El día que Russell Crowe le compró a Leonardo DiCaprio una cabeza de dinosaurio

Una noche de borrachera en casa de Leonardo DiCaprio, a Russell Crowe se le ocurrió la brillate idea de comprar un cráneo de dinosaurio para sus hijos.
El día que Russell Crowe le compró a Leonardo DiCaprio una cabeza de dinosaurio
El día que Russell Crowe le compró a Leonardo DiCaprio una cabeza de dinosaurio
El día que Russell Crowe le compró a Leonardo DiCaprio una cabeza de dinosaurio

No es ningún secreto que las estrellas de Hollywood se gastan sus millones en cosas de lo más variopintas: para prueba, ese siempre recurrente Nicolas Cage, que tiene un mausoleo en forma de pirámide en Nueva Orleans, un pulpo gigante y una casa encantada, entre un sinfín de adquisiciones cada cual más loca.

Pero no solo de las excentricidades de Cage vive Hollywood (aunque podría). Ahora resulta que Russell Crowe le compró una cabeza de dinosaurio a Leonardo DiCaprio, con el que trabajó en Red de mentiras, durante una noche de borrachera y por 35.000 dólares.

"Lo compré para mis hijos", le ha contado el actor a Howard Stern en su programa: "Había un montón de vodka durante la transacción y pasó en casa de Leonardo".

Crowe ha relatado cómo fue la compraventa con todo lujo de detalles: "DiCaprio empezó la conversación en plan: 'Tengo esto, pero va a haber otra en el mercado que realmente quiero, así que estoy tratando de venderlo'. Yo le dije: 'Vale, la compraré. ¿Cuánto por ella?'. Fue bastante majo y me dijo: 'Solo dame lo que pagué por ella', y creo que había pagado 30.000, 35.000 dólares".

Posteriormente, el actor terminó por vender la cabeza en una subasta en Sotheby’s Australia para hacer frente a los gastos de su divorcio. Aunque asegura no recordar a qué tipo de dinosaurio pertenecía el cráneo, la casa de subastas lo describió como la cabeza de un Mosasaurus.

Según ha asegurado Crowe en la entrevista, sus hijos tuvieron mucho que ver en la decisión de comprar la cabeza: "Parte de la razón por la que la compré es que cuando lo hice, por 2008, 2009, mis hijos, sobre todo el mayor, estaban fascinados con los dinosaurios, así que dije: 'Aquí tenéis, aquí tenéis uno para el cuarto de juegos".

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