Primeras impresiones de 'Harry Potter y las reliquias de la muerte. Parte 2'

Lo mejor y lo peor de la batalla final entre Harry y "quien tú ya sabes". Por MANUEL PIÑÓN
Primeras impresiones de 'Harry Potter y las reliquias de la muerte. Parte 2'
Primeras impresiones de 'Harry Potter y las reliquias de la muerte. Parte 2'
Primeras impresiones de 'Harry Potter y las reliquias de la muerte. Parte 2'

Hace apenas dos horas ha terminado en los Cines Callao de Madrid la premiere de Harry Potter y las reliquias de la muerte. Parte 2. Con una semana de adelanto sobre la fecha de estreno del próximo 15 de julio, un selecto público formado por fans y algunas caras conocidas ha asistido a la proyección de la última entrega de la saga –simultánea con la de Londres y otros lugares alrededor del planeta–, en su versión 3D y doblada al castellano. CINEMANÍA también ha estado presente. Los asistentes han celebrado con aplausos muchos momentos de la película y la reacción final ha sido muy positiva. Mientras llega nuestra crítica, dejamos a continuación las primeras impresiones, sin digeri y escritas sobre la marcha, acerca de Harry Potter y las reliquias de la muerte, la película que muchos llevaban una década esperando. No hay spoilers, pero si no quieres saber más de la cuenta, es probable que no quieras seguir leyendo.

1. No respires o te perderás algo. Siguiendo la fórmula del "decíamos ayer", Harry Potter y las reliquias de la muerte. Parte 2 arranca con un ritmo frenético, sin recapitulaciones ni títulos de crédito. La velocidad de crucero se mantiene durante toda la película, y en ocasiones las prisas pueden llegar a matar la emoción. Parece que para el director David Yates era casi tan importante cumplir el horario como llegar al destino. ¡Maldita sea, es el final de la saga Potter! No habría pasado nada si hubieran dejado un poco más de tiempo para despedirnos sin prisas.

2. Neville Longbottom roba la función. Con tres escenas escasas pero decisivas, el estudiante más torpe de Hogwarts copa los mejores momentos de Harry Potter y las reliquias de la muerte. Parte 2. Ron Weasley no está para sus habituales bromas y, a falta de Harry, la escuela anda huérfana de héroes. Sorprendentemente, Neville (Matthew Lewis) hace las veces de Han Solo, apareciendo en los momentos críticos y dejando algún chascarrillo para aliviar la enorme tensión.

3. Lo mejor de la película pertenece al pasado. Sin entrar en demasiados spoilers, la escena que destaca por encima de todas en Harry Potter y las reliquias de la muerte. Parte 2 es el flashback que explica la verdadera naturaleza del siniestro Severus Snape (Alan Rickman). Nunca un par de lágrimas habían dado tanta información. A la altura del maravilloso episodio de animación sobre los horrocruxes en Harry Potter y las reliquias de la muerte. Parte 1.

4. Helena Bonham Carter imitando a Emma Watson. Muy al principio de la película, Hermione se hace pasar, poción multijugos mediante, por Bellatrix, la mala oficial de la saga. Ver a Bonham Carter poniendo cara de niña buena y asustada, parodiando los gestos de Emma Watson devuelve a esa actriz que habíamos olvidado bajo tanto maquillaje y miriñaque. Es también el momento más divertido de toda la película.

5. Hay que ir a verla con los deberes hechos en casa. Si no tienes las entregas anteriores muy presentes puedes dejar de disfrutar con detalles importantes. Conviene refrescarlas, porque se ha optado por no incluir ninguna autocita, flashback o explicación. Yates ha confiado en la memoria y fidelidad de los seguidores. Sobra decir que elegir Harry Potter y las reliquias de la muerte. Parte 2 para ver por fin una película de la saga "del mago este del rayo en la frente" es la peor idea imaginable. Un taquillero responsable no debería vender entradas a los que no sepan responder qué es la orden del Fénix o qué protegía el basilisco.

6. ¿Dónde quedó la épica? La acción, los duelos de varitas y la gran batalla que nos habían prometido desde hace diez años están ahí. Ninguna objección por ese lado. Simplemente se echa de menos un poco más de épica en momentos puntuales como el ataque a Hogwarts o en el desenlace del enfrentamiento final entre Harry y Voldemort. Peter Jackson habría metido diez veces más ejercitos y George Lucas habría hecho uno de esos míticos montajes de triple acción simultánea. Yates prefiere hacerlo todo ordenado y sin excesos, siguiendo obediente la línea trazada por J. K. Rowling en el último libro. Lo dicho, es una decisión respetable. No tanto la manera en la que se nos escamotean emotivos muertes de algunos secundarios con carisma.

7. Harry afronta su destino en silencio. Justo después de "la mejor escena de Harry Potter y las reliquias de la muerte. Parte 2", Daniel Radcliffe demuestra cuánto ha crecido en estos últimos diez años. No es que se quite la camiseta y luzca abdominales –eso lo hace al principio de la película–; su talla la prueba como actor, soportando el mayor momento de desolación de la saga, sin música ni palabras, con un plano en el que mira a la cámara y resume su lucha. El que no vea que aquí hay un actor es que está ciego.

8. Los besos y el romanticismo. ¡Ay! Todos, también Emma Watson y Rupert Grint, temíamos este momento: el beso entre Hermione y Ron. Ahora entendemos por qué. Cuesta más creerse su morreo que la existencia de dragones y duendes. Con lo que han avanzado estas cosas, ¿no se podía arreglar digitalmente?

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