¡Quita tu sucias manos de estas series animadas, Hollywood!

Asumánoslo. A pesar de ser uno de los estrenos más calamitosos en la taquilla estadounidense del año pasado, es muy posible que con el estreno de Jem y los Hologramas se haya abierto una puerta imposible de cerrar. Es verdad que si echamos la vista atrás y pensamos en Masters del Universo, Transformers o G.I. Joe, el problema no parezca tan novedoso ni tan alarmante...  ¡Ya se habían adaptado antes series de dibujos! ¡Incluso se hicieron varios Scooby Doo! Entonces, ¿Por qué preocuparse?

Con películas como Transformers o Masters del Universo siempre existía la excusa de que eran líneas de juguetes cuyas historias saltaron a los dibujos animados. De modo que su adaptación al cine era un paso que tarde o temprano podía suceder, ¿no? Pero el caso de Jem y los Hologramas nunca fue ese, por mucho sus derechos pertenecieran a los propietarios de G.I. Joe y Transformers. Es más, Jem era un dibujo animado con bastante poca garra, de modo que si han llegado hasta él es porque Hollywood ha decidido ir hasta el final las ideas con las series de nuestras infancias.

Si Transformers ha dado lugar a cuatro películas tan rentables que ya debe estar pagada la universidad de quince generaciones de descendientes de Michael Bay y si G.I. Joe ya tiene tanto reclamo como para sumar a Bruce Willis a sus filas ¿A qué esperan para llevar al cine a la franquicia que copiaba por igual a esas dos?

M.A.S.K. fue una serie creada por la juguetera Kenner -los mismos de los muñecos de Star Wars– para apoyar la línea de figuras que iba a lanzar. En ella, el millonario Matt Trakker había creado una agencia secreta que respondía a las siglas de Mobile Armored Strike Kommand y con ayuda de sus agentes y la tecnología de sus vehículos transformables, debía detener los planes de la organización V.E.N.O.M. (Vicious Evil Network Of Mayhem), una sociedad cuya maldad dejaba a Spectra a la altura de un sindicato de muñecos de peluche.

Tras 75 episodios y sucesivas compras y absorciones de Kenner, la franquicia pasó en 1991 a ser propiedad de Hasbro, la compañía propietaria de Transformers y G.I. Joe, de modo que hoy se especula con la posibilidad de que los agentes de M.A.S.K. y sus vehículos aparezcan en alguno de esos universos cinematográficos.

En otra dimensión seguro que alguien ya ha hecho la película de imagen real con Bravestarr y que ha sido un éxito. Pero lamentablemente en nuestro universo lo máximo que pudimos llevarnos al VHS fue un largometraje de animación.

La serie lo tenía todo: un western galáctico en un planeta llamado Nuevo Texas, un Sheriff con rasgos de nativo americano y un malo, Tex Hex, tan guay que primero fue creado como villano para Los Cazafantasmas (la serie original de dibujos, la del "gorila con sombrero", para entendernos), pero que en las oficinas de Filmation gustó tanto que pensaron que merecía una serie propia en la que sembrar el mal.

Más allá de la broma, si Disney pudo sacarse de la manga una película de John Carter, poco hay en este clon de He-Man que no diese para una aventura similar. Quizá el problema sea justo ese y que lo que sucede es que están esperando a ver cómo funciona la prometida película de Masters del Universo y así ver si finalmente se animan a llevar al cine al primo johnfordiano de He-Man y Skeletor.

Poca broma con esto. Si la película de Jem y los Hologramas ya está aquí, ¿por qué no recuperar a este dinosaurio animado que también le daba a la música?

Denver apareció en nuestras pantallas de televisión en una Antena3 que todavía estaba en la época de Ana Chávarri y Raquel Carrillo y a lo largo de sus 50 episodios, asistimos a la historia de cómo un grupo de chicos intentaba ocultar la existencia del último dinosaurio vivo, al cual quería secuestrar un productor musical para que apareciera como atracción en los conciertos del grupo musical “Los DinoRockers”.

En el fondo, Denver, el último dinosaurio era una serie con un componente educativo bastante atemporal, ya que el grupo de amigos del dinosaurio era multirracial, las historias eran una exaltación de la amistad muy sencilla de entender e incluso en cada capítulo se daban conocimientos sobre los dinosaurios, de modo que no sería raro que hoy pudiera funcionar a algún nivel entre los niños criados con la pantalla del smartphone.

Sin lugar a dudas, una de las series más recordadas de la llegada de las televisiones privadas. Y mientras cierras los ojos e intentas que en tu cabeza resuene la voz que locutaba los créditos, echemos la vista atrás para descubrir que la serie adaptaba una línea de juguetes de Hasbro no muy conocidos en España, llamados C.O.P.S. 'N' Crooks. En ella, un grupo de policías de Ciudad Imperio tenía que hacer frente al sindicato del crimen instaurado por un villano simplemente conocido como El Jefe.

La serie animada de C.O.P.S. tenía una estructura muy divertida, que comenzaba con una voz en off que leía el nombre del caso que íbamos a presenciar y se cerraba con la misma, diciendo “CASO CERRADO”. Elementos tan característicos como ese hicieron que la imaginería de la serie se quedara en las cabezas de varias generaciones que han ido idealizándola con el paso de los años. Hoy, aunque con algo de esfuerzo, son capaces de decir del tirón aquello de “C.O.P.S. Comando Organizado de Policías Superiores. Preparados para combatir el crimen en el mundo del mañana. Su deber es proteger a Ciudad Imperio contra El Jefe y su banda de… DELINCUENTES”.

Si mañana estrenaran la película, estamos seguros de que íbamos a odiarla, pero no podemos negar que iríamos a verla como si fuera el estreno del año.

De todo este repaso, es la serie que más cerca ha estado de convertirse en una película de imagen real. En el año 85, el inventor Tobin Wolf creó esta especie de epopeya espacial basada en elementos del antiguo Egipto y en la que los últimos habitantes del plantea Thundera, una especie de felinos humanoides, debían proteger una reliquia llamada “El ojo de Thundera”.

El éxito de ThunderCats está fuera de toda duda. Duró 130 capítulos, se hizo un largometraje de animación, dio lugar a otros dibujos en 2011, cómics, videojuegos –incluso uno moderno para Nintendo DS– y su logo está en decenas de camisetas de estilo retro que hoy pueden comprarse como si fueran el último grito de modernidad.

En 2007, Warner Bros. estudió la posibilidad de convertir ThunderCats en una película hecha por ordenador que estaba escrita y dirigida por dos novatos, Paul Sopocy y Jerry O’Flaherty, respectivamente. De ese película llegaron a existir unas imágenes de prueba tras las cuales, Warner canceló el proyecto. Viéndolas, quizá fuera lo mejor.

Jem y los Hologramas se estrena el 22 de enero.