizo su pequeña polémica en los festivales de San Sebastián y Toronto, pero que en Sevilla se recupera con el aliciente de añadir la presencia de Bertrand Bonello en un encuentro con el público. Del francés también se proyectará la reciente Sarah Winchester, Ghost Opera y otros cortos anteriores en lo que promete ser un curso ilustrado de bonellismo para principiantes.

Pasamos a las sección paralelas, donde se dan cita algunos títulos que no sólo no habrían desentonado en la Oficial, sino que podrían haber elevado considerablemente su nivel de expectativas. Primer caso: el nuevo trabajo de Angela Schanelec, brillante cineasta responsable de películas emblemáticas del cine alemán de la década pasada como Marseille (2004) o Nachmittag (2007). En Der traumhafte Weg plantea la historia de desamor de dos parejas separadas por el tiempo cuyas experiencias terminarán confluyendo en Berlín hace un par de años.

Lo mismo podemos decir de Victoria, segundo largometraje de Justine Triet. La directora de la fenomenal La batalla de Solférino (2013) se despunta con una comedia acelerada donde no falta el ubicuo Vincent Lacoste y la actriz Virginie Efira tendrá ocasión de brillar como una tempestuosa protagonista digna de las screwball del Hollywood clásico.

La terna de directoras potentes relegadas a secciones paralelas termina con la portuguesa Rita Azevedo Gomes, cuya La venganza de una mujer llegó este año a las pantallas españolas y en Sevilla presenta Correspondências: un filme ensayo sobre la relación epistolar entre los poetas Jorge de Sena, desde el exilio, y Sophia de Mello Breyner Andresen.