Robert Zemeckis podría dirigir una versión en acción real de 'Pinocho' para Disney

En 1940 la Casa del Ratón decidió recurrir a la obra de Carlo Collodi para producir Pinocho, el que sería el segundo largometraje animado de su historia y, al mismo tiempo, su segundo gran clásico. Dada la fama que esta adaptación ha acaparado durante décadas, resultaba curioso que Disney no quisiera someterla al filtro live action al igual que en los últimos años ha hecho con buena parte de sus obras, pero el caso es que sí ha existido esa pretensión.

Ya han pasado cuatro años desde que se anunciara que Pinocho iba a tener una adaptación en imagen real y de que se asociaran a ella directores como Paul King o Sam Mendes, pero hasta ahora la cosa había quedado en nada, y ambos realizadores habían acabado abandonando. Ahora, según recoge Variety, el proyecto podría estar materializándose gracias a la elección de Robert Zemeckis como director, en un fichaje que Disney lleva queriendo confirmar desde el verano pasado.

A causa de lo apretado de su agenda (y al tener un remake de La maldición de las brujas de Nicolas Roeg entre manos), Zemeckis aún se encuentra en negociaciones para acabar dirigiendo la película. Y sin embargo, tampoco sería descabellado que acabara aceptando, puesto que en su película anterior ya tuvo oportunidad de lidiar con muñecos vivientes (en la no muy exitosa Bienvenidos a Marwen) y su vinculación con la Casa del Ratón data de finales de los 80, cuando dirigió ¿Quién engañó a Roger Rabbit?.

Un par de décadas más tarde Zemeckis también dirigió para Disney Cuento de Navidad, y ahora podría estar a cargo del enésimo remake en acción real con el que la compañía pretende aprovecharse de nuestra nostalgia (y nuestros bolsillos). A falta de que el cineasta confirme que está a bordo, el guión de la nueva Pinocho ya está en manos de Andrew Milano y Chris Weitz, que tratarán de alejarse todo lo posible del anterior intento de adaptar la obra de Collodi en imagen real. ¿Os acordáis de Pinocho, la leyenda, protagonizada por Martin Landau? ¿No? Pues eso que os lleváis.