Con más o menos un año por delante hasta su estreno (llegará el 15 de diciembre), Star Wars: Episodio VIII sigue suscitando el inevitable goteo de rumores. El último hasta la fecha nos llega vía Making Star Wars, y apunta a un detalle algo inesperado: resulta que Luke Skywalker (Mark Hamill) no está solo en ese planeta donde Rey va a buscarle al final de El despertar de la Fuerza. De ser ciertos estos avisos, el último Jedi de la Galaxia Muy, Muy Lejana comparte su hábitat con unas criaturas alienígenas muy parecidas... a pingüinos.
En realidad, los habitantes del planeta Anch-To, que así se llama, tendrían más que ver con unas aves, muy similares a los pingüinos (pero capaces de volar, y habitantes del hemisferio Norte) llamadas frailecillos: si has visto Happy Feet 2, seguro que conoces la diferencia. Resulta que la isla irlandesa de Skellig Michael, donde se ha rodado parte del Episodio VIII, está llena de frailecillos, lo cual habría servido de inspiración para unas criaturas "con dientes muy afilados y un aspecto entre lo terrorífico y lo adorable: según algunos testigos, son como la versión Star Wars de un Furby".
Según prosigue el rumor, los bichejos se ven a sí mismos como guardianes de la isla, y, aunque Luke tiene su permiso para vivir allí, Rey tiene que pelear con "un enorme monstruo marino" para ganarse su respeto y poder continuar su entrenamiento Jedi. La idea no suena mal, pero parte del fandom está temiéndose ya que se trate de los nuevos Ewoks. ¿Logrará el director Rian Johnson sobreponerse a la posible cursilería?
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