Robert Pattinson: "Ya hay demasiadas películas malas en el mundo como para hacer más"

Un proyecto atascado puede acabar siendo una bendición. Claire Denis albergó durante mucho tiempo la idea de hacer una película partiendo de una imagen precisa: un hombre con un bebé, solos en el espacio exterior. A partir de ahí, trabajó con su coguionista Jean-Pol Fargeau en una historia que tejer alrededor. Imaginaba a un actor maduro para el papel, como Vincent Gallo o Philip Seymour Hoffman, cuyo fallecimiento fue un duro golpe para la producción, pero mientras tardaba en llegar la financiación para hacer una película espacial y la cineasta ganaba tiempo rodando Un sol interior con Juliette Binoche, el calendario corría a favor de cierto actor que se moría de ganas de trabajar con Denis. Ese era Robert Pattinson, que cuando se ofreció por primera vez a la francesa era demasiado joven para el papel pero, un puñado de años después, ya tenía el aspecto ideal. Rol adjudicado.

¿Cómo estás viviendo este momento de tu carrera donde tienes poder de decisión para trabajar con cineastas que admiras?

Bueno, igual que hay actores que se dejan conquistar por los guiones a mí me interesan determinados directores muy singulares. Pero no es nada fácil, fue muy duro sacar esta película adelante. La financiación tardó en llegar y no dependía de mí, no tengo ese poder; a no ser que me diera por volver a hacer de vampiro, claro.

Seguro que durante estos años has rechazado muchos papeles así.

Bueno, creo que ya hay demasiadas pelis malas en el mundo como para hacer más. No hay necesidad de seguir generándolas sin parar.

¿Cuál fue tu primera experiencia con Claire Denis como espectador?

Vi Una mujer en África y la experiencia no se pareció en nada a ver una película. La mayoría de los directores ven el cine como una herramienta narrativa y filman como forma de fijar una historia, pero para Claire el cine es la única manera de expresar toda una complejidad. Igual que cuando vi El abrazo de la serpiente, de Ciro Guerra; inmediatamente después me puse a buscar cómo podía trabajar con quien había hecho eso.

En las películas de Claire Denis se dice mucho más con el cuerpo que con diálogos. ¿Cómo es la experiencia a nivel actoral?

Es un aspecto de su cine que me encanta. Es interesante meterte en ese mundo porque tu control no es el mismo que en otros casos, sino más como embarcarte en una búsqueda con ella. Por ejemplo, estaba en una galería de arte en Colonia, vi una escultura y pensé: “Este es mi papel”. Le saqué una foto, se la mandé a Claire y me dijo: “Exacto”. Ella puede escuchar un sonido y decir: exactamente así es tu personaje.

¿Alguna vez te has planteado dirigir?

Lo pensaba cuando era más joven, pero no sé si se me daría bien. Como actor te entrenan para ser maleable y dirigir es determinación, lo contrario.

High Life se estrena el 8 de febrero.