"San Sebastián era un festival serio y ahora es subnormal"

Después de su paso por el Festival de San Sebastián, Arturo Ripstein presenta esta semana en el Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz, también en sección oficial, su versión de Madame Bovary, Las razones del corazón. Con este motivo concedió una entrevista con el diario Gara, en la que, más allá de hablar de su película, ha cargado contra el Festival de Donosti, su jurado y su director, José Luis Rebordinos.

Su película estrenada en el Zinemaldia el pasado viernes, recibió, en principio, buena acogida por parte de la prensa y crítica acreditada, parecía una de las favoritas ("Funcionó muy bien. Realmente yo nunca he tenido unas críticas tan elogiosas y tan cariñosas con una película"), pero al final se fue de allí sin premios y parece que al director mexicano le ha dolido. "Que no parezca que estoy ardido; estoy nada más enojado", aclaró en Gara. Resentido o cabreado, el caso es que no ha dejado títere con cabeza.

En sus primeras críticas Ripstein, que ganó una Concha de Oro en 1993 por Principio y fin, ha ido contra el Jurado de la Sección Oficial, que presidió Frances McDormand y lo completaban Guillermo Arriaga, Álex de la Iglesia, las actrices Bai Ling y Sophie Okenedo, el director Ben Hammer y la directora de fotografía Sophie Maintigneux. "Es más fácil ganar un festival que entrar a la competencia [...]. Por supuesto, tiene uno el obstáculo tremendo del jurado, que en el caso del último jurado de San Sebastián es lamentable". Después de generalizar ha ido repasando uno a uno:

"Es tener una actriz que no ha salido nunca de Pensilvania (Frances McDormand), y que los gringos nunca entienden nada, nunca han visto una película con subtítulos, no saben leerlos. También un guionista mexicano (Guillermo Arriaga); es decir, un enemigo personal por el hecho de ser mexicano. Porque la megalomanía hace que todo lo demás no exista, que la basura que se escribe parezca oro. La fama se confunde muy fácilmente con ser bueno, ser famoso y ser bueno parece lo mismo, pero no es cierto. La gloria hace que seas muy bueno; la fama es un producto de la publicidad, y este cuate es de un talento innegable para la autopromoción".

A Álex de la Iglesia le ha acusado de envidia y resentimiento porque el mexicano "le había ganado una Concha de Oro en un festival y eso no se olvida".

"Una fotógrafa desconocida (Sophie Mantingeux) y un director danés desconocido (Bent Hamer), y dos chapuzas de actrices (Bai Ling y Sophie Okonedo) componen el resto de un jurado muy lamentable", ha terminado con su repaso, pero culpando al Festival por elegir "un jurado de chapuza" que "ha logrado convertirlo en un festival en vías de desarrollo". "Hay que ser serio", dice. "Este era un festival realmente serio, era de los cinco de Europa y, de pronto, es subnormal". "¿Tanto como eso?", le pregunta la periodista. "¡Ah, sin duda! Lástima".

Por último, ha arremetido contra el nuevo director del Festival, José Luis Rebordinos, que hasta ahora sólo ha recibido halagos por el éxito del certamen. "A mí no me importa ganar o perder, no me importa ganarlo. Me duele perderlo, por supuesto, como a todo el mundo, pero aquí no hay pseudo-actrices. No hay payasadas. Ser el director de un festival de peliculitas de susto, de ¡ay que tuto, ay que mello! [Rebordinos venía de dirigir la Semana de Cine fantástico y de Terror de San Sebastián], así que tengas 14 años. Los 14 años mentales hacen que las soluciones sean de 14 años mentales. Si se juega, bien; y sino se juega bien, mejor no se embarca uno".

Por supuesto, después de todo esto, Arturo Ripstein ha asegurado que no volverá al Festival de San Sebastián.

Las razones del corazón se estrena el 7 de octubre en España.