Robin Wright es lo mejor que le ha pasado al cine (y a la televisión) en mucho tiempo

Cuando en La princesa prometida Cary Elwes decía “Como desees” a Robin Wright, en realidad significaba: te amo. Todos nos enamoramos inmediatamente de Buttercup, esa doncella de réplicas ingeniosas que creía más que nadie en el amor verdadero. Sin embargo, hemos tardado más de tres décadas en reconocer que realmente habíamos perdido la cabeza por la actriz que la interpretaba, una fantástica y bellísima Robin Wright. Tres décadas en las que ha hecho una película al año o menos, tres décadas en las que ha decidido dedicarse a sus hijos (y los de Sean Penn) a tiempo completo, tres décadas en la que casi nos olvidamos que Wright es una de las mejores actrices de su generación.

Tuvo que llegar Claire Underwood, su portentoso personaje en House of Cards, para robarle protagonismo a Kevin Spacey y noquear de paso a todos los espectadores que llevábamos tres décadas esperando a una actriz con su elegancia, con su rotunda energía, con su carisma, con su imperturbable belleza. Ahora es una Amazona de Wonder Woman que ha participado en Blade Runner 2049 y ha debutado como directora en el largometraje con En un lugar salvaje, entre otros proyectos.

Hay unas cuantas razones para empezar a asumir que Robin Wright es lo mejor que le ha pasado a Hollywood en mucho tiempo. Estas son algunas.

Porque ha modernizado a Shakespeare

Muchos lo han intentado, directores y escritores en busca de una nueva forma de adaptar al dramaturgo, modernizarlo, reconstruirlo… Pero ha sido Robin Wright con su inmensa interpretación de Claire Underwood, la calculadora mujer del congresista Francis Underwood, quien ha renovado para el público de hoy el personaje de Lady Macbeth, el clásico de Shakespeare adquiere los rasgos de una mujer moderna, impenetrable, un ser humano alfa, hombre y mujer, dinámica y más fuerte, impenetrable y letal que el personaje dibujado por el dramaturgo inglés.

No hay ni rastro de Hillary Clinton o cualquier otra primera dama, Robin Wright, dicho por ella misma, es un águila, regia, estoica y mortífera. Está envuelta en frío y permanece alejada hasta que se abalanza sobre su presa.

Porque tiene 55 años

¿Más de 50 años y le surgen papeles interesantes? ¿En Hollywood? Así es, la actriz ha demostrado a la industria que cumplir medio siglo no significa el fin de una carrera en la interpretación, que hay papeles realmente interesantes, intensos de mujeres maduras que el público está deseando ver, que no es necesario colocar a Jennifer Lawrence en todas las películas aunque su personaje le doble la edad (véase Joy), que nadie tiene derecho a decirle a una actriz de 28 años (como en su día a Olivia Wilde) que es demasiado mayor para un papel de 29 años, el de Margot Robbie en El lobo de Wall Street.

La televisión que siempre ha sido más abierta para personajes femeninos maduros está reeducando al cine, y gracias a la nueva forma de consumo y al nuevo rumbo de la industria del entretenimiento, Robin Wright ha trabajado en los últimos 10 años, de los 45 a los 55, más que en toda su carrera.

Porque le dan igual los géneros

Porque ha sido La princesa prometida y también el amor de Forrest Gump, porque le ha dado al drama histórico con Robert Redford en La conspiración y porque ha sabido recitar las frases de Aaron Sorkin en Moneyball, porque ha aportado uno de los papeles secundarios más enigmáticos a una de las películas de espías más intensas que se han rodado, El hombre más buscado, con Philip Seymour Hoffman, porque ha sido un dibujo animado para Ari Folman en El congreso y porque ha intentado resucitar ese subgénero en desuso, el drama (o thriller) erótico con Dos madres perfectas.

*Se abre paréntesis: ¿Por qué ya ningún director hace thrillers eróticos en condiciones? ¿Por qué no hay más Instinto básico o Fuego en el cuerpo? En la serie de Judd Apatow, Love, los protagonistas echan la culpa a internet: “Ya nadie necesita ir al cine a ver desnudos”. ¿Será esa la razón? Se cierra paréntesis.

A Robin Wright le da lo mismo un género que otro y los papeles secundarios los clava, siempre.

Una película de superhéroes… ¿Por qué no?

Seamos justos, el mejor invento cinematográfico de los americanos después del western es el cine superheróico, en estas película se tratan temas de calado, la imposibilidad de Dios, que dice el periodista Pedro Vallín, en Batman v Superman: El amanecer de la justicia, la motivación terrorista del ISIS en El caballero oscuro (esto lo dice Obama: “Joker es el ISIS") y así… Pues Robin Wright, que es más lista que nadie, se ha apuntado al carro y como no, lo ha hecho en un título de DC, más adulto y más oscuro que Marvel, lo que a ella más le pega, Wonder Woman.

Robin Wright ha interpretado a la General Antiope, la líder guerrera de ese grupo de Amazonas entre las que se encuentra la Mujer Maravilla de Gal Gadot, también en la secuela, Wonder Woman 1984. 

Porque dirige y seguirá dirigiendo

Robin Wright ha dirigido varios episodios de House of Cards y su trabajo detrás de la cámara ha sido intachable. Tanto le ha gustado la experiencia que la actriz ya declaraba hace unos años que su futuro (no muy lejano) pasaba por dejar la interpretación y dedicarse únicamente a la dirección. ¿El motivo? El control creativo, eso que casi nunca tienen los actores sobre su trabajo ella lo anhela, después de 30 años mordiéndose la lengua sobre decisiones que estaban por encima de ella, la actriz ha decidido que tomará ese camino.

Prueba de ello es En un lugar salvaje, en la que, además de actuar, se sienta en la silla de directora. 

Hollywood necesita más actrices así, más directoras así, Hollywood necesita unas cuantas Robin Wright.