¿Qué ha hecho llorar a Daniel Radcliffe?

El final de Harry Potter y las reliquias de la Muerte, el filme en dos entregas que cerrará la saga del aprendiz de mago, hará que los fans suelten la lagrimilla cuando llegue por fin a los cines en 2012. Pero hay otros a los que la conclusión de esta serie de películas ya ha hecho 'abrir las cañerías'. Sin ir más lejos, Daniel Radcliffe. El actor inglés, que encarnó por primera vez al joven hechicero con los once años recién cumplidos, tuvo que decirle adiós el pasado junio al colegio Hogwarts y a sus compañeros de reparto tras una década de rodajes. El resultado, según admite, fue un tremendo ataque de llanto.

"Nunca había visto llorar a Rupert Grint en mi vida, pero fue un momento muy emotivo. El verle llorar a él me hizo llorar más a mí", explicó Radcliffe refiriéndose al intérprete de Ron Weasley, el mejor amigo del héroe. "Todo esto es parte de mi infancia, y he tenido que decirle adiós. Ese pequeño e inocente niño se ha ido”, concluyó.

Algunos podrían decir que Radcliffe y sus colegas no lloraban sólo por tristeza, sino también por el miedo al encasillamiento y a las carreras truncadas. El propio Daniel no puede quejarse demasiado, porque entre sus proyectos futuros está Jay and Seth vs. The Apocalypse, junto a los cómicos de moda Seth Rogen y Jay Baruchel, , además del thriller de fantasmas The Woman in Black y la nueva versión de Sin novedad en el frente.

Watson y Grint, por otra parte, parecen enfrentados a sendos futuros menos halagüeños. La primera sólo tiene pendiente de rodaje My Week whith Marilyn, el proyecto en el que Michelle Williams encarnará a Marilyn Monroe y Kenneth Brannagh a Laurence Olivier.

Grint, por su parte, prepara Eddie the Eagle, un biopic del primer saltador de esquí británico seleccionado para los Juegos Olímpicos. “Rupert tiene una colección de coches mucho más grande de la que tenía cuando empezamos", apunta Radcliffe, y continua: "Lógicamente, Rupert y yo hemos cambiado a lo largo de la saga porque al principio él era muy, muy hablador y no podías hacerle callar. Se ha vuelto más tranquilo a lo largo de los años, pero mientras más callado es, más grita".

“Físicamente, Rupert y yo somos totalmente diferentes ahora, pero Emma, según veo, es prácticamente la misma de cuando empezamos. Tiene la misma cara. Además de eso, es difícil decir en qué hemos cambiado. Sólo podemos decir que nos hemos hecho mayores", concluye el actor.

Nunca había visto llorar a Rupert Grint en mi vida, pero fue un momento muy emotivo. El verle llorar a él me hizo llorar más a mí. Todo esto es parte de mi infancia, y he tenido que decirle adiós. Ese pequeño e inocente niño se ha ido”.