¿Realmente ha sido 'Aves de presa' un fracaso en taquilla?

'La fantabulosa emancipación de Harley Quinn' no ha cumplido las expectativas, pero tampoco ha sido el apocalipsis que se dice por ahí.
¿Realmente ha sido 'Aves de presa' un fracaso en taquilla?
¿Realmente ha sido 'Aves de presa' un fracaso en taquilla?
¿Realmente ha sido 'Aves de presa' un fracaso en taquilla?

Warner Bros. tiene una mala racha. Tal y como repasábamos en su momento, el estudio cerró 2019 con dos taquillazos indiscutibles (It: Capítulo 2 Joker, ambas curiosamente protagonizadas por payasos), pero con una ristra de fracasos intimidante: Doctor Sueño, El jilguero, La LEGO Película 2... La temporada de 2020 empezaba con una nueva entrada en el Universo de DC, Aves de presa, pero por mucha Harley Quinn que incluyera en el título, tampoco ha sido suficiente para enderezar el pabellón.

Los medios e Internet coinciden: La fantabulosa emancipación de Harley Quinn no ha sido tan fantabulosa, y las cifras les dan la razón. El film de Cathy Yan debutó en su primer fin de semana con 32 millones en el mercado doméstico y 48 en el internacional; datos decepcionantes teniendo en cuenta que apenas contaba con rivales (si acaso el sorprendente éxito de Bad Boys for Life), que se esperaba una recaudación de mínimo 50 millones, y que es la peor apertura que ha tenido nunca un film del Universo DC.

En estos días se han documentado sobradamente las posibles causas de este hundimiento, pero el titular era demasiado jugoso y Warner no ha hecho mucho para desvincularse de esta idea: el que para favorecer la venta a través de dispositivos móviles quisiera cambiar el título a Harley Quinn: Aves de presa no ha hecho sino apuntalar esa verdad irrefutable que llevamos días leyendo: la película de Margot Robbie es un fracaso sin paliativos.

No obstante, quizá sea interesante desentrañar esas causas, y observar la evolución de la taquilla desde ese nefasto fin de semana.

Las comparaciones duelen

Aves de presa tiene actualmente mejor puntuación en Rotten Tomatoes que el Joker de Todd Phillips, y mejor no hablar de la diferencia que le saca a nivel de valoraciones a Escuadrón suicida, que vendría a ejercer de precuela. Gran parte de la crítica ha coincidido en señalar que Aves de presa tiene mucha más calidad que el blockbuster de David Ayer, y por eso duele tanto que vaya a quedarse tan lejos de los 746 millones de dólares que esta recaudó al final de su andadura.

¿Con qué cifras cerrará el film de Cathy Yan? Seguramente unas bastante menores, pero aquí está el primer matiz: en su segunda semana de estreno Aves de presa ha mantenido el tipo. Algo que no suele ocurrir con estas superproducciones "malditas" (el desplome de X-Men: Fénix Oscura poco después de su apertura aún resuena en nuestros oídos), pero ahí sigue, manteniendo el vuelo con firmeza. Según datos de Box Office Mojo, tras este último finde Aves de presa lleva ganados globalmente 145 millones.

Menos de la mitad de lo que consiguió ¡Shazam! (otro film que tampoco fue un alarde económico), pero más que suficiente para cubrir su presupuesto y dar beneficios. Un detalle que parece omitirse en la conversación es el discreto presupuesto de Aves de presa, 84 millones de dólares sin contar márketing, de forma que aun quedándole carrera por delante (y advirtiendo en base a esta segunda semana lo bien que está funcionando el boca-oreja), el único descontento que habría en Warner sería de naturaleza comparativa.

Es cierto, Joker superó la barrera de los 1.000 millones partiendo con un presupuesto de 55. Y películas previas de DC como Wonder Woman y Aquaman han arrasado en taquilla. Nada puede evitar que se hable en términos de "taquilla decepcionante", pero quizá sería constructivo no sólo reparar en que Aves de presa dista de ser un fracaso en taquilla, sino también en la coyuntura de la que ha partido y si era realista suponer que un personaje como Harley Quinn y un reparto sin apenas estrellas fueran a arrastrar en masa al público.

¿Realmente ha sido 'Aves de presa' un fracaso en taquilla?

Coronavirus y coches

En su análisis de la taquilla de Aves de presa, Forbes proponía tres motivos bastante pertinentes: la calificación R, el citado y prolongado éxito de Bad Boys for Life, y la temporada de los Oscar en la que se acabó enmarcando. Por su parte, Variety citaba la posible influencia del coronavirus. El brote de esta enfermedad, localizado en China, ha conducido a la cuarentena de numerosas zonas y al cierre de 70.000 cines, lo que en términos financieros ha sido catastrófico: la taquilla del país asiático es la segunda más importante del mundo, especialmente si se trata de un blockbuster superheroico.

Al contrario que Escuadrón suicida (que además se estrenó en la habitualmente fructífera temporada veraniega), Aves de presa no ha podido contar con que los espectadores chinos pasaran por caja. En un tiempo donde la taquilla de este país podía salvar del descalabro a toda una superproducción como Warcraft, el origen, el film de Cathy Yan se ha desenvuelto en un panorama muy cambiado, y adoleciendo asimismo de otras particularidades con las que no contaban esos otros éxitos de DC con los que está siendo comparada.

Harley Quinn no es el Joker. Las aspiraciones de un producto como Aves de presa están en las antípodas de mastodontes como Batman v Superman o la misma Escuadrón suicida, que pese a contener personajes no demasiado conocidos por el público fue publicitada desesperadamente por Warner como un revulsivo a la confusa seriedad de Zack Snyder. Aves de presa, al igual que Joker, partía siendo casi una producción independiente entre los títulos de DC, y no era muy sensato esperar de ella grandes cosas. También porque, a diferencia de ¡Shazam!, ni siquiera dejaba claro si pertenecía al género superheroico.

¿Realmente ha sido 'Aves de presa' un fracaso en taquilla?

Nicole Drum ha reflexionado vía Comic Book Movie sobre el empeño con el que la prensa ha abrazado el supuesto fracaso de Aves de presa, y ha lanzado una comparativa curiosa. Meses antes del film de Cathy Yan se estrenó Ford vs Ferrari con un presupuesto de 97 millones y un debut de 31 en su primer fin de semana. Una situación enormemente parecida a la de Aves de presa, con la diferencia de que aquí sí contábamos con estrellas (Matt Damon y Christian Bale), y en esta ocasión no se habló de fracaso en taquilla.

Evidentemente, Ford vs Ferrari no era un producto tan comercial como pretendía ser Aves de presa y la intención de Drum es transparente: todo nos retrotrae al revanchismo machista. Puede que la situación no sea exactamente esa, pero en cualquier caso está claro que hay demasiadas variables y contextos a estudiar como para que sigamos proclamando alegremente que La fantabulosa emancipación de Harley Quinn es un fracaso, y no vayamos más allá de ahí.

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