¿Qué es lo que no cuenta ‘En la mente de Robin Williams’ de Robin Williams?

El documental de HBO es fascinante, sobre todo porque su protagonista lo es, pero… ¿por qué no profundiza en las partes oscuras del actor?
¿Qué es lo que no cuenta ‘En la mente de Robin Williams’ de Robin Williams?
¿Qué es lo que no cuenta ‘En la mente de Robin Williams’ de Robin Williams?
¿Qué es lo que no cuenta ‘En la mente de Robin Williams’ de Robin Williams?

¿Un libro basta para definirte? Personalmente me importa una mierda porque… ¿Sabes qué? No puedo aprender nada de ti, ni leer nada de ti en un maldito libro. Si quieres hablar de ti, de quién eres... estaré fascinado. A eso me apunto. Pero no quieres hacerlo, tienes miedo, te aterroriza decir lo que sientes.

Esto es parte del famoso monólogo con el que Robin Williams intenta meterse dentro del corazón de Will Hunting. Y ciertamente es un poco así como el espectador se siente cuando ve el documental de HBO En la mente de Robin Williams. La película de Marina Zenovich trata de ser un retrato íntimo sobre la vida y la carrera (sobre todo como monologuista) del artista. Sin embargo, aunque las imágenes de archivo son fascinantes y muy divertidas, aunque sí que intenta presentar los altibajos de un actor que llegó a lo más alto y acabó su carrera con títulos de segunda, y aunque también trata sin remilgos su fuertes adicciones, primero a la cocaína y luego al alcohol (cosa que no tiene tanto mérito teniendo en cuenta que él mismo hablaba de todo esto en sus monólogos) el documental se queda en la superficie.

¿Por qué Zenovich no quiere profundizar? Con todo el material que utiliza: maravillosas fotografías o vídeos de sus actuaciones en directo, sus desquiciantes cabriolas fuera de cámara, sus chistes, sus risas contagiosas… Es difícil de entender que no haya querido tocar todos los vértices de una personalidad tan compleja.

¿Es necesario saber todo para entender a un artista (o para entender su obra)?

Desde luego no es necesario saberlo todo para disfrutar de su obra, de sus interpretaciones y de sus monólogos. Robin Williams era un hombre muy callado en la intimidad y terriblemente extrovertido en público, casi parecía poseído por una especie de demonio de la comedia. Esa “doble personalidad” de un hombre que apenas hablaba con sus íntimos y sin embargo no paraba de hacerlo en el escenario o con sus colegas de profesión podría ser la clave de una personalidad que le llevó a la absoluta depresión en varias ocasiones.

Robin Williams era inseguro ¿qué actor no lo es? y necesitaba constantemente la aprobación de los suyos, de su público, de sus compañeros de profesión. Esto queda bastante claro en el documental, plasmado con uno de los momentos más gloriosos dados en una ceremonia de Hollywood, la entrega del premio a mejor actor en los Critic’s Choice Award.

Es un momento hilarante sin aparente importancia que habla mucho de él. Y el documental está repleto de esto. Pero hay dos cuestiones importantísimas que pasa de puntilla o directamente salta sobre ellas.

¿FUE UN ACOSADOR?

Pam Dawber, que habla en el documental sobre su época como compañera de Robin Williams en la serie Mork & Mindy, no cuenta todo más allá de lo fascinante que fue esa época para ambos. Sin embargo, hace apenas 5 meses en una biografía escrita por el periodista Dave Itzkoff Dawber contaba lo siguiente:

"De alguna manera él tenía esa magia. Cualquiera podría horrorizarse, pero de alguna manera él tenía esa cosita inocente, esos ojos brillantes. Te miraba, muy juguetón, como un cachorro de repente. Y luego me agarraba las tetas y se escapaba. De alguna manera podía salirse con la suya".

"Me hizo las cosas más groseras, y nunca me ofendí. Quiero decir que se exhibió, me agarraba, me pellizcaba, me tocaba... Creo que probablemente se lo hizo a mucha otra gente, pero a mí me divertía".

Ella es la víctima de estos comportamientos aunque no se ofendiera o le importara lo que hoy sería una denuncia muy grave. Pero el libro también recoge la declaración de un testigo, el productor de  la serie Howard Storm también habla sobre esto:

"Él podía estar diciendo su parte del guión y, de pronto, simplemente se daba vuelta y agarraba el trasero de Pam. O le agarraba un pecho. Y había que empezar la escena de nuevo. Robin era Robin, y pensaba que era divertido y que podía siempre salirse con la suya".

Pam siempre le ha quitado importancia a este comportamiento declarando que eran los 70, que la intención de Robin era inocente, que “era Robin siendo Robin”. Pero más allá de lanzar un juicio sobre el comportamiento del actor es revelador que esto no aparezca en el documental.

Debemos suponer que una figura como la suya, tan admirada y querida por absolutamente todo el público, debe permanecer lo más limpia posible. Es más fácil desvelar sus adicciones a las drogas o sus depresiones que este tipo de comportamiento. De él no nos dice mucho salvo que estaba salido y que cruzó la línea como muchos otros hombres lo han hecho. Parece que Robin Williams solo lo hizo con Pam y que ella lo defienda a ultranza nos coloca en una situación moral que sin duda hubiera aportado otra dimensión al documental.

MURIO SOLO, DEPRIMIDO Y DETERIORADO

¿Qué es lo que no cuenta ‘En la mente de Robin Williams’ de Robin Williams?

El otro punto importante (y oscuro) de la vida de Robin Williams que en el documental se pasa de puntillas son las últimas horas de su muerte.

Todos sus éxitos cinematográficos los conocemos, era un actor increíble. Y sin embargo, en la última parte de su vida los títulos que elegía para actuar eran películas demasiado pequeñas, malas, muchas ni siquiera llegaron al cine. Algo incomprensible que el documental tampoco explica.

Esta etapa alimentó su miedo a no poder volver a hacer reír, Robin Williams estaba en su momento profesional más vulnerable y llegó la enfermedad. Él creía que era Parkinson, pero era demencia con cuerpos de Lewy, un síndrome degenerativo incurable que, entre otras cosas se asocia al riesgo de suicidio.

Robin Williams pasó los últimos días de su vida con terribles problemas físicos, indigestión, dificultad para ver, para orinar, para dormir, con temblores en el brazo izquierdo, afónico y con ansiedad.

La depresión que ya tenía desde hacía años le devoró y acabó consumiéndole hasta que un día su última mujer se  levantó y le vio en su habitación ahorcado.

Fue un final terrible para una estrella fugaz como él, parafraseando una de sus películas más entrañables, Jack, de Coppola.

En el documental todos hablan de esos últimos momentos, su mujer o Billy Cristal, su amigo. Es aséptico y evita los rumores de que su esposa alejó a Robin Williams de sus hijos, de que quería tener el control de las finanzas… Zenovich de nuevo evita analizar las complejas causas que le llevaron al suicidio para edulcorar al máximo su película.

A ‘En la mente de Robin Williams’ le ocurre como a Will Hunting… Es un documental que sabe perfectamente sobre quién habla y qué clase de persona y artista era Robin Williams pero en muchos aspectos la película vive aterrorizada de sí misma.

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